Mario Quirós
Centrarnos en discutir la bondad o no de los resultados de una investigación, según nos gusten o no, impide poner atención a lo que estos no están diciendo y analizarlos integralmente contra sí mismos y, porque no, contra los resultados de otros estudios.
En lo personal y, estoy seguro muchos habrán sacado otras y mejores conclusiones de esta última investigación del @ciep.ucr, lo que me llama la atención de estos resultados es:
- Confirma tendencias. Aunque no necesariamente en números exactos, las grandes tendencias de esta investigación y las de otras casas coinciden: indecisos, dispersión, volatilidad del voto y lo más importante, nadie está descartado o clasificado a segunda ronda.
- La indecisión aumenta. Hace 4 años, los indecisos a noviembre eran un 37%; para estas elecciones vamos por un 53%. Eso marca un panorama en que literalmente, cualquier cosa puede pasar; aún más que en el 2014 y en el 2018.
- Un voto cada vez más disperso. Igual que hace 4 años, a hoy tenemos 5 candidaturas por encima del margen de error. La diferencia es que esos 5 hace 4 años sumaban un 50% y hoy solo suman un 37%. Hay mucho espacio para más gente que pueda dar la pelea.
- Los números a diciembre. El panorama va apuntando a 5 o 6 candidaturas que cerrarán diciembre con intenciones de voto que, en el rango alto, podrían andar por 14%-17% y en el rango bajo entre un 5%-7%.
- ¿Quiénes? Si vemos esta investigación y resultados de otras casas: José María Figueres, Fabricio Alvarado, Lineth Saborío, José María Villalta, Rolando Araya y Rodrigo Cháves, son los que apuntan a poder consolidar algún grado base de apoyo.
- ¿Faltan invitados? Si, hoy hace 4 años Fabricio Alvarado casi no marcaba en las encuestas y acabo siendo quién más votos obtuvo en primera ronda. Teniendo una indecisión y una dispersión aún mayor que en el 2018, hay espacio para más candidaturas peleando segunda ronda.
- Las encuestas como lo que son. La utilidad de una investigación política, bien diseñada y ejecutada, es obtener datos, identificar tendencias y con ello poder hacer análisis y planificación estratégica, para tomar decisiones. Eso es, no son bolas de cristal.
- Falta mucho. Hablar de ganadores o perdedores a hoy con base en una encuesta, es absurdo. Las dos elecciones pasadas, nos enseñan que con el panorama que pintan las investigaciones, falta mucho camino por recorrer y que la elección está más abierta que nunca.
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