Dirigentes hipócritas

Luis Felipe Arauz

Los dirigentes más conspicuos de los actos delictivos que han trastornado el libre tránsito del pueblo de Costa Rica, José Miguel Corrales, Célimo Guido y Óscar Campos, han puesto de manifiesto que su ego está por encima de su patriotismo. Sus contradicciones entre actuaciones y prédicas rayan en la hipocresía.

Corrales: Tres veces diputado, llegó a ser candidato presidencial por el Partido Liberación Nacional en 1998, como abanderado de la ética en la función pública. Luego fue candidato por otro partido y logró el apoyo del 1% del electorado en 2014. Lo paradójico es que hoy el otrora adalid de la ética se convirtió en promotor de la delincuencia. Porque él como abogado sabe que bloquear calles es un delito ¿o no lo es, señor Corrales? Y por favor, señor Corrales, no venga a decir ahora que es una lucha patriótica contra los impuestos, porque usted mismo, como diputado, promovió la Ley de Referéndum, y defendió el precepto constitucional que dice que la creación de impuestos no se debe someter a la decisión fuera de la Asamblea Legislativa, porque nunca se aprobarían impuestos en un referéndum. Así que, en este caso, si no está de acuerdo con los nuevos impuestos, lo correcto es reunirse con los diputados y plantear alternativas, cosa que usted no ha hecho, como se lo hizo saber la diputada Zoila Volio.

Lo que parece, en el fondo, es una enfermiza búsqueda de notoriedad del Sr. Corrales, que después de sus fracasados intentos por conseguir la presidencia de la República lo ha llevado a buscar los temas donde él huele que hay descontento popular, y presentarse como defensor del pueblo. Hace pocas semanas organizó una protesta por las restricciones impuestas por el gobierno por la COVID-19, la cual resultó en un estrepitoso fracaso. Por eso el anuncio de las medidas económicas propuestas (no impuestas) por el poder ejecutivo, le cayeron como anillo al dedo, porque a nadie le gustan los impuestos. Hace 15 días el Sr. Corrales protestaba porque se restringía la movilidad y la posibilidad de trabajar a las personas, y hoy él, con sus bloqueos, promueve exactamente lo mismo, ante un tema que él mismo antaño argumentó que no debía decidirse fuera de la Asamblea Legislativa. Su idea, pareciera, es buscar la presidencia por la vía del golpe de estado, como ha quedado claro a partir de sus declaraciones sediciosas. Afortunadamente Costa Rica no come cuento.

Guido: Este exdiputado también cae en contradicciones. Recientemente ha estado promoviendo un proyecto de ley sobre soberanía alimentaria. En algún momento contribuí con esta iniciativa de don Célimo en la formulación conceptual del tema, y en esa interacción me pareció una persona preocupada por los agricultores. Por eso resulta una gran hipocresía que ahora promueva acciones delictivas en las cuales los más afectados son precisamente los productores agropecuarios que don Célimo dice defender, porque no pueden llevar sus productos perecederos al mercado. Y lo peor, él tiene contacto con muchos diputados y podría fácilmente hacer cabildeo en contra de las propuestas del gobierno, o mejor, proponer alternativas, cosa que no ha hecho. Da la impresión de que el cabildeo no le da la notoriedad que su ego necesita, y que sí dan los bloqueos.

Campos: Otro exdiputado en busca de notoriedad política. Su trayectoria ha sido vivir de la política, quebrar cooperativas, pedirle recursos al INFOCOOP para después decir que la crisis de su administrada COOCAFÉ se debe al INFOCOOP cuando ha sido su mala gestión la causante de dicha crisis. Si alguien carece de autoridad moral para hablar en nombre del pueblo de Costa Rica es este señor. Ahora se hace pasar por defensor de las cooperativas agroindustriales, pero impide que los asociados de distintas cooperativas lleven sus productos al mercado. Por ejemplo, ya se reportan cuantiosas pérdidas entre los productores de leche, muchos de ellos asociados de una importante cooperativa agroindustrial costarricense. Pero eso le importa un bledo a don Óscar.

Finalmente, me parece sumamente preocupante que se promuevan estos hechos justamente en momentos en que la tasa de contagios por el coronavirus empieza a bajar, pues las manifestaciones masivas que están convocando podría dar al traste con este esperanzador comportamiento de la pandemia, y obligar a nuevos cierres sanitarios, con las consecuencias que ya conocemos. Enorme irresponsabilidad, precisamente en el momento en que el sector turismo empieza lentamente a ver la luz con las nuevas aperturas le hacen la maldad de impedir el paso de los turistas nacionales y extranjeros. Señores Corrales, Guido y Campos, ¿será demasiado pedirles un poquito de patriotismo, pero el de verdad, no el patriotismo ridículo de compararse con grandes próceres que construyeron la patria, no la destruyeron como están haciendo ustedes.

– Ingeniero Agrónomo