Vía costarricense
Johnny Soto Zúñiga
Al igual que muchos costarricenses recibimos con regocijo y satisfacción por haberse dado una especie de justicia divina; ya que la Asamblea Legislativa de Costa Rica finalmente haya aprobado el expediente N° 21.283, propuesto por el diputado Luis Fernando Chacón, declarando como Benemérito de la Patria al Presbítero, Doctor Benjamín Núñez Vargas. En realidad estos reconocimientos se les deben otorgar a personajes que hayan aportado, en importantes ámbitos del desarrollo de la vida nacional. Siendo uno de los fundadores de la Segunda República entre 1948 y 1949, miembro de la Junta Fundadora liderada por el Caudillo don José Figueres Ferrer, ocupando la Cartera de Trabajo. En las décadas de los 40s del siglo pasado el Arzobispo Monseñor Víctor Manuel Sanabria le había encomendado a Núñez Vargas fundar el Movimiento Sindical Rerum Novarum de línea social cristiana en contraparte a la influencia atea de los sindicatos comunistas.Acompañó a don Pepe en la Guerra Civil de 1948 y el Rev. Núñez Vargas escribe una anécdota con un significado que dejó una huella en la historia de esos acontecimientos y su participación; así: “Al descender del camión en Santa María, me encontré con don Pepe. Es un hombre muy inclinado a darle a actos, que a los demás parecerían insignificantes, la trascendencia histórica, que él les descubre. Por eso, me tomó la mano, me levantó el brazo en alto y dijo: Viva el Capellán del Ejército de Liberación Nacional. De esta manera, quedé notificado de que Costa Rica contaba ya con un Ejército de Liberación Nacional y que, dentro de sus filas, tenía yo que desempeñar, por designación de su máximo líder, el papel de inspirador espiritual y ministro de la fe.” (El Espíritu del 48. José Figueres Ferrer. Pág.12)
Es importante aclarar que si bien el Movimiento Liberacionista tenía su base en los principios social demócratas y la influencia de los intelectuales y dirigentes del Centro para el Estudio de Problemas Nacionales; también se nutre de otros pensamientos democráticos para conseguir el bienestar de la ciudadanía. Se dice que Núñez Vargas imbuido en la influencia y formación de las Encíclicas Papales y todo el pensamiento social cristiano en que se nutre la Iglesia Católica; colabora en la formación del pensamiento liberacionista y más parte con la fundación en 1951 del Partido Liberación Nacional (PLN). El Padre Núñez Vargas nació el 24 de enero de 1915 en Pacayas de Cartago, en las faldas del Volcán Irazú, se formó en estudios de sociología, y en 1926 fue becado para estudiar en el Colegio Seminario, luego el 9 de enero de 1938 se realiza su ordenación sacerdotal. Para 1940, Monseñor Sanabria lo envía a estudiar sociología en la Universidad de Niágara; luego obtendría su Maestría y luego el Doctorado en la Universidad Católica.
Para el año de 1968 el PLN atravesaba un gran debate ideológico referente a aspectos sobre su vigencia, sus postulados desde 1948 cuando era un Movimiento y luego con la Carta Fundacional a partir de su creación en 1951. La discusión era sobre la base de sus postulados doctrinarios; y surgió un grupo denominado el “Manifiesto de Patio de Agua” en honor a la finca donde se reunieron propiedad del Padre Núñez en Patio de Agua de Vázquez de Coronado; y lanzaron un documento visionario que abogaba por un partido más progresista y al servicio de los sectores sociales de bajos ingresos; se hacían críticas de que el partido político había beneficiado más a sectores más altos. Para 1969 se aprobó la Carta Fundamental que impulsaba un Estado que fuera el promotor del desarrollo económico y social, aplicando una serie de reformas del modelo estructural y una mayor participación ciudadana.
Dentro de sus logros está la fundación en los años 70s del siglo pasado de la Universidad Nacional con sede central Heredia, y su primer Rector, construyendo una Universidad comprometida con el desarrollo nacional. Su destacada labor diplomática como Representante Permanente ante las Naciones Unidas en el Gobierno de Figueres (1953-1958) y después en el Gobierno de Figueres (1970-1974) lo nombra Embajador Extraordinario y Plenipotenciario en Jerusalén; lo que permitió estrechar lazos con el Estado de Israel prácticamente desde su creación y en esas décadas de consolidación, lo cual siempre contó con el apoyo de Costa Rica. En Israel el Padre Núñez es muy admirado y querido, por la defensa de este país en los distintos Organismos Internacionales y el Concierto de las Naciones. También ocupó otros cargos importantes en la Función Pública.
En el Expediente Legislativo se expresa los siguiente: “Antes de morir solicitó tres cosas: Quería ser sepultado en el altozano de la Iglesia de Coronado, desde donde tantas tardes contempló el bello atardecer de su Coronado y en que tanto gustaba pasearse absorto en profundos pensamientos hasta ya sentada la obscuridad. Que en su lápida se escribiese el siguiente epitafio: “Oh sacerdote! ¿Quién eres tú? Todo y nada”. Que estuviesen en su funeral las banderas enhiestas de la Iglesia, de Costa Rica, del Estado de Israel, de Liberación Nacional, del Rerum Novarum y de la Universidad Nacional.”