Monólogos con Pelé *
Lina Barrantes Castegnaro
La utilización perversa de una ley, para obtener fines para los cuales no fue promulgada, se llama en derecho fraude de ley. La figura, evidencia como, se puede en apariencia cumplir con la ley, y mas bien, utilizarla para un fin espurio, contrario a su espíritu.
La política de paridad y alternancia en la ley de Costa Rica, pretende garantizar el acceso igualitario de las mujeres a los cargos de elección para asegurar así, una representación equitativa en la toma de decisiones. Nos preciamos en Costa Rica, de tener la política en materia de participación de la mujer e igualdad de género, más avanzada, democrática y antigua de toda América Latina.
Hace cuatro años, el Tribunal Supremo de Elecciones respaldó una acción promovida por Rosita Arguello, que denunciaba que el Partido Liberación Nacional, utilizaba la obligatoriedad de la paridad, para manipular resultados y burlar la democracia interna, la jugada era clara: en lugar de ir poco a poco y en forma de pirámide obligando a que en todas las instancias internas, se diera esa paridad, lo que el PLN hacía, era lo mismo de siempre, pero al llegar al final (constitución de Asamblea Plenaria) el candidato utilizaba una figura llamada “supernumerarios” que le permitían equilibrar la participación de la mujer. Como la equidad no se había respetado durante el proceso, la cantidad de supernumerarios era grande, en esa ocasión más de 40, lo que daba como resultado, una burla al proceso democrático y a la participación política de la mujer. El candidato designaba 40 mujeres –no necesariamente dirigentes- y con eso cumplía dos objetivos: el primero, reafirmar su control de la Asamblea Plenaria que escogería los diputados, y el segundo, construir una fachada que en números permitiera al PLN decir que cumplía con la ley y que tenía una asamblea plenaria paritaria.
Este año la burla se realiza en la paridad horizontal, no en la vertical, y la formula encontrada fue: el candidato por medio de una especie de bula papal de antaño, un buen día dicta, que provincias son encabezadas por hombres y que provincias por mujeres. Decidió 4 por hombres y 3 por mujeres (decisión sesgada por las desigualdades de poder patriarcal).
¿Pero qué hay detrás de su decisión?
La perversa espada del poder, utilizada para degollar la participación democrática de la mujer y del hombre. Una guillotina que corta la cabeza con la cuchilla del género, a quienes el no quiere que lleguen a la Asamblea Legislativa. Si una provincia es liderada por un hombre que el candidato no quiere que sea diputado, decide que esa provincia será encabezada por una mujer, y ni siquiera le permite al hombre inscribir su candidatura. Si es liderada por una mujer, solo que decresata que sea un hombre. El Tribunal de Elecciones Internas, no permitirá a la mujer o al hombre inscribir su candidatura, si está en contra del designio del candidato. Así, gana sin pelear.
La pretensión de que la ley garantizará mayor autonomía a la mujer en la toma de decisiones, fue violentada. El candidato hizo una utilización perversa de la ley para colocar a sus fichas o para cortar cabezas. Esto es exactamente, como ya mencioné, lo que en derecho se llama fraude de ley.
Que en Liberación Nacional estos actos sean más comunes que en otros partidos, no puedo asegurarlo, por que no sigo la política interna de otros partidos, como sigo la del PLN, pero sí es más penoso y lamentable, que suceda en el que ha promovido los mayores avances en derechos políticos de la mujer, el que les dio el voto por primera vez, elegió las primeras diputadas, impulsó la ley de igualdad real, llevó por primera vez una mujer a la Presidencia de la Asamblea Legislativa, el mismo que llevó a la primera mujer a la Presidencia de la República.
Que haya quienes tengan por oficio en la campaña liberacionista, hacer un exhaustivo análisis para en apariencia cumplir con la paridad, cuando en realidad están burlándose de ella, es de las cosas más tristes que puede pasarle al PLN.
* Pele fue mi perro, un beagle. Durante 10 años, escuchó pacientemente las reflexiones que de vez en cuando decidí poner en blanco y negro. Por su complicidad, decidí poner este nombre a la columna.