CRECIMIENTO
VISITABA don Adán un barco surto en la bahía de Limón, con su inseparable compañero y amigo don Salvador Bonilla Sáenz. Entre los pasajeros observó uno extraordinariamente grande, por lo menos de dos metros de estatura, tirado cómodamente sobre una silla de cubierta.Don Adán volviéndose hacia don Salvador le dijo: -Te has fijado Salvador, ¿QUE GRANDE SE HA VUELTO ESTE HOMBRE?
Idiay, dijo Salvador, ¿vos lo conocías antes?
-NO, ¿PERO VERDAD QUE ESTA MUY CRECIDITO?
Tomado del Anecdotario del Lic. Adán Acosta V.
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