¿Tocó fondo Liberación Nacional?

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Carlos Revilla Maroto

Carlos Revilla

El Partido Liberación Nacional cosecha varias décadas de desorientación ideológica y de desgaste de sus liderazgos. Muestra una gran inconsistencia entre su práctica y su retórica y enfrenta un dilema de identidad. En un país que ha cambiado, el PLN trató de ajustarse a la realidad y para ello terminó aceptando el discurso de sus adversarios históricos. Esta desorientación llegó a su clímax con el segundo gobierno de Oscar Arias. Arias sumó sectores económicos y sociales que nunca estuvieron con liberación y que le permitieron llegar al gobierno. Arias no gobernó con el PLN sino con intereses económicos mayores. El último gobierno de Oscar Arias, para bien y para mal, no fue del PLN, fue suyo.

En el sentido anterior, está el gobierno de Laura Chinchilla, que fue también su gobierno y no del PLN, continuando la relación con esos intereses económicos mayores, esto a pesar del distanciamiento con Oscar Arias. Claro, maquillado un poco con algunas programas como Avancemos en el gobierno Arias o la Red de Cuido en el de Chinchilla. Pero siempre profundizándose indicadores que más bien son de corte neoliberal, como la inequidad de los ingresos, que demuestra que la redistribución, un baluarte de la socialdemocracia, más bien retrocedió.

Lo increíble de todo lo anterior es que este gobierno del PAC con Luis Guillermo Solís no parece que cambie esta relación. El propio presidente ya ha declarado que su gobierno es de «centro», abandonando su posición de izquierda (centro-izquierda). Pero este tema no es que el que quiero desarrollar en este momento.

Sigo con el el PLN, que ahora se ha convertido en un reflejo de las tesis que defiende el periódico La Nación. Esto demuestra que el partido perdió el rumbo, Y no es que sea del todo malo admitir nuevas corrientes o ideas, lo que pasa es que, simplemente, el partido perdió su propia agenda y adoptó la de un sector económico que nunca ha sido liberacionista.

En estos momentos el PLN es un partido conservador, no es socialdemócrata de centro izquierda, eso ya es un sueño nada más, ni siquiera en los términos en los que se definen los partidos dentro de la Internacional Socialista (IS), que ahora son bastante conservadores. En la IS desgraciadamente ahora hay de todo como en botica, desde adefesios como el Frente Sandinista, hasta partidos vergonzosamente de derecha, que de socialdemócratas solo les queda el nombre.

Da mucha tristeza ver los debates internos —cuando los hay— que se dan en el PLN, donde supuestos militantes defienden tesis neoliberales. Y digo supuestos, porque uno esperaría de un militante la defensa del Estado de Bienestar —otros lo llaman también Estado Social de Derecho—, pero más bien se dedican a atacar al Estado al mejor estilo neoliberal. Estos ataques se han acentuado con la actual crisis fiscal.

Todos los gobiernos, incluido el actual de Luis Guillermo Solís, han dicho defender ese Estado de Bienestar, pero curiosamente se alían con el capital, que más bien quiere acabarlo. Se desprecia al sindicalismo, como algo arcaico y corrupto, y se privilegia otro tipo de organizaciones que mas bien le hacen el juego a la patronal, como las asociaciones solidaristas, que no es que sean algo malo per se, pero que realmente no sirven para resguardar los derechos de los trabajadores.

Con este panorama no es difícil darnos cuenta que el PLN se desnaturalizó de su ideología y por ende de su razón de ser: «el beneficio del mayor numero». Atrás quedo el vigoroso partido socialdemócrata verdaderamente reformista.

Aunado a todo lo anterior se le suma la decadencia como partido político. No hay liderazgos, es un partido de viejos. La estructura esta oxidada, y como me dijo un amigo, el PLN está enfermo de gravedad, y no de cáncer, que no sería tan complicado de tratar mientras no se haya extendido. En cambio, lo que tiene el PLN es una septicemia (infección general) que solo se puede tratar con un antibiótico de amplio espectro. Así las cosas, el PLN está en lo más bajo, todavía más que en el 2002 después de perder las elecciones con Rolando Araya.

¿Tocó fondo Liberación Nacional? Si, pero todavía algo aún peor. Nunca creí que se pudiera escarbar el fondo y liberación lo ha hecho. Cuando se debería estar en una labor de escombreo (mover y limpiar los escombros), más bien lo que se sigue haciendo es guardar la basura debajo de la alfombra. El problema es que la alfombra ya no da para más…

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2 comentarios

  1. Joaquin B. Martínez Ramírez

    Amigo, aunque tengamos hoy distintos enfoques o posiciones políticas, tu ensayo además de valiente y sincero, toca hilos muy reales y sensibles, el PLN de hoy no tiene que ver con el PLN que nació y se desarrolló hasta hace poco más de 30 años. Quien no quiera verlo, como lo has mencionado, creerá que el PLN tiene dueño o dueños que hoy adversan lo que ayer fue y hoy no es. Muchas gracias

  2. Facil, lo que pasa es que las luchas de poder internas estan nublando mentes que opacan el buen vivir del PLN y esto lo llevara a lugares muy peligrosos de donde sera muy dificil retomar el camino de liderasgo, o pregunto sera eso lo que se quiere y hacer un reacomodo de las fuerzas politicas en este pais.
    La cupula siguiendo sus intereses no ha leido a la base del PLN y cree que esta masa seguira estando ahi, pero los tiempos cambiaron y no se dieron cuenta.

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