Gilberto Jerez
Mientras el país entero se debate entre las dudas, el crecimiento exponencial de la pobreza, la desconfianza, la confusión, el desbarajuste y el desorden constitucional propiciado por un desgobierno.En la comunicación, el engaño y la manipulación al receptor, no sólo se pueden dar en la relación entre el entrevistador y el entrevistado.
Sino que se puede dar en el momento previo y privado donde se pactan los acuerdos de la entrevista.
Puede y no es nada raro que, posiciones antagónicas y cuestionamientos en un determinado espacio radial, sean compadre hablado…
Para engañar, timar y confundir a la opinión pública ¿Porqué no?
En la entrevista puede haber intenciones, campo y perversidad para cuestionar, de mentirillas y pérfidamente, por parte del comunicador y así coadyuvar a la causa.
Es como poner la bola en el bate del entrevistado, para que la bola tenga más trayectoria.
Hay, cada día más en nuestra Costa Rica, grandes personajes a los cuales la nariz de Pinocho se hace pequeña y se queda corta en comparación con sus embustes y patrañas en “favor de la patria” este fue el caso del presidente del Banco Central y el Ministro de Hacienda hoy en NUESTRA VOZ.
Hábilmente rodaron a la señora. ¿O se dejó rodar?
Demostrándole que no es tan hábil ni sagaz como aparenta hacernos ver que es.
Dijeron de todo sin decir nada; lo único que quedó en el aire es que ya tienen todo montado con el FMI y lo presentan el jueves.
Día en que esta gran farsa será presentada en la tarima de atolillo con el dedo llamada “Costa Rica escucha, propone y dialoga” para desviar la atención de los más perjudicados mientras los “responsables” nos perjudican miserablemente con sus ya elaborados y decididos planes a favor unos pocos y poderosos…
Vemos así con mucha preocupación, algo que cada día es más evidente:
Como, en nombre de la DEMOCRACIA, lacayos y serviles de un interés grupal perverso y bien definido se han incrustado en la pura esencia del poder político actual, que es como un barco sin timón sin personalidad y sin velas y con un capitán novato y pusilánime.
Amelia Rueda, disculpe las expresiones, pero…
Si de verdad está preocupada por la patria y ya nos brindó la oportunidad de escuchar a los testaferros del sistema, vende patrias de oficio.
Entonces invite a su programa a otros actores que nos ilustren y nos digan si están de acuerdo o no, sobre cuánta es la “tanta bondad” de esa receta y derrotero económico con que nos bombardean a diario, para convencernos de la verdad y única alternativa de sus propuestas.
Adornadas con el brillo de la sapiencia que ilumina a los susodichos serviles de las cámaras empresariales… hoy “flamantes” ministros.
No debería usted temer, señora, a medir con la misma regla a otros competentes y también reconocidos profesionales de la economía…
Darles chance del mismo modo “preponderante” que les da a quienes hábilmente hoy, se erigen y autodenominan los gurús en esa importante materia que bien podría desequilibrar la relativa paz social que a los costarricenses nos queda…
Esto gracias a la falta de hormonas, a la incapacidad, a la sumisión y el apocamiento de quien vilmente ha traicionado al pueblo violando sus promesas y juramento; mancillando y pisoteando la banda presidencial en favor de una egoísta, ignorante y miope plutocracia.
Deles a ellos también chance sobre todo si usted, de veras cree que su medio y su programa son tan influyentes y defienden con justicia el sentimiento de las mayorías cada día más injustamente golpeadas con estas actitudes.
Hay y debe haber campo y oportunidades para todos los costarricenses señora! Lo que no son válidas son las ventajas en detrimento de la mayoría.
Intento con este escrito despertar su conciencia, pues nadie más que usted debería de estar agradecida con Costa Rica.
Ya que, por su capacidad demostrada, debería de haber aprendido de don Rodrigoo Fournier (qdDg) quien tanto y siempre daba chance a una como otra parte que necesitaban de un prestigioso medio como el suyo de un micrófono o una imagen para poder comunicarse con el pueblo.
Usted señora que “tanto habla en nombre de este pueblo” demuestre su objetividad y agradecimiento, palabras que espero no se hayan borrado jamás de su vocabulario.
Ojalá que tampoco el significado de estos vocablos sea hoy una laguna en su corazón de “comunicadora”
No olvide estimada señora, que los costarricenses somos 6 millones de habitantes más usted y otros más que fueron acogidos bajo este cielo límpido azul, hoy con grandes nubarrones; algunos aportados por quienes, desde los medios de comunicación, nos intentan manipular, engañar e hipotecar nuestro futuro.
Si señora, lo que hoy más que nunca importa a los costarricenses no es que los programas y los mensajes de esas “empresas de la conciencia nacional” que muchos dicen poseer; uno de ellos, el suyo, se llama NUESTRA VOZ, sean manipulados o no.
Sino quién los manipula, con qué objetivo, en provecho de quiénes y al servicio de qué intereses.
Por su bien, su prestigio, su credibilidad y su honra; permítanos ver las dos caras de la moneda.
Es su obligación moral, ética y profesional.