El reverdecer de Liberación

Ricardo Castro Calvo

Liberación tiene la obligación histórica de ser un fiel representante de la sociedad costarricense. Así nació. Esa es su naturaleza. La genialidad de los padres fundadores fue captar la idiosincrasia del pueblo e interpretarla fervientemente. Dibujar un camino apegado a los valores y principios del costarriqueñismo. Esa es la ideología liberacionista.

Muchos sectores se agruparon para la conformación del PLN. Fueron los soldados del ejército de Liberación Nacional, los intelectuales del Centro de Estudios para los Problemas Nacionales, los líderes y obreros de la central sindical Rerum Novarum; los militantes del Partido Social Demócrata; muchos simpatizantes de los partidos Demócrata, del Unión Nacional y pensadores cristianos fueron la base del partido naciente.

Durante siete décadas; el Partido Liberación Nacional afianzó las libertades democráticas, desarrolló una nueva economía, incrementó la riqueza de los ciudadanos y sacó a miles de la pobreza.

Este partido político ha estado, en varias oportunidades, al borde de la muerte. Ha visto disminuir el apoyo de pueblo y puntualmente de la juventud. Una base de ciudadanos le han imputado haberse distanciado de los problemas nacionales y se ha encontrado frente a actos de corrupción de partidarios.

Sin embargo, sus liderazgos han comprendido que los tiempos cambian y con ello, comprender que se deben ajustar las prioridades de cada momento. Han revitalizado sus planes y programas de gobierno y, han mantenido su poder como partido en la estructura social de país, especialmente en su base cantonal.

Gente honorable se ha alejado de la participación partidista por la influencia de un puñado de malos costarricenses que han llegado a servirse del poder. La corrupción ha sido un efecto mundial del quehacer político y el PLN no ha sido excepción. Confundir el interés propio o de grupo, con el bien común es un eslabón que carcome las simpatías de un partido.

El mundo ha cambiado y Liberación Nacional ha caído en el error de refugiarse en el pasado. En su historia gloriosa. También debe cuidarse de la tentación querer guarecerse en propuestas importadas y abdicar del pensamiento propio.

La tarea para el reverdecer de Liberación viene desde el aire que inspiró su nacimiento: construir una Patria sin miseria.

Nuevos tiempos inspiran “el cómo” pero no debe ser una obstáculo para pensar en continuar la labor con visión de futuro. Inspirados en el sabio consejo de los viejos y la energía creadora de la juventud. Una sociedad donde la acción emprendedora de la mujer debe conquistar el corazón de la sociedad con rostro humano.

Este nuevo grupo de liberacionistas que han elegido los delegados de las bases nos inspiran. Llevan la reserva moral en un Presidente de lujo y vitaliza la estructura un dinámico Secretario General. Cierra en armonía el Comité Ejecutivo, una Tesorera de cualidades morales intachables. Guillermo Constenla, Gustavo Viales y Paulina Ramírez lideran un equipo de mujeres y hombres que completan ese comité y unen tareas con el recién electo Directorio Político que guarda equilibrios de juventud, mujer y sabiduría.

A estos liberacionistas les corresponde la tarea de dirigir la organización. Hacer la revolución de las ideas. Pensar fórmulas brillantes con procedimientos eficientes para refundar la sociedad de la equidad. Vivir la justa distribución de la riqueza, es la receta, de la paz duradera para Costa Rica.

En el trabajo de todos y todas las liberacionistas debe existir el afán de inspirar un reverdecer de Liberación.

La tecnología, las redes sociales y la inteligencia artificial han cambiado el mundo y también a la política. Desde ahí, convenimos en escribir una nueva etapa de la democracia costarricense.

Comprometemos generar, desde nuestra propia energía creadora, con el orgullo del origen partidario que nos ilumina, las ideas para desafiar con la inteligencia de los mejores hombres y mujeres de la Patria y hacer realidad, los sueños del futuro.

– Asesor parlamentario