Sobre el cielo y la tierra del Papa Francisco (II)

Vía costarricense

Johnny Soto Zúñiga

Johnny Soto Zúñiga

Seguimos con la segunda parte de este interesante diálogo interreligioso entre el Papa Francisco y el rabino Abraham Skorka, rector del Seminario Rabínico Latinoamericano, los cuales buscan construir puntos de coincidencia; cada uno desde su perspectiva en temas profundos de la fe y las estructuras actuales en cuestiones teológicas y terrenales. En esta época de reflexiones, las personas meditan y pueden analizar, hacerse preguntas tanto de acontecimientos pasados como actuales, de los misterios bíblicos no resueltos y aspectos de la vida misma de cada quien.

En la primera columna sobre este diálogo, se trataron los temas de: Dios, el diablo, y los ateos; y como ambos exponentes coincidían o discrepaban, y así pudimos hacernos una mejor idea de sus planteamientos religiosos. Para esta segunda parte he escogido hacer un resumen de los siguientes temas: las religiones, la oración, el fundamentalismo y la muerte. Otros aspectos de las conversaciones se tratarán en una próxima entrega, que servirán para conocer sus posiciones. La posición del Papa Francisco, sin duda iluminará a sus feligreses y como rector del Vaticano que rige los destinos de la Iglesia Católica alrededor del mundo.

1-Sobre las Religiones: El Papa Francisco afirma que Dios se hace sentir en el corazón de cada persona. Se debe respetar la cultura de cada pueblo y éste capta la visión de Dios, la va elaborando y purificando, dándole un sistema, siendo que algunas culturas son más primitivas que otras, pero Dios se abre y penetra a todos los pueblos, llama a todos (as), provoca a todos para que lo busquen y lo descubran a través de la creación. Considera que tanto en el cristianismo y del judaísmo existe una revelación personal. Nos dice su nombre, nos conduce por medio de los profetas. Los cristianos creemos que, finalmente, se nos manifiesta y se nos entrega en Jesucristo.

Skorka considera que hay distintas religiones porque existen las experiencias individuales y si se reúnen en torno a un denominador común, se conforma una religión. En el caso del judaísmo, por ser una religión milenaria, se la debe interpretar en términos antiguos; su origen es unos mil años antes que el de Roma que diferenciaba los términos de religión, nación y pueblo, mientras que en el judaísmo los tres términos son indisolubles. Ser parte del pueblo judío significa aceptar su religión, como lo expresó Rut a Naomi: “Tu pueblo será el mío, tu Dios será mi Dios”.

2-Sobre la Oración: El Papa Francisco afirma que orar es un acto de libertad. Pero a veces aparece un intento de querer controlar a la oración, que es lo mismo que intentar controlar a Dios. Eso tiene que ver con una deformación, con un excesivo ritualismo o con tantas otras actitudes de control. La oración es hablar y escuchar. Existen momentos que son de profundo silencio, adorando, esperando a ver qué pasa. Cuando uno quiere controlar la oración, cuando uno es indiferente a la relación con Dios, termina dando importancia a lo mundano. El espíritu de la celebración litúrgica tiene que tener otro tono, más vinculado con lo espiritual, el encuentro con Dios.

Skorka expresa que la oración debe servir para unificar al pueblo: es un momento en el que todos decimos exactamente las mismas palabras. Más aún, para que la oración sea más fuerte, deben realizarla –según nuestra ley- por lo menos diez judíos. La oración tiene que ser un acto de profunda introspección, donde cada uno debe hallarse a sí mismo y empezar a hablar con Dios. Cuando alguien estudia profundamente la Biblia, lo hace para encontrar pautas que le permitan no confundirlas. En esencia, todo acto místico pretende un acercamiento a Dios, sentirlo de alguna manera, que es la condición básica de la oración. El verbo rezar en hebreo se dice leitpalel, que significa autojuzgarse.

3-Sobre el fundamentalismo: El Papa Francisco afirma que el sacerdote, en su rol de maestro, enseña, propone la verdad revelada y acompaña. Aunque tenga que presenciar fracasos, acompaña. El maestro que se arroga tomar las decisiones por el discípulo no es buen sacerdote, es un buen dictador, un anulador de las personalidades religiosas de los otros. El sacerdote que se arroga ser exclusivamente directivista, como en los grupos fundamentalistas, anula y castra a las personas en la búsqueda de Dios. Ese tipo de religiosidad, bien rígida, se disfraza con doctrinas que pretenden dar justificaciones, pero en realidad privan de la libertad y no dejan crecer a la gente. En gran parte terminan en la doble vida.

Skorka señala que el fundamentalismo es una actitud: las cosas son de una manera y no se discuten, no pueden ser de otra. Tampoco hay que irse al otro extremo, de modo tal que las cosas pueden ser de cualquier manera. Hay que encontrar el camino medio. Como enseñaba Maimónides en la Edad Media, hay que encontrar el “camino de oro”. No es una cuestión sólo religiosa, se da absolutamente en todos los órdenes, empezando por el político, donde se da mucho más que en el religioso. Lo que pasa es que en el religioso duele más. Cuando se mata en nombre de Dios, duele muchísimo más. Con la destrucción de la dimensión de la dignidad humana, se destruye la dimensión de la fe.

4-Sobre la muerte: El Papa Francisco expresa que Dios siempre da la vida. Te da la de acá y te da la del más allá. Es el Dios de la vida, no el de la muerte. En nuestra lectura teológica del mal, está la escena del pecado. El mal entró en el mundo por la astucia del Demonio, que –como ya dijimos- se puso envidioso porque Dios hizo al hombre como el ser más perfecto. En nuestra de, la muerte es una consecuencia de la libertad humana. Fuimos nosotros, por nuestros pecados, quienes optamos por la muerte, que entró en el mundo porque le dimos cabida a la desobediencia del plan de Dios. La muerte es un despojo, por eso se vive con angustia. Uno está aferrado y no se quiere ir, tiene miedo. Y no hay imaginación del más allá que te libre de eso.

Hasta el más creyente siente que lo están despojando, que tiene que dejar parte de su existencia, su historia. Son sensaciones intransferibles. En los Evangelios, el mismo Jesús, antes de la oración en el Monte de los Olivos, dice que su alma siente angustias de muerte. Tiene miedo de lo que va a venir, está escrito. Según los relatos evangélicos, muere recitando el salmo XXI: “Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado”. De eso no se salva nadie. Yo confío en la misericordia de Dios, que sea benévolo. Digamos: no angustia con anestesia pero sí con capacidad de soportarla.

Skorka señala que en el judaísmo hay toda una gama de explicaciones sobre la muerte. Había dos árboles que estaban en el medio del Edén, uno era el árbol del conocimiento, del bien y del mal, y el otro, el árbol de la vida. Con la transgresión de Adán y Eva a los mandatos divinos, murió algo de espiritualidad en el hombre, pero la muerte ya estaba instalada porque es parte de la naturaleza. Creo que, desde el mismo momento en que Dios creó al hombre, determinó que iba a tener un tiempo de vida. Pero, en verdad, el hombre se asemeja al árbol, debe cumplir un ciclo, dar sus frutos y después permitir que nuevos ciclos se reinicien por medio de las semillas que él mismo planta. Lo que la vida nos muestra es que hay una trascendencia sobre la faz de la Tierra.

Dejamos aquí esta segunda parte del interesante diálogo interreligioso, con temas trascendentales, para todos los creyentes o no. Deseamos conocer los puntos de vista de personajes influyentes a nivel mundial; siempre es importante saber y aprender sobre la opinión de los maestros, sacerdotes o rabinos que han dedicado sus vidas a profundizar sobre los textos bíblicos y su interpretación en beneficio de la humanidad. El libro “Sobre el Cielo y la Tierra”, de ambos personajes, logra su propósito de construir horizontes comunes, cada uno desde sus particularidades y distintas religiones a que pertenecen.

EVALUE ESTA COLUMNA
1 Estrella2 Estrellas3 Estrellas4 Estrellas5 Estrellas (1 votos, promedio: 5,00 de 5)
Cargando...

Revise también

Giorgia Meloni

¿La extrema derecha otra vez «de moda»?

Metapolítica, redes internacionales y anclajes históricos Steven Forti La preocupación por el ascenso de las …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Cambio Político
Este sitio usa cookies. Leer las políticas de privacidad.