¿Cuál congreso?

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Carlos Revilla M.

Carlos Revilla

El Partido Liberación Nacional celebró el día de ayer la clausura de lo que llamaron «Congreso de capacitación y formación», al cual yo decliné asistir por los motivos que detallaré más adelante. Quisiera también referirme a varios aspectos relacionados con la organización de este llamado «congreso», que en realidad no lo fue.

Empiezo diciendo lo que según el estatuto del partido, se debe celebrar un Congreso Nacional cada dos años de forma ordinaria. Esto nunca ha sido así, el último realizado fue el V Congreso Daniel Oduber Quirós» en el 2005, hace ya once años. Dada la importancia del tema, me permito transcribir los artículos en el estatuto donde se menciona el Congreso Nacional (disculpen lo extenso de la cita, pero es necesario):

«ARTÍCULO 2: Los principios que orientan el pensamiento y la acción del Partido son los enunciados en su carta fundamental, principios que sólo podrán ser revisados y modificados por el Congreso Nacional.

ARTÍCULO 3: El Partido Liberación Nacional tendrá un programa de objetivos fundamentales que será aprobado o modificado en el Congreso Nacional, por no menos de dos terceras partes de sus votos presentes.

ARTÍCULO 67: Son órganos nacionales los siguientes: a) Congreso Nacional;

ARTÍCULO 68: El Congreso Nacional es un organismo permanente de investigación y estudio formado por las Comisiones de Ideología y Programas, que establece este Estatuto.

Los resultados de su labor se expresan por medio de las Comisiones de Educación Política, que serán las responsables de informar a todos los organismos del Partido.

ARTÍCULO 69: El Congreso Nacional es el órgano superior del partido en materia ideológica y programática.

Tendrá como atribuciones propias:

a) Revisar y reformar la Carta Fundamental del Partido; b) Interpretar las normas de esa Carta y hacer las definiciones ideológicas; c) Aprobar, modificar, promulgar el programa para cumplir los objetivos consagrados en la Carta Fundamental; y d) Evaluar la marcha del Partido en el período transcurrido desde la última reunión del Congreso, en lo relativo a los aspectos ideológicos y programáticos.

ARTÍCULO 70: El Congreso se reunirá en sesión plenaria ordinariamente cada dos años, y extraordinariamente cuando lo convoque el Directorio Político Nacional, por decisión de la Asamblea Plenaria.

ARTÍCULO 71: El Congreso Nacional estará integrado por los (as) siguientes miembros (as):

a) Los miembros de la Asamblea Plenaria y del Directorio Político Nacional; b) Los miembros de los Tribunales de Ética y Disciplina, Elecciones Internas y de Alzada del Partido; c) Los Diputados electos por el Partido Liberación Nacional; d) Los alcaldes, regidores, síndicos, concejales de distrito, intendentes, propietarios y suplentes elegidos por el Partido Liberación Nacional; e) Los miembros del Directorio de cada una de las Secretarías; f) Los miembros de los comités nacionales de los Movimientos y Sectores de Partido; g) Los miembros de los Comités Directivos de los Foros del Partido, debidamente inscritos a la fecha de convocatoria del Congreso; h) Diez (10) representantes de cada una de las Comisiones del Congreso; i) Los miembros de las Asambleas Cantonales, los Comités Ejecutivos Cantonales, los Comités Distritales de acción política de cada cantón, los Comités Políticos Cantonales de la Juventud Liberacionista y del Movimiento de mujeres, quienes a su vez, nombrarán un delegado por cada distrito; j) Los liberacionistas que hayan ejercido cargos públicos como miembros de los Supremos Poderes: Diputados, Presidente y Vicepresidente de la República, Ministros y Viceministros, Magistrados de la Corte Suprema de Justicia y del Tribunal Supremo de Elecciones, de los órganos adscritos como la Contraloría General de la República, la Procuraduría y la Defensoría de los Habitantes; y los Presidentes y miembros de las Juntas Directivas de las Instituciones Autónomas y descentralizadas y empresas del Estado; k) Los ex precandidatos presidenciales del Partido Liberación Nacional; l) Liberacionistas que hayan obtenido reconocimiento a su labor cultural, artística o científica por medio de los Premios Nacionales; m) Diez representantes liberacionistas de cada uno de los siguientes sectores sociales no incorporados orgánicamente dentro del Partido: solidarista, comunalista, ambientalistas, académicos, etnias, personas con discapacidad y jubilados, los cuales serán electos por el Directorio Político Nacional, de acuerdo con lo que establezca el Reglamento que para los efectos del Congreso debe elaborarse; n) 50 empresarios de los distintos sectores económicos y 50 trabajadores: agropecuario, artesanos e industriales, servicios, comercio, de los cuales al menos una tercera parte serán pequeños y medianos, los cuales serán electos por el Directorio Político Nacional, de acuerdo con lo que establezca el Reglamento que para los efectos del Congreso debe elaborarse; o) Veinticinco liberacionistas prominentes nombrados por el Directorio Político Nacional; p) Liberacionistas líderes de las Universidades como son rectores, exrectores, miembros de los Consejos Universitarios de todas las universidades autorizadas. Miembros (profesores y estudiantes) de las asambleas de escuela de las universidades públicas, directorio de las federaciones y asociaciones estudiantiles de todas las universidades; q) Los jóvenes liberacionistas que forman parte de los Comités Cantonales de la Persona Joven así como de la Asamblea Nacional de la Persona Joven, constituidos por la «Ley General de la Persona Joven; r) Diez miembros representantes de los grupos de la Juventud Liberacionista, inscritos formalmente dentro del Partido, electos por el Directorio Político Nacional, de acuerdo con lo que establezca el Reglamento que para los efectos del Congreso debe elaborarse.

No obstante, los miembros señalados en este artículo, para participar deberán proceder acreditarse de acuerdo con las formalidades y fechas que establezca el Comité Ejecutivo Superior Nacional.

ARTÍCULO 73: Todo liberacionista tendrá derecho a presentar por escrito ponencias, documentos y estudios para la consideración de las Comisiones de Trabajo. Su presentación le dará derecho a participar con voz, pero sin voto, en las sesiones de trabajo de la respectiva comisión.»

Visto lo anterior, entonces tenemos definido que el «Congreso Nacional es un órgano del partido. Como tal, debe ser constituido y tiene una conformación definida. Entonces, para que un planteamiento tenga valor, debe emanar de un congreso, como manda el estatuto, no de otro lugar, y para participar en el, los participantes deberán acreditarse. Aquí es poco lo que hay que hablar, todo está muy claro.

Hace más de un año, a principios del 2015, el partido convocó a lo que llamaron un «congreso de capacitación y formación». La inauguración fue en el salón de eventos de El Pedregal en San Antonio de Belén. Se dijo en ese entonces que se le agregaba de «capacitación y formación», para poder usar los fondos que para ese efecto tiene autorizados el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) al PLN. Es decir, para hablar sin rodeos, se utilizaron, para financiar el evento, dineros destinados para otra cosa. Y señores, la diferencia en este caso no es solo semántica, como se dice popularmente se «desvistió un santo para vestir a otro», y peor aún con un uso de fondos que podría terminar sin aprobación del TSE.

No critico las buenas intenciones de los organizadores, pero por favor, lo que hicieron fue un mamarracho, una charlatanada. La verdad todavía no me explico que fue lo que hicieron. Se convocó a un congreso, que no es congreso, no puede serlo, porque no se cumplió con lo establecido en el Estatuto. Es muy loable que se hayan hecho jornadas del «congreso» en diferentes partes del país, pero que al final no sirven de nada. ¿Cómo que no? dirán algunos, especialmente los organizadores. Ejercitar la participación del liberacionista es bueno, como en esta ocasión, pero solo para eso sirvió, porque al fin de cuentas no sabemos si alguna de sus propuestas se incluyó en el documento final. Esto último es lo normal, alguien, en este caso la comisión del «congreso» revisa las propuestas y elabora un documento borrador final, el cual en teoría, se revisa en una plenaria final de clausura, donde se le pueden hacer modificaciones a ese documento final. Así se hizo en el V Congreso Daniel Oduber Quirós, pero no en este.

Entonces el acto de clausura de este sábado, fue solo de discursos, donde se presentó el documento final, sin posibilidad de hacerle enmiendas. Esto —a mi juicio— es muy serio, pues quedamos a merced del que redactó una comisión, que puede ser uno bueno, pero ese no es el punto.

Lastimosamente liberación vuelve a lo mismo de siempre, y peor ahora, sin dar señales de cambios positivos. Parte del problema es la falta de credibilidad con la gente y el divorcio de los sectores sociales. Y me temo que cosas como las de este dizque «congreso», más bien es echar más leña a la hoguera. Por desgracia, prima lo electoral sobre cualquier otra cosa. La verdad no me extraña, «business as usual» dicen los gringos, pero esto no es lo preocupante; lo terrible es la vacilada que nos están dando, puro atolillo con el dedo.

El lugar estaba lleno de gente, trajeron buses de todo lado, supuestamente dirigencia. Habría que ver, pero apuesto que con una convocatoria formal, creo que casi nadie de esas personas hubiera podido participar.

¿Por qué no se dio la convocatoria de forma correcta? ¿Por qué no se conformó el órgano del Congreso con las personas que debían estar (Artículo 71 del Estatuto) ¿porqué sacar un documento final de la forma que se hizo? ¿por qué el desvío de fondos? Son demasiadas preguntas.

Inicialmente alegaron falta de plata para hacer un congreso formal, y que la única forma era con el ardid de «capacitación y formación», para así conseguir la plata. Pero lo que faltó no fue plata, más bien planeación, y especialmente imaginación para hacerlo. El Congreso Daniel Oduber Quirós, se hizo con solo 400 mil colones (la clausura) y la plata se consiguió cobrando una cuota de cinco mil colones, y las etapas previas se realizaron con voluntariado. Por ejemplo, yo fui como coordinador a Puntarenas, Puriscal y Quepos, sin que me dieran un cinco, yo cubrí todos los gastos y la organización corrió de parte de la dirigencia local. Incluso coordiné el área norte de San José (Tibás, Goicoechea, Moravia y Coronado) sin que el partido tuviera que poner un cinco.

En esta clausura no se cobró nada, claro lo que querían era que se llenará el local como y con quien fuera. Entonces solo hubo discursos, con un triste espectáculo acerca de quien debía hablar, todo para que se lucieran los «cromos» del momento o de siempre, se podría decir también. Nada de plenaria final.

Ahora voy a hablarles del lugar que se escogió para realizar el evento y por qué decliné asistir.

Ese lugar fue el Parque Viva, en el anfiteatro Coca Cola. Se aprovechó también para celebrar el 65 aniversario del PLN, aunque la fecha exacta es el 12 de octubre, se decidió juntar las dos cosas. Aunque no está mal hacerlo así, el problema fue el sitio escogido. El dueño de El parque Viva es el Grupo Nación, dueño también del periódico La Nación, enemigo histórico del PLN. No voy aquí a relatarles por qué la enemistad, hacerlo sería material para otra columna, y bien larga por cierto. Para mi es inconcebible que el partido hiciera su magna celebración de aniversario en ese lugar. El acto de clausura tal vez uno podría dejarlo pasar, ¿pero el aniversario del partido?, ya ahí si que no, por lo menos de mi parte. Esto más lo que apunte del «congreso», tengo que decirles me desinfló bastante.

Resumiendo: un congreso mal hecho, y una celebración de aniversario en la casa de nuestro enemigo histórico. Vamos como el cangrejo, pero eso sí, pululan las precandidaturas y el triunfalismo electoral para el 2018. Aviados estamos.

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Un comentario

  1. Guido Mora Mora

    Muy bien Carlos Revilla. Callar lo malo o ser partícipe del carnaval, sólo daño le hace al PLN. Pan y circo.Seguimos en lo mismo, la charanga electorera, sin propuestas serias como lo exigen Costa Rica y los costarricenses.

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