Parque Nacional de los Arcos

Dónde	Utah, Estados Unidos
Altitud del desierto alto	de 1 960 mt a 2 700 mt
Año de la declaración como monumento nacional	1929

En el Parque Nacional de los Arcos (Arches) en Utah, puede encontrarse la mayor diversidad de arcos naturales y otras formaciones geológicas del mundo. Este hecho ha convertido a dicho parque en la joya de la corona de una región ya de por sí única. Ubicado en un desierto alto, la erosión provocada por las temperaturas extremas, el agua y el viento han esculpido bellamente la roca arenisca multicolor de la región hasta crear no menos de 2 400 arcos naturales, así como una gran variedad de insólitas rocas en equilibrio, monolitos y pináculos. En Arches, un orificio en la roca debe medir al menos 90 cm de un extremo a otro para poder ser declarado oficialmente un arco y aparecer en los mapas.

El Delicate Arch es el símbolo del parque. Se trata, quizá, de uno de los símbolos más representativos de Estados Unidos y ha aparecido en un sinfín de libros, películas, postales y calendarios. Mide unos 10 mt de envergadura y15m de altura. Los arcos gemelos del Double Arch, que aparecen en numerosos westerns, cruzan de un lado a otro una brecha situada entre dos afloramientos de roca a una altura de 45 mt. A pesar de no ser tan conocido, el cercano Landscape Arch tiene una envergadura increíble, de 88 mt. Fue en él cuando, en 1991, se produjo un importante desarrollo en la evolución geológica del parque: una inmensa losa de piedra de 20 mt de largo, 3 mt de ancho y 90 cm de espesor se precipitó desde la parte interna del arco, lo que dejó una franja relativamente estrecha de roca para sostenerlo. En términos de cronología geológica, los días del Landscape Arch están contados.

El turismo se ha introducido muy recientemente en la zona, pero existen evidencias de presencia humana de hace miles de años. Los cazadores-recolectores del Paleolítico emigraron a la zona hace unos 10 000 años y descubrieron que el tipo de roca era perfecto para la fabricación de herramientas. No existen restos de moradas antiguas en Arches, aunque se han descubierto inscripciones y petroglifos excavados en las rocas de la zona. Los primeros europeos en pisar la zona fueron españoles, que llegaron en el siglo XVIII. No obstante, no se produjeron asentamientos permanentes hasta finales del siglo XIX.

En la actualidad, numerosos caminos sin pavimentar y rutas de senderismo serpentean adentrándose y saliendo de los arcos y cañones. Los viajes no deben tomarse a la ligera, puesto que el agua es escasa y las temperaturas a menudo alcanzan los 40 °C durante el verano.

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