Pekín, 16 abr (dpa) – El presidente chino, Xi Jinping, abogó hoy en Pekín en su reunión con el canciller alemán, Olaf Scholz, por una estrecha cooperación entre ambos países para evitar una nueva escalada en la guerra de Ucrania, así como también en materia económica.
Tras más de tres horas de conversaciones, Xi emitió un comunicado en el que hace un llamamiento a todas las partes para que contribuyan a aliviar las tensiones «en lugar de echar aceite al fuego».
Con respecto a la economía, se defendió a su vez de lo que calificó como «proteccionismo» por parte de Berlín.
Pese a las diferencias, Scholz y Xi subrayaron que quieren ampliar la cooperación económica. «No queremos desvincularnos de China», subrayó Scholz en varias ocasiones.
Xi dejó abierto si va a asistir o no a la cumbre de paz prevista para junio en Suiza, de la que se ha excluido a Rusia. China solo apoyaría una conferencia internacional de este tipo si fuera aceptada tanto por Rusia como por Ucrania, añadió, si bien luego aclaró que no se opone a su celebración.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ya ha rechazado la iniciativa suiza, a la que se planea invitar a 100 países.
La potencia nuclear asiática, con 1.400 millones de habitantes, está considerada el aliado más importante de Rusia, pero hasta ahora ha hecho poco uso de su influencia en el conflicto.
Impacto en la seguridad de Europa
Al inicio de las conversaciones, Scholz subrayó ante Xi los efectos devastadores de la guerra. «Indirectamente, perjudican a todo el orden internacional, porque violan un principio de la Carta de las Naciones Unidas: el principio de la inviolabilidad de las fronteras», dijo.
«La guerra de agresión rusa contra Ucrania y el armamento de Rusia tienen un impacto negativo muy significativo en la seguridad de Europa», consideró.
Occidente acusa a China de suministrar a Rusia bienes de doble uso, es decir tanto civiles como militares, apoyando así la economía de guerra rusa. Scholz había anunciado que quería abordar esta cuestión con claridad, pero Xi se limitó a destacar en la declaración facilitada a la prensa que China «no es parte ni participante en la crisis de Ucrania».
Scholz y Xi hablaron durante un total de tres horas y 20 minutos, un tiempo inusualmente largo. Primero dialogaron durante una hora en un grupo numeroso, a lo que siguió una ceremonia del té de 45 minutos en privado y, por último, una comida. Durante esta última, Xi trazó una comparación con la situación en Ucrania, según fuentes alemanas, y dijo que «todos deben sentarse a la mesa, pero nadie debe estar en el menú».
Xi anunció el comienzo de una «nueva era de turbulencias y agitación», en la que aumentarán los riesgos para toda la humanidad. «Para resolver estos problemas, es esencial que la cooperación entre las grandes potencias gane terreno».
«Juntos podemos insuflar más estabilidad y seguridad al mundo», dijo Xi, según la traducción oficial.
Xi advierte contra el proteccionismo
El año pasado, el Gobierno alemán adoptó por primera vez una estrategia global para China en la que se define al país asiático, gobernado con mano dura por la cúpula comunista, como socio, competidor y rival sistémico.
El núcleo de la estrategia apunta a reducir la dependencia económica de China para evitar un brusco despertar como el que se produjo tras el ataque ruso a Ucrania, cuando se cortó el suministro de gas.
Xi, al igual que su primer ministro, Li Qiang, con quien también se reunió Scholz, lanzó una advertencia contra el proteccionismo. La cooperación entre Alemania y China no representa un riesgo, sino «una garantía para la estabilidad de las relaciones».
Según el comunicado oficial, tanto Alemania como China dependen de la industria y apoyan el libre comercio. «Teniendo esto en cuenta, ambas partes deben desconfiar del auge del proteccionismo», escribió.
La Comisión Europea investiga actualmente si la venta de coches eléctricos chinos en Europa está siendo subvencionada indebidamente. Es probable que las declaraciones de Xi vayan dirigidas en este sentido.
El viaje es el segundo del canciller a China desde que asumió su cargo en diciembre de 2021. Su visita inaugural en noviembre de 2022 fue solo de un día debido a la pandemia de coronavirus, pero en esta ocasión se tomó tres días -más que nunca antes para un solo país en un solo viaje- y también visitó los dos centros económicos de Chongqing y Shanghái antes de Pekín.
En la capital china lo acompañaron una docena de altos cargos y tres ministros, el de Transporte, Volker Wissing; Agricultura, Cem Özdemir; y Medio Ambiente, Steffi Lemke. Scholz aterrizará de vuelta en Berlín el miércoles por la mañana.