Por María Jesús Revilla y Carla Domínguez
“LA ÚLTIMA CENA” : LEONARDO DA VINCI (Anchiano 1452/1519 Amboise)
Sus pocas obras son veneradas en todo el mundo, entre ellas: “El Hombre de Vitrubio”, “La Giocconda” (primera de esta relación) y el mural “La Última Cena”, que realizó por encargo del duque de Milán, Ludovico Sforza (El Moro), para el refectorio del convento dominicano de Santa María delle Grazie, en Milán. (No es un fresco, sino un mural ejecutado al temple y al óleo sobre capas de yeso enlucido). Esta obra sería visitada por numerosos artistas contemporáneos que querían estudiarla, dibujarla, copiarla… (Siglos más tarde, Luis XII de Francia y Napoleón Bonaparte intentaron desmontarla para llevarla a París). Algunos investigadores, como Lynn Picknett y Dan Brown, afirman que la figura a la izquierda de Jesús (según se mira), no es Juan sino Magdalena, “la esposa de Jesús”. Durante la II Guerra Mundial la iglesia fue bombardeada, y la única pared que quedó en pie fue la de “El Cenacolo”, aunque bastante dañado. Posteriormente fue restaurado con fondos donados por Japón. (Santa María delle Grazie, Milán).
Estas son las obras más conocidas y representativas del arte, cada una en un estilo y una época, pero que resumen a la perfección los grandes momentos artísticos de la humanidad.