La Herencia…

Fernando Berrocal

Fernando Berrocal Soto

Con el Acuerdo con el FMI, el “superávit contable” del Gobierno en el 2021 sería de US $1.000 millones, pero la deuda pública será casi del 75% del PIB.

Además del desempleo y la enorme crisis económica y social, esta herencia es un cuadro fiscal y de deuda aterrador para el futuro Gobierno de la República.

Insisto en que la solución no está en medidas cualitativas para solamente mejorar la recaudación del actual sistema tributario o hacer un toquecito por aquí y otro por allá, para no afectar los intereses de unos y otros y no provocar un crítico debate público de sectores. El asunto es mucho más profundo.

Aquí hay un problema estructural que solo se arregla con un cambio de fondo en la estructura tributaria actual y, sobre todo, enfrentando con liderazgo y firmeza una negociación interestatal de la deuda pública interna en colones.

Los cambios deben ser estructurales y eso es parte de la Reforma del Estado.

El 80% de la deuda pública es deuda interna en colones con bonos (papeles) del Ministerio de Hacienda por los bancos públicos, el INS (caja chica actual del Estado), Recope (siempre caja chica del Estado), el ICE, RECOPE, la CCSS y otras instituciones. Esto es, digan lo que digan, una bolsa del mismo pantalón debiéndole a la otra bolsa del mismísimo pantalón del Estado Costarricense.

Aquí hay un galimatías que enfrentar con soluciones y cambios estructurales.

¿Cómo es que no se puede condonar una parte de esa deuda y renegociar plazos y monto de intereses? Un gobierno social democrático, fuerte y con liderazgo lo debe hacer, para no seguir en la paradoja absurda en que vivimos.

La otra línea de trabajo tiene que ver con una reforma tributaria estructural, progresiva, democrática y justa, para que quienes más tienen paguen más y quienes menos tienen paguen menos, trátese de empresas o de personas físicas y según sus sectores de actividad y esto vale para los impuestos, pero igualmente para las contribuciones parafiscales y cuotas fijas a las instituciones de nuestro Estado Social de Derecho.

Aquí hay un trabajo enorme que hacer y esto obligará a un constructivo diálogo patriótico y a un gran pragmatismo político en el 2022.

Como país en desarrollo, hemos llegado a la irracionalidad: ¿Cómo puede una mediana o pequeña empresa privada trabajar y generar empleo y riqueza nacional, a partir de un 55% en impuestos, cuotas y cargas sociales?

Que alguien me lo explique y que algún sabio, de los que sobran, me aclare si no es una locura surrealista un país con 110 impuestos por ley, de los cuales solo cuatro o cinco dan recursos importantes al Ministerio de Hacienda.

Finalmente: ¿qué se hace con la huaca de las subejecuciones presupuestarias?

O hay cambios estructurales o no salimos de la crisis, a menos que usted quiera pagar más impuestos, que es la tesis del gobierno del PAC y de los neoliberales.

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Un comentario

  1. Carlos Manuel Echeverria

    Muy buen artículo Fernando. Un gobierno social cristiano pensaría tendría sin duda una posición similar, aunque con sus propios matices participativos. No estamos hablando de ciencia de cohetes. Estamos hablando de ciencia y lógica económica. Como estamos ahora no se puede salir del atolladero, producir ni progresar.

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