Por María Jesús Revilla y Carla Domínguez
SAN ISIDORO DE LEÓN
En el conjunto de la Real Colegiata de San Isidoro, en León, se encuentra el Panteón de los Reyes, un espacio conocido como la «Capilla Sixtina del Románico» por sus techos ricamente decorados con frescos que tienen mil años de antigüedad. El Reino de León tuvo vigencia durante dos siglos, desde el 910 al 1230, que fue cuando se unió a la Corona de Castilla (Fernando III El Santo). Fueron los típicos reyes medievales, caracterizados en el Poema del Mío Cid y protagonistas de la reconquista de territorios tomados por los árabes en el año 711. Fue Fernando I (1037/1065) y su mujer, doña Sancha, quienes construyeron la Real Colegiata y el Panteón de los Reyes. Su nieta, la reina Doña Urraca (1033/1101) donó sus joyas para confeccionar el “Cáliz de doña Urraca”. Durante la invasión napoleónica, el Panteón de los Reyes fue ocupado por el ejército invasor y sus sepulturas sirvieron de abrevadero para caballos. En el Panteón fueron enterrados doce reyes, doce reinas y diez infantes de León.
Estas son las obras más conocidas y representativas del arte, cada una en un estilo y una época, pero que resumen a la perfección los grandes momentos artísticos de la humanidad.