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Por Anne-Beatrice Clasmann y Christopher Kissmann (dpa)
Magdeburg (Alemania), 30 jul (dpa) – Pañuelo de bolsillo, marcada raya a un lado en el pelo y un tono de voz que a unos les parece ganador y a otros grasiento: Maximilian Krah, principal candidato de Alternativa para Alemania (AfD) a las elecciones europeas, no está exento de polémica ni siquiera dentro de sus propias filas.
«Somos un pueblo porque cuando mostramos nuestros álbumes familiares, nos damos cuenta de que incluso nuestros abuelos y nuestros bisabuelos son un pueblo», dijo Krah ante unos 600 delegados que se reunen este fin de semana en Magdeburg, en el este de Alemania, para elegir a los candidatos de su partido a las elecciones europeas de junio de 2024.
Krah, de 46 años, lanza frases como: «Queridos amigos, no hay estúpidos en las escuelas especiales (para personas con discapacidades físicas o psíquicas) alemanas, pero comparen eso con un congreso de Los Verdes».
Su intervención convenció al 65,7 por ciento de los delegados presentes, con cuyos votos fue elegido principal candidato del AfD para las próximas elecciones al Parlamento Europeo.
En sus propias filas, muchos habían expresado reservas sobre Krah a puerta cerrada antes de la reunión. Se le considera una figura pintoresca, ha sido criticado entre otras cosas por su cercanía a China y tuvo que justificarse por supuestas irregularidades en una licitación.
En la reunión de este fin de semana no hubo tanto alboroto como en reuniones anteriores. Esto puede deberse también a que quienes se oponen abiertamente al rumbo de la corriente nacionalista de derechas han abandonado entretanto el partido o han emigrado internamente.
Jörg Meuthen, quien fue elegido con un 90 por ciento de los votos de la formación principal candidato de la AfD para las elecciones europeas de de 2018, abandonó el partido en enero de 2022.
Algunos miembros del partido que hicieron carrera en las Fuerzas Armadas alemanas (Bundeswehr) están en desacuerdo con el rumbo prorruso de la AfD.
Norbert Kleinwächter, diputado del Bundestag (Cámara Baja del Parlamento), quien había sido considerado como posible candidato para enfrentarse a Krah, ni siquiera estuvo presente en la reunión de este fin de semana. Durante un tiempo, se le consideró un posible portador de esperanza para quienes, según la lógica interna de la AfD, son considerados «moderados».
Que la Oficina Federal de Protección de la Constitución (servicio de inteligencia interior) haya clasificado a la AfD como sospechosa de extrema derecha es reconocido por los principales políticos del partido con un encogimiento de hombros. Argumentan que la evaluación del servicio de inteligencia nacional tiene motivaciones políticas y añaden que ya presentaron recurso contra dicha clasificación.
El «ala», que el líder regional de la AfD en Thüringen, en el este de Alemania, Björn Höcke, fundó en 2015, no existe formalmente desde hace más de tres años. Sin embargo, el jefe del servicio de inteligencia nacional, Thomas Haldenwang, está convencido de que la ideología del ala ultraderechista pervive en el partido e incluso ha ganado peso.
