DEBAJO DEL COLCHÓN
UNA noche de visita en su casa, en los cerros de La Carpintera, que la bautizó con el nombre de Entebbe; ya cerca de las 9 de la noche, entró su fiel empleada Dorelia a la biblioteca y dijo: «aquí le traigo estos chayoticos en leche. Perdone que tardara tanto». Figueres sonrió, y le dijo: «Me olvidé que no había comido. De veras que tardaste bastante. ¿Por qué?». Dorelia se encogió de hombros y no respondió; pero Sacristán que era su ayudante, le dijo a don Pepe: «Dorelia no quiere decirle, pero es que no había nada de víveres en la cocina y tuve que salir a traer unos chayotes afuera». Mientras degustaba la delicia de guiso que le preparó Dorelia, el Patriarca comentó: «¿Nada en la cocina? Eso es raro. ¿Por qué, Dorelia?». Titubeó la amable señora, y Sacristán le habló a su jefe: «Bueno, porque se terminaron y en el almacén tenemos el crédito cerrado…». Pero, ¿por qué no me pidieron dinero?» dijo don Pepe. Dorelia y Sacristán se miraron entre sí sorprendidos. Entonces habló Dorelia: «Idiay porque usted nunca tiene dinero en sus bolsillos…». Sonrió el Patriarca, puso el plato de comida en una mesita, levantó un cojín y señaló varios miles de colones y dólares en billetes. «Mira, aquí hay suficiente para comprar los víveres de un año…». En verdad siempre los sorprendía. Dorelia no supo qué decir al ver los billetes que el Patriarca guardaba en su sofá predilecto, debajo del almohadón. En cambio Sacristán, más perspicaz -por algo decía que los años a la par del Patriarca habían sido como la universidad para él- se atrevió a cuestionarle. «Pero… usted que nacionalizó la banca en Costa Rica, ¿guarda plata como quien dice debajo del colchón? ¿Por qué?». «Porque -y de nuevo tomó el plato del guiso de chayote- ¿no te has dado cuenta de que a como anda hoy el país, debajo del colchón está más segura?»Anécdota de Pillique Guerra
Tomado del Anecdotario del elespiritudel48.org
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