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Carlos Revilla Maroto
“Las victorias militares por
si solas valen poco. Lo que
sobre ellas se construye es
lo que importa”
José Figueres Ferrer, Enero de 1949
Cada primero de diciembre Costa Rica celebra uno de los acontecimientos más significativos de su historia, uno de los hitos más importante de su vida civilista en la búsqueda y consecución de la paz y la democracia: la abolición del ejército como institución permanente.En 1948 el ejército todavía continuaba manteniendo su presencia dentro de la organización del Estado como una institución con fundamentos jurídicos y recursos económicos, que aunque escasos, siempre representaron una carga para el presupuesto nacional.
El 1º de diciembre de 1948, el General Figueres, victorioso en la guerra civil de ese año, disolvió el ejército en Costa Rica. En una emotiva ceremonia efectuada en lo que hoy es el Museo Nacional, de la cual fueron testigos, estudiantes, miembros del cuerpo diplomático y personalidades nacionales, el presidente de la Junta Fundadora de la Segunda República, José Figueres Ferrer, derribó de un mazazo unas piedras de un torreón del Cuartel Bellavista. Este hecho simbolizó el fin de una era castrense y el inicio de otra en la que la seguridad y la educación serían prioridades de los Gobiernos.
En 1949, no sin antes haber enfrentado un intento de golpe de Estado, la eliminación del ejército fue incorporada en la constitución de 1949. Esto permitió utilizar los presupuestos antes asignados al ejército en el desarrollo del aparato educativo principalmente.
En el acta Nº 178, del 31 de octubre de 1949, aparece la aprobación del artículo constitucional que suprime el ejército como una institución permanente y crea la policía civil, para el resguardo del orden público.
El 11 de ese mismo mes y año por decreto Nº 249, la Junta de Gobierno, traspasó el Cuartel Bellavista a la Universidad de Costa Rica para que en ese lugar se instalara el Museo Nacional.
“El primero de diciembre de 1948, di unos mazazos sobre un muro del Cuartel Bellavista, para simbolizar así la eliminación del vestigio del espíritu militar de Costa Rica en otro tiempo. Entregué el edificio para sede de un museo de antropología que hoy sigue irradiando cultura”, aseguró José Figueres Ferrer.
Conclusiones
1. La función tradicional de los ejércitos ha sido proteger a los Estados nacionales ante eventuales amenazas de orden interno y externo. Sin embargo, poco a poco, el ejército dejó de tener sentido en Costa Rica:
a) El desarrollo de la educación como formadora de valores de consenso y la existencia de un Estado de derecho (conjunto de leyes y su aplicación) contribuyó a que la mayoría de la gente aceptara los fundamentos e instituciones republicanas.
b) Costa Rica ha confiado su seguridad nacional en los tratados interamericanos de defensa conjunta y en tribunales internacionales para dirimir conflictos.
2. La ausencia de ejército es beneficiosa por varias razones:
a) Favorece la estabilidad institucional y política, sin peligros de intervención militar o golpes de Estado.
b) Permite dar mayores recursos económicos a la educación, la salud y otros programas sociales.
c) Contribuye a crear una mentalidad civilista y pacifista en la población, que debe transmitirse a todos los aspectos de la vida cotidiana, en familias y comunidades.
Eduardo Galeano, aquel increíble escritor uruguayo, autor entre otros libros de “Las venas abiertas de América Latina”, dijo lo siguiente sobre la abolición del ejército:
“El presidente de Costa Rica, don Pepe Figueres, había dicho:
—Aquí lo único que anda mal es todo.
Y en el año 1948, suprimió las fuerzas armadas.
Muchos anunciaron el fin del mundo, o por lo menos el fin de Costa Rica.
Pero el mundo siguió girando, y Costa Rica se salvó de las guerras y los golpes de Estado.”
Eduardo Galeano, De Los hijos de los días, Siglo XXI, Buenos Aires, 2012.
El siguiente es el discurso que pronunció don Pepe en el acto de Abolición del Ejército en el Cuartel Bellavista el 1º de dic. de 1948:
“El Ejército regular de Costa Rica, digno sucesor del Ejército de Liberación Nacional, entrega hoy la llave de este Cuartel a las escuelas, para que sea convertido en un centro cultural.
La Junta Fundadora de la Segunda República declara oficialmente disuelto el Ejército Nacional, por considerar suficiente para la seguridad de nuestro país la existencia de un buen cuerpo de policía.
Los hombres que ensangrentamos recientemente a un país de paz, comprendemos la gravedad que pueden asumir estas heridas en la América Latina, y la urgencia de que dejen de sangrar. No esgrimimos el puñal del asesino sino el bisturí del cirujano. Como cirujanos nos interesa ahora, mas que la operación practicada, la futura salud de la Nación, que exige que esa herida cierre pronto, y que sobre ella se forme cicatriz más sana y más fuerte que el tejido original.
Somos sostenedores definidos del ideal de un nuevo mundo en América. A esa patria de Washington, Lincoln, Bolívar y Martí, queremos hoy decirle: ¡Oh, América! Otros pueblos, hijos tuyos también, te ofrendan sus grandezas. La pequeña Costa Rica desea ofrecerte siempre, como ahora, junto con su corazón, su amor a la civilidad, a la democracia.”
José Figueres Ferrer
¡Gracias don pepe por dirigir la lucha que conquistó para todos la libertad electoral!
¡Gracias por enseñarnos que la libertad solo es verdadera cuando está basada en la justicia social!
¡Gracias por hacernos comprender que un país es poderoso si goza de educación y salud y no cuando tiene ejército!
Con la ayuda de un folleto sobre la Abolición del Ejército de la Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano
Bien don Carlos por recordarnos este momento y sobre todo a ese héroe de la paz don José Figueres Ferrer, pequeño de cuerpo pero grande de espíritu.