ODIOS Y QUERENCIAS
DON Pepe odiaba a la gente que «hablaba en difícil» y le tenía tirria a expresiones como «problemática» y «parámetro».En 1948, en plena guerra civil, el famoso General Ramírez -de quien se asegura que jamás disparó un tiro- se dirigió a don Pepe:
– General Figueres…
– ¿Sí, General Ramírez?
– El enemigo se acerca por el flanco derecho en una operación tenaza.
– ¡Qué chanchada!, no le entiendo nada a este viejo -le dijo don Pepe a uno de sus colaboradores. En eso, apareció un campesino y a grito pelado le dijo a Figueres:
– Don Pepe, los mariachis están en la tranquera de Olegario.
– Ahora sí…
Alberto Cañas, quien relató esta anécdota, explica que don Pepe hablaba «como se habla en Los cuentos de mi Tía Panchita, porque era un lenguaje muy campesino, pero de los años veinte. A la vez, era muy culto, porque se crio en San Ramón».
El último gran odio de don Pepe fue Ronald Reagan, el ex presidente de Estados Unidos.
Sin embargo, cuando Reagan visitó el país y un diputado socialista interrumpió su discurso en el Teatro Nacional, don Pepe expresó: «Nunca falta un borracho en una vela».
Anécdota de Alberto Cañas
Tomado del Anecdotario del elespiritudel48.org