Recopilación Carlos Revilla
El 14 de agosto es el 227.º (ducentésimo vigesimoséptimo) día del año. Quedan 140 días para finalizar el año.
No pido riquezas, ni esperanzas, ni amor, ni un amigo que me comprenda; todo lo que pido es el cielo sobre mí y un camino a mis pies.
Robert Louis Stevenson (1850-1894) Escritor británico.
DÍA MUNDIAL DE LA CALIGRAFÍA
ESTEBAN LORENZO TRISTÁN
1782 – El Obispo Esteban Lorenzo Tristán, declara a la Virgen de los Angeles patrona de la ciudad de Cartago.
JOSÉ RAFAEL DE GALLEGOS
1850 – Falleció don José Rafael de Gallegos Alvarado, quien ocupó dos veces la Jefatura del Estado.
JUAN RAFAEL MORA DERROCADO
1859 – Caída del Presidente don Juan Rafael Mora, promovida por los militares Blanco y Salazar, quienes a partir de ese momento se convierten en los árbitros de la política nacional.
PRIMERA CIRUJANA DENTISTA
1935 – Alicia Jiménez Acosta se incorporó como cirujana dentista, constituyéndose en la primera mujer costarricense profesional en ese campo. Fue hija del Dr. Joaquín Jiménez Núñez y Rosita Acosta.
HUELGA BANANERA
1979 – Estalló una huelga en Limón, en la que tuvo que intervenir la Fuerza Pública. La protesta concluyó el 23 de agosto, luego de nueve días de hostilidades en las vías públicas, que dejaron dos muertos y muchos heridos como resultado.
EL CID CAMPEADOR
1084 – El Cid, al mando del ejército de la taifa de Zaragoza, vence a la coalición del rey Al-Mundir de Lérida y Sancho Ramírez de Aragón en la batalla de Morella.
MACAO
1556 – En China, cerca de Cantón, los portugueses se establecen y fundan Macao.
HANS CHRISTIAN ORSTED
1777 – Nace en la localidad Rudkobing, (Dinamarca), el físico y químico danés Hans Christian Orsted, que descubrirá la acción magnética de las corrientes eléctricas
NICARAGUA
1912 – En Nicaragua, fuerzas estadounidenses intervienen, a petición del presidente Adolfo Díaz, para sofocar la sublevación popular que amenazaba con derrocarlo.
ALEMANIA
1919 – En Alemania entra en vigor la nueva Constitución del Reich.
SOCIAL SECURTY ACT
1935 – En Estados Unidos entra en vigor la Social Security Act (‘Ley de Seguridad Social’), gracias al empeño del presidente Roosevelt.
JAPÓN
1945 – Japón se rinde a los aliados, después de ocho días trascendentales en los que se han lanzado dos bombas atómicas norteamericanas sobre territorio japonés. Al día siguiente, 15 de agosto, los ciudadanos japoneses podrán escuchar la voz de su Emperador, Hirohito, comunicándoles la aceptación de las condiciones acordadas en la Conferencia de Postdam para la Rendición de Japón. La II Guerra Mundial habrá terminado en todos sus frentes.
KONRAD ADENAUER
1949 – En la República Federal Alemana, los demócrata-cristianos ―dirigidos por Konrad Adenauer― ganan las elecciones.
BERTOLT BRECHT
1956 – A la edad de 58 años muere en Berlín el dramaturgo y poeta alemán Bertold Brecht, uno de los más influyentes del siglo XX. Es el creador del teatro épico, también llamado dialéctico.
MAGIC JOHNSON
1959 – Nace en la ciudad de Lansing (Michigan, EEUU) el basquetbolista estadounidense Earvin «Magic» Johnson, considerado como uno de los mejores de la historia de ese deporte. Con Los Ángeles Lakers, ganó cinco campeonatos de la Asociación Nacional de Básquetbol (NBA) de Estados Unidos.
FRENTE POLISARIO
1979 – Mauritania renuncia al Sáhara y reconoce al Frente Polisario como representante del pueblo saharaui.
JUICIO MILITARES
1985 – En Argentina concluye la primera fase del juicio contra las tres últimas juntas militares.
ENZO FERRARI
1988 – Muere en la ciudad italiana de Módena, a la edad de 90 años, el piloto de automovilismo y empresario Enzo Ferrari (Enzo Anselmo Giuseppe Maria Ferrari), quien fundó la escudería de Fórmula 1 y la marca de automóviles que lleva su apellido.
CONCORDE
2000 – Las autoridades británicas y francesas suspenden todos los vuelos del Concorde tras la catástrofe que costó la vida a 113 personas tres semanas antes.
EMBAJADA EN CUBA DE EE.UU.
2015 – En La Habana (Cuba) se abre la embajada de Estados Unidos.
El nombre de la sociedad de CI Mensa International no es un acrónimo. Deriva de la palabra latina mensa, que significa mesa, simbolizando la importancia de la igualdad y la cooperación en la organización.
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El primer estado que matriculó automóviles en los Estados Unidos fue Nueva York.
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El último inmigrante que pasó por la inspección de Ellis Island en Nueva York, fue en 1954.
Días malos en la historia
14 DE AGOSTO DE 1821
La reina de Inglaterra que se fue con un Bang-Bang-Bang
No importaba la ocasión -ya fuera su noche de bodas, en la que su nuevo marido, el futuro rey Jorge IV, sintió tal repulsión que se emborrachó y se desmayó, o sus aventuras adúlteras por Europa, en las que hacía gala de toda la modestia de una stripper de club nocturno-, Carolina de Brunswick siempre huyó de la dignidad.La muerte no fue diferente.
El 7 de agosto de 1821 -menos de tres semanas después de que se le cerraran las puertas de la abadía de Westminster en las narices al intentar asistir a la coronación de su marido-, la tosca y revoltosa reina sucumbió a una obstrucción intestinal. Su fallecimiento fue un alivio para el nuevo rey, que esperaba enviar el cadáver de Carolina a su Alemania natal lo más discretamente posible. Con ese fin, se decidió que el cortejo fúnebre se desviara alrededor de Londres hacia la ciudad costera de Harwich, en Essex. Así se evitaría a las masas que durante tanto tiempo habían apoyado a la reina condenada al ostracismo y humillada, sobre todo porque no soportaban al despilfarrador rey. (Jane Austen reflejó el sentimiento popular cuando escribió sobre Caroline: «Pobre mujer, la apoyaré mientras pueda, porque es una mujer y porque odio a su marido»).
Pero el 14 de agosto, las turbas londinenses se aseguraron de que el traslado de la difunta reina fuera todo menos discreto. Cada vez que el cortejo fúnebre se disponía a salir de la ciudad, los alborotadores bloqueaban la ruta, obligando a la comitiva a buscar otra salida. El féretro de Carolina se convirtió en una bola de pinball, dando tumbos hasta que tuvo que atravesar la capital. El caos que siguió fue un tributo apropiado para una mujer de comportamiento tan escandaloso.
El caos de Londres fue un mero preludio de lo que ocurrió cuando la comitiva se detuvo a descansar en la ciudad de Colchester, de camino a la costa. Salvo, quizás, sus escapadas en topless por el continente, pocas veces Carolina de Brunswick había aparecido menos regia que en esta ocasión. Hambrientos y necesitados de un refrigerio, los miembros del cortejo entraron en una posada local para comer, dejando a la pobre Carolina en su ataúd a la intemperie. «Los dolientes se sentaron a cenar y parecían muy contentos», relató el reverendo Samuel Carr, que asistió a la comida y a lo que siguió. «El Dr. Lushington [uno de los albaceas testamentarios de la difunta reina] se sentó a la cabecera de la mesa y los amigos de cada lado parecían divertirse tan plena y libremente como en un banquete de bodas». Demasiada solemnidad.
Tras la cena, se decidió que los fatigados dolientes pasarían la noche en Colchester y se dirigirían a Harwich al día siguiente. Carolina descansaría durante la noche en la iglesia local de San Pedro, pero sólo un poco.
En su testamento, la reina había pedido que se colocara una placa en su ataúd, con la inscripción: DEPOSITADA, CAROLINA DE BRUNSWICK, LA REINA HERIDA DE INGLATERRA. Alguien decidió que la iglesia era el lugar adecuado para honrar sus deseos, lo que dio lugar a un pequeño tumulto. El gobierno del rey Jorge pretendía un epitafio más sencillo y menos incendiario, mientras que los albaceas de la reina sostenían que su voluntad era primordial. Mientras varios funcionarios discutían en la iglesia, un carpintero saltó sobre el ataúd y empezó a perforarlo. Entonces se colocó la placa de la controversia.
«El Dr. Lushington, muy satisfecho por haber conseguido fijar la placa… se quedó encogido de hombros y riendo de vez en cuando», relató el reverendo Carr. «Lady Anne Hamilton [una de las damas de compañía de Caroline] parecía olvidarse también de que estaba de luto, y se permitió una expresión de sincera satisfacción que iba un poco mas allá de una amplia sonrisa, y entre toda la compañía de plañideras declaradas no vi a nadie que aparentara siquiera pena… Toda la escena se asemejaba más a las disputas que a veces tienen lugar en unas elecciones que a cualquier cosa relacionada con una ceremonia fúnebre».
Y la controversia de la Gran Placa seguía sin resolverse. «El cadáver de la Reina de Inglaterra yacía en un estado más descuidado que el de la esposa de cualquier plebeyo», escribió el reverendo Carr. «Todos y cada uno de sus devotos amigos habían abandonado el lugar para tomar un refrigerio en la posada. Toda la escena era de despreocupación e indiferencia, y el único asunto que parecía tener alguna consecuencia era impedir la retirada de una inscripción, por un lado, y afectar a su retirada, por otro.»
El asunto quedó zanjado esa misma noche, cuando otro obrero fue llamado a la iglesia para que desprendiera la placa que el gobierno consideraba tan ofensiva. Mientras la iglesia, casi vacía, retumbaba con el sonido de las herramientas del obrero, la placa permanecía obstinadamente remachada. Al final la sacaron y se la llevaron a toda prisa, metida entre el abrigo y el chaleco del ujier. El reverendo Carr tuvo la cortesía de barrer el serrín del ataúd de Caroline antes de que se colocara la inscripción preferida por el gobierno a primera hora de la mañana siguiente. Finalmente, el ataúd de la «reina herida» de Inglaterra fue izado sin ceremonias por una grúa hasta el barco que la llevaría de vuelta a Brunswick.
En cuanto a su marido, Jorge IV sufriría su propia despedida indecorosa: Véase su mordaz obituario en el Times del 16 de julio.
Tomado del libro «Bad Days in History»