SALVADOS
CORRÍA el año 1910. Iniciado apenas el gobierno del ínclito don Ricardo Jiménez Oreamuno, era Presidente del Congreso Constitucional (hoy Asamblea Legislativa), don Ezequiel Gutiérrez Yglesias y Primer Secretario nuestro don Adán.En una de las primeras sesiones parlamentarias de mayo, el diputado licenciado don Fabio Baudrit González, sempiterno y fino humorista, que siempre gozó del sincero aprecio de sus colegas, cuando se discutía el Presupuesto, en el Capítulo de Gastos del Congreso, pidió la palabra y se levantó para proponer, con toda seriedad, que se eliminara la partida de Dietas y Sueldos de los Diputados.
Al concluir don Fabio, las barras aplaudieron frenéticamente. Aquello cayó como una bomba. Entre cuchicheos, general alarma y sordas protestas, la sorpresiva moción fue sometida a debate. Nadie la refutó, excepto el licenciado Faerron (don Chico), quien valientemente soportó la rechifla del público.
El Secretario licenciado Acosta Valverde formuló la ritual pregunta:
¿Se da por suficientemente discutida la «moción Baudrit»? Los señores diputados que estén por aprobarla se servirán manifestarlo poniéndose de pie.
Todos los legisladores se levantaron en señal de asentimiento. El señor Presidente Gutiérrez Yglesias pidió entonces al Primer Secretario el resultado de la votación, y don Adán le contestó con voz clara y firme: Desestimada. Y don Ezequiel confirmó tajante: Rechazada …
El beneplácito de los Padres de la Patria fue unánime.
Y el proponente, licenciado Baudrit González, abrazando efusivamente a don Adán, le dijo: Nos salvaste, viejo…
Anecdotario del Lic. Adán Acosta V.