Suiza No.21
Mauricio Castro Salazar
mauricio.castro.salazar@gmail.com
“Castrosalazar: que pelada, mejor no contés, que van a pensar de vos”—me dijeron
….no tenía tan claro que mi cuerpecito —que ya pasó los 60 añitos— había sufrido algunos cambios y que, además, la naturaleza en Suiza no es como a la de allá, aunque digan que somos la Suiza de América.
Les resumo para no cansarlos….a pesar de toda la prevención que tomé, un día de estos me apareció una picazón en un brazo, me empecé a rascar, otro día fue también en el pecho, me rasqué también, luego en las piernas y la picazón fue creciendo todos los días…Lo primero que pensé es que no me estaba restregando bien…entonces decidí restregarme “más bien”, cuando la restregada me empezó a romper la piel me convencí que no era un problema de limpieza y que tenía alguna “rasquiña” producida por algo y que como no quería parecer mono, como decía mi mama cuando nos daba por rascarnos, me fui a la Farmacia.
Llamaron “al boticario”, el mae me vio y me dijo: —¿de dónde es usted? (me preguntó en francés)—
“Castrosalazar: no vayás a engañar a la gente, el mae te preguntó solo para demostrarte que había notado con facilidad que no eras suizo, y que solo tenía dudas si eras de Marruecos, de Argelia, de Turquía o de Túnez…¿verdad que no te habló en inglés?.” —me dijeron en tono de burla.
De Costa Rica—le dije.
Le enseñé el brazo y el pecho y de una se fue, me trajo una crema y me dijo en ¨perrrfecto español¨: aquí hay florres y árrboles que no hay en su país que prroducen polen a los que su cuerrpo no está acostumbrrado, yo he vivido en Colombia, me dijo, y sé de lo que le habló…
Me embarré la crema como me dijo el mae y la rasquiña me duró unos días más y se fue como por arte de magia…
Casi se me curaba la rasquiña, digo la alergia al polen (suena más elegante), cuando la temperatura en Lausanne tuvo un trepón y pasó a cerca de 32 0C y yo me dije: ahh, yo soy liberiano legítimo, este calorcillo ni cosquillas me va a hacer— y de repente las piernas se me empezaron a hinchar, hasta me recordé de un mae que mostraban en los circos que llegaban a Liberia que me quedó grabado en mi mente para siempre : “el hombre elefante” (tenía elefantiasis y siempre que lo vi estaba sentado y comiendo jocotes tiernos con sal)—, y además de la hinchazón me vi unas manchitas por ahí….
—Puta— me dije, ahora sí, con este calor me brotó alguna enfermedad que tenía escondida, de esas que aparecen con eventos estresantes como el calor, que pululan secretamente en las familias, de las que nadie quiere hablar hasta que le da a alguno de sus miembros y empieza la retahíla…lo mismo que le dio a fulana, fue lo que tuvo zutano…viene de la rama de la familia de mengano, que fue de lo que murió perengano…, ¡qué agüevado!—
“Castrosalazar: calmate, cochinada de hombrecito carajo….salís con cada cosa….” —me regañaron desde adentro.
De nuevo fui a la farmacia…
Por dicha estaba el mismo mae de la otra vez…me vio y me dijo, en español: ¿y ahorra?
-Las piernas, le dije, se me hincharon y me salieron estas manchitas rojas—
Alerrgia al sol, al calorr —me dijo, arrastrando la erre, póngase esta crrema y tome mucha agua y no se asolee, el sol pega muy dirrecto en esta época del año.
“Castrosalazar: jajaja ¿y no es que eras de Liberia? ¿no era que te habías preparado para el verano? acharita tanta preparación…porque por lo que veo casi que no vas a poder salir…” —se burlaron.
Apenas llevamos una semana de verano y a mí me aparecieron un montón de males que no tenía antes, y de feria me dicen que me tengo que cuidar del sol ¡que agüevazón!
¿Quién sabe de quien putas los heredé?
“Castrosalazar: diay, posiblemente algo hereditario haya, pero eso pasa con la edad, ¿o es que vos crees que sos un güila todavía, pero no se agüeve?” —me dijeron con un tono de burla horrible.
Ciertamente los años pasan y mucha agua ha pasado bajo el puente, pero de ahí a achicopalarme…¡nada que ver! —me dije para mí.
“Castrosalazar: vos crees que no te escuché…no se trata de achicopalarse, se trata de cuidarse, de no jugar a vivo, de no asolearte a las horas de sol más intenso, y sobre todo de no olvidar ponerte las cremitas, como a un bebito …jajajaja” —me aconsejaron con tonito de burla.
Pasaré un verano tranquilo, saldré tempranito a hacer los mandados, y tardecito a recibir el fresco…y mientras hacía esos planes me acordé de unas tías abuelas (“las tías”) que hacían eso en Liberia…mandados tempranito y recibir el fresco por la tarde, y yo siendo güila las veía con ojos de “pobrecitas las tías ya están viejitas”. ¿Habré llegado ya a esa edad?
Mi estimado Mauricio, gracias por alegrarnos el día con sus «sarnas» como dice doña Eugenia, de la cual se derivan sinónimos más elegantes como alergias, salpullidos, eczemas o irritaciones de la piel. Con el tema de la edad, tranquilo, usted y yo acabamos de subirnos al sexto piso, eso no da ´pa´tanto, aun somos carajillos.