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Roberto González
El año pasado, Visa presentó los resultados de su encuesta “Futuro de la movilidad urbana” los cuales revelaron el impacto que ha tenido la pandemia de COVID-19 en las tendencias de transporte público en nueve países de todo el mundo. El estudio indicó que los pagos sin contacto han surgido como el método preferido de los consumidores, dado que el 88% de los pasajeros de transporte público espera tener opciones de pago sin contacto.
Dado que el uso de transporte público constituye una parte esencial de la vida diaria, este continúa siendo un caso de uso importante para dar a conocer la tecnología “acercar para pagar” a los consumidores. La aceleración de las interacciones digitales forma parte de nuestra nueva normalidad, y ha supuesto un cambio drástico en el modo en que pagamos, y en nuestra forma de vivir, trabajar y desplazarnos.
Es posible que la facilidad del uso de los sistemas de pago sin contacto lleve a los usuarios a valorar el uso de opciones de transporte público y micro movilidad, lo que eventualmente, reduciría el uso de los carros, y favorecería el uso de productos financieros formales, ayudando a impulsar una mayor inclusión financiera y digital.
Hoy Costa Rica se ratifica en la lista de países que hacen uso del pago sin contacto en el transporte público. Los usuarios de buses y trenes tienen la opción de pagar su boleto con sólo acercar su tarjeta o dispositivo de pago a la terminal, lo que les da una manera simple, fácil y segura de viajar.
El uso cada vez más cotidiano de los pagos electrónicos y digitales traerá como consecuencia positiva, el desarrollo de múltiples alternativas de que se ajusten cada vez más a las necesidades y preferencias de los costarricenses. Ya en Costa Rica, donde tres cuartos de las transacciones de débito y crédito presenciales son sin contacto, se puede decir que la infraestructura del ecosistema de pagos digitales es una de las más sólidas y progresistas en toda América Latina.
Según el estudio indicado anteriormente, cerca del 40% de los pasajeros desea disminuir el contacto con superficies de uso común. Los pagos sin contacto pueden mitigar las inquietudes respecto al contacto con superficies de aquellos consumidores que pueden tener reservas sobre la posibilidad de aumentar el uso del transporte público. Eliminar la necesidad de tener contacto físico en la compra de boletos/realización de pagos se ha convertido en algo muy atractivo para los pasajeros.
Es Costa Rica es un orgullo saber que ya la ciudadanía cuenta con dos proyectos activos de movilidad urbana: el Incofer y el de los sistemas de buses, los cuales irán aceptando pagos sin contacto gradualmente. A medida que los costarricenses vean la facilidad de uso de los pagos sin contacto en el transporte masivo, es probable que lleguen a optar más por el transporte público y la micro movilidad, trayendo importantes beneficios al cuidado del medio ambiente, al reducirse el uso de automóviles.
– Gerente de Visa Costa Rica
