Al oído del señor Yglesias Castro llegaron estas infamias. Sus amigos le instaban para que se defendiera por la prensa, pero don Rafael guardaba el más prudente silencio.
Los calumniadores continuaban denigrando la labor de don Rafael y levantaban montañas de infamias contra su persona.
El señor Yglesias Castro no soportó más y dijo estas palabras, que fueron recogidas por los diarios de aquella época:
—»El Teatro Nacional es orgullo de los costarricenses, porque marca una era de civilización artística y cultural. Las Casas de Corrección, servirán para ofrecerle al país hombres preparados y dispuestos al trabajo; y el Ferrocarril al Pacífico, la obra de mi gobierno que más ha sido combatida por mis enemigos políticos, el pito ronco de la locomotora va diciendo por los interiores de la montaña, que ESTAS OBRAS, SON LAS OBRAS DE UN LOCO»…
Tomado del Anecdotario Nacional de Carlos Fernández Mora. Dibujante: Noé Solano V.
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