Ana Laura Berdugo
Contexto histórico
El Renacimiento es el período en la historia que se sitúa entre los siglos XV y XVI, y es lo que conecta a la Edad Media con la Edad Moderna. Nació en Florencia, Italia, gracias a las ideas humanistas impulsadas por Cosme de Médici, y se caracterizó por la admiración a la Grecia clásica de la Antigüedad, la búsqueda de la belleza por medio de la matemática y la ciencia, y por una nueva visión antropocéntrica del mundo (centrada en el ser humano), entre otras cosas.
Durante esta época los principales mecenas o propulsores del arte eran los monarcas o la iglesia, siendo los Papas los principales contratistas de Miguel Ángel.
Según el conocido historiador renacentista Giorgio Vasari, para Miguel Ángel la naturaleza misma estaba contenida adentro de un bloque de mármol, y era el intelecto del artista el que podía ver las formas encerradas en la piedra antes de esculpirla.
La Pietà
La Piedad o La Pietà es una escultura en mármol creada a inicios del renacimiento. La pieza recrea a la Virgen María en una actitud solemne y resignada contemplando el cuerpo inerte de su hijo que yace en su regazo.
La Virgen se presenta bella, piadosa y más joven que su propio hijo. Esta marcada juventud de la Virgen es totalmente a propósito, y refleja el idealismo característico del renacimiento: El ideal de belleza y juventud tal como lo representaban los antiguos griegos clásicos.
En esta obra el cuerpo de Cristo se considera anatómicamente perfecto, mientras que los pliegues del manto de la Virgen son un derroche fantástico en la técnica.
El contraste entre la suave resignación en la cara de María y la fortaleza de sus piernas -que se erigen firmes sosteniendo el cuerpo de su hijo tal como si fueran columnas que sostienen un templo-, sumado a los diversos ejes dentro de la composición triangular, le dan a la pieza toda la majestuosidad propia de una obra maestra.
Según Vasari, la gente en Florencia no creía que el autor fuera Miguel Angel por ser tan joven, ya que solo tenía 24 años cuando la esculpió. Esto le ocasionó tal enojo al artista, que cinceló su nombre en la cinta que cruza el pecho de la Virgen, haciendo de La Pietà la única obra firmada por Miguel Ángel en toda su vida.
La Pietà se encuentra actualmente en Ciudad del Vaticano, y se considera popularmente como símbolo del Sábado Santo.