Nos contó que cierto escritor mediocre molestaba continuamente al maestro don Antonio Zambrana pidiéndole consejos.
Un buen día se le acerca y le dice:
«No sé lo que me pasa. Siempre que empiezo a escribir me pongo nervioso y al cabo de dos o tres horas de estar dedicado a la tarea, mi agitación e inquietud es tanta que ya no puedo conseguir dormirme esa noche. ¿Qué le parece a usted señor Zambrana que haga?»
Aquel brillante orador, maestro que fue del Licenciado don Ricardo Jiménez Oreamuno y de tantos otros grandes hombres públicos que llegaron a ocupar altas y honrosas posiciones oficiales, con toda calma le respondió:
«¿Ha probado usted de leer lo que ha escrito?»…
Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora.
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