La historia detrás del nuevo Edificio Legislativo

Rodolfo Peña Flores

Asamblea Legislativa
Nuevo edificio de la Asamblea Legislativa. CP/CRM
En la sesión de este lunes, la Asamblea Legislativa estrenó una nueva sede donde debatimos por primera vez en un nuevo plenario legislativo, por lo que me gustaría informar a los costarricenses, con la finalidad de aclararles importantes aspectos que me parecen deben ser de conocimiento público.

Comprendo que el traslado a estas nuevas instalaciones se presenta en una época difícil para nuestro país, una dura crisis económica nos está afectando, muchas familias sufren el problema del desempleo y la pobreza, y por ello, para muchos, este traslado de sede puede causarles molestia e indignación.

No obstante, es importante aclarar que la decisión de realizar esta inversión por parte de esta Asamblea Legislativa, se realizó ya hace algunos años atrás, no es una decisión actual, fue un 27 de setiembre del año 2011 cuando se firma con el Banco de Costa Rica el contrato de Fideicomiso Inmobiliario que permitiría la construcción de esta nueva sede legislativa, sin incurrirse en ningún endeudamiento del Gobierno Central.

Tengo claro que en ese momento les movía a los Diputados de entonces, los mejores intereses: los edificios de la Asamblea Legislativa ya guardaban muchos años, algunos más allá de su vida útil, por lo que había que darles constantemente un costoso mantenimiento, se tenían también ordenes sanitarias, las necesidades de espacio físico requirieron del alquiler de otros oficinas, y la propuesta económica de la nueva inversión permitía bajo una figura de alquiler, con los propios recursos ya presupuestados, poder contar con un nuevo edificio.

Los principales edificios de la Asamblea legislativa son patrimonio histórico, el edificio principal es sede de la Asamblea Legislativa desde el mes de marzo de 1958, debido a ello se requería presupuestar para el respectivo mantenimiento cerca de 200 millones anuales, aún con la inversión de estos recursos no se solucionaban los problemas de fondo.

Se debían cumplir órdenes sanitarias y una sentencia de la Sala Constitucional que ordenaba resolver los problemas estructurales de inhabitabilidad y hacinamiento, además aún con los esfuerzos realizados para cumplir con la ley 7600, la accesibilidad todavía es escasa.

Por otra parte, la Asamblea cuenta con seis edificios alquilados, que representan un costo de 870 millones anuales. La duplicidad de muchos servicios para mantener el funcionamiento de estos edificios implicaba además un costo adicional significativo cada año.

Esta nueva sede, permitirá entonces que solo en los rubros citados, la Asamblea Legislativa pueda ahorrarse anualmente más de mil millones de colones. Por último, quisiera compartir con los costarricenses, que la inversión en esta nueva sede se logra gracias a que el Fideicomiso del Banco de Costa Rica arrendará este nuevo edificio a la Asamblea Legislativa, lo que ha comenzado a ocurrir desde el mes de abril y hasta por 14 años, al cabo de los cuales el edificio pasará totalmente a manos del Estado.

En buena hora que estas nuevas condiciones laborales dignifican por fin la labor del trabajador legislativo, y este cambio que mejora las condiciones laborales de todos los que trabajamos en esta Asamblea Legislativa, nos debe de llamar a un compromiso mayor por la búsqueda de la eficiencia y eficacia en la gestión legislativa, por la búsqueda de una mejora continua de nuestra labor, y un mayor compromiso de cumplir con la razón de ser de este Poder de la República.

Jefe de Fracción del PUSC

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