Recopilación Carlos Revilla
El 4 de marzo es el 64.º (sexagésimo cuarto) día del año. Quedan 303 días para finalizar el año.
Platón es mi amigo, pero la verdad me es más querida.
Aristóteles (384 AC-322 AC) Filósofo griego.
DÍA INTERNACIONAL DE CONCIENCIACIÓN SOBRE EL VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO
DÍA MUNDIAL DE LA INGENIERÍA PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE
World Engineering Day (WED) por la UNESCO.
DÍA MUNDIAL DEL TENIS
Federación Internacional de Tenis.
ESCUDO
1824 – Costa Rica adopta el Escudo decretado por la Asamblea Nacional Constituyente de Centro América. Lo forman un triángulo equilátero con cinco volcanes, un arco iris y un gorro frigio, símbolo de libertad; con la leyenda «Provincias Unidas de Centroamérica»
RÍO SAN JUAN
1824 – Se ratifica la canalización del río San Juan, comenzando por San Juan del Norte.
RAFAEL GALLEGOS
1835 – El Jefe de Estado José Rafael Gallegos pide que se nombre su sucesor. Alega problemas de salud y falta de preparación para el cargo.
EL ECO
1852 – Circula el primer número del semanario El Eco bajo la dirección de Adolfo Marie.
CAMPAÑA NACIONAL
1856 – En horas de la mañana, se pone en marcha de San José, la vanguardia del Ejército Nacional, compuesta de 2 500 hombres.
ALFREDO GONZÁLEZ FLORES
1915 – El Presidente don Alfredo González Flores, promulga la Ley de Seguro Mercantil y Compañías de Seguros.
TEMBLORES
1924 – Comienza una larga serie de temblores en todo el país.
JULIO MATA
1969 – Muere el compositor musical Julio Mata.
ARNOLDO HERRERA
1996 – Arnoldo Herrera González, promotor cultural y educador, murió en San José. Fundador del Conservatorio Castella y músico. Todo esto le hizo merecedor al Premio Nacional de Cultura Magón 1991. Había nacido el 6 de junio de 1923 en Cartago.
ANTONIO VIVALDI
1678 – Nace en Venecia el compositor y violista Antonio Vivaldi, expresión del periodo barraco en la música clásica. Autor de «Las cuatro estaciones», creó casi 800 obras, entre las que se cuentan más de 400 conciertos y cerca de 46 óperas.
EL LAGO DE LOS CISNES
1877 – Se estrena con escaso éxito en el Teatro Bolshoi de Moscú (Rusia), «El lago de los cisnes», obra de Piotr Ilich Tchaikovsky. No será hasta 1895, al cambiar la coreografía, cuando la obra alcance el reconocimiento que se merece
GRIPE ESPAÑOLA
1918 – Detectan los primeros casos de la «gripe española», pandemia que durante dos años mataría a más de 40 millones de personas en todo el mundo. El brote de influenza virus A ocurrió sobre el fin de la Primera Guerra Mundial y su origen todavía es un misterio.
PRI
1929 – Se funda en México el Partido Nacional Revolucionario (PNR), que más tarde se llamará Partido Revolucionario Institucional (PRI).
ROOSEVELT
1933 – En Estados Unidos, el demócrata Franklin D. Roosevelt toma posesión como presidente en plena Gran Depresión. En su discurso inaugural dice: «A lo único que hay que tenerle miedo es al miedo mismo». Criticado por los empresarios, la política progresista de Roosevelt mejorará el panorama económico y, en 1936 será capaz de ser reelegido con gran mayoría de votos. También ganará en las elecciones de 1940 y de 1944.
LETONIA Y ESTONIA
1991 – En Letonia y Estonia, los independentistas vencen en los plebiscitos correspondientes para separarse de la URSS.
ENVENENAMIENTO
2018 – El exespía del MI6 Sergei Skripal y su hija fueron envenenados con un agente nervioso de Novichok en Salisbury, Inglaterra, causando un alboroto diplomático que resultó en expulsiones masivas de diplomáticos de todos los países involucrados.
Los caracoles producen una secreción incolora y pegajosa que forma una alfombra protectora a su paso. La secreción es tan eficaz que pueden arrastrarse por el filo de una navaja sin cortarse.
o
Si se les ofrece un bolígrafo nuevo para escribir, el 97% de las personas escribirán su propio nombre.
Días malos en la historia
4 DE MARZO DE 1841
Mortalmente aburrido: el fatal discurso inaugural
Él fue el primer candidato manufacturado de Estados Unidos: un aristócrata de Virginia transformado por el Partido Whig en un hombre de la calle que vivía en una cabaña de madera y bebía sidra. Ciertamente, William Henry Harrison había servido hábilmente como general en la Guerra de 1812, así como contra la Confederación India de Tecumseh, pero había habido muy poco que le distinguiera en las décadas posteriores. Fue precisamente esa falta de personalidad, en realidad, lo que le convirtió en el candidato presidencial perfecto, un lienzo en blanco sobre el que los whigs podían crear su propia imagen. Así, Harrison se convirtió en una leyenda de la frontera y en el héroe de la hasta entonces oscura Batalla de Tippecanoe. Y todo lo que tuvo que hacer durante su campaña contra Martin Van Buren fue evitar temas controvertidos y mantener la boca cerrada.Harrison cumplió tan a rajatabla la orden de silencio que ¡4 demócratas empezaron a llamarle «General Mum». Por desgracia, el epíteto no perduraría. Harrison y su compañero de fórmula, John Tyler, (popularizados juntos en la cancioncilla «Tippecanoe and Tyler, Too«) derrotaron a Van Buren por la mínima, tras lo cual el torrente de palabras que debía de haber estado acumulando el silenciado candidato estalló en el discurso inaugural más largo e insoportablemente aburrido jamás pronunciado.
La multitud congregada en la capital de Estados Unidos en el frío glacial de aquel día de principios de marzo* debió de hacerse una ligera idea de la tortura que se avecinaba cuando Harrison comenzó su discurso con esta frase laboriosamente sobrecargada:
«Llamado de un retiro que había supuesto que continuaría durante el resto de mi vida para ocupar el cargo de jefe ejecutivo de esta gran nación libre, comparezco ante ustedes, conciudadanos, para prestar el juramento que la Constitución prescribe como requisito necesario para el desempeño de sus funciones; y en obediencia a una costumbre coetánea con nuestro Gobierno y a lo que creo que son sus expectativas, procedo a presentarles un resumen de los principios que me regirán en el desempeño de las funciones que se me pedirá que desempeñe«.
Durante más de dos horas, Harrison no paró de cotorrear, con un discurso salpicado de extrañas referencias a la antigua Roma. Pero podría haber sido peor. El presidente electo había permitido a Daniel Webster editar el discurso, lo que al menos lo acortó un poco. De hecho, Webster se jactó más tarde de haber matado a «diecisiete procónsules romanos tan muertos como tizones, cada uno de ellos».
El interminable discurso fue un calvario para el público, pero resultó fatal para Harrison. Lo había pronunciado sin abrigo y se resfrió. En el plazo de un mes, Harrison se convirtió en el primer presidente de EE.UU. que moría en el cargo, literalmente aburrido hasta la muerte.
* Las tomas de posesión presidenciales se celebraron el 4 de marzo hasta la ratificación de la Enmienda 20 de la Constitución en 1933, que cambió el comienzo del mandato presidencial al 20 de enero.
Tomado del libro «Bad Days in History»