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Carlos Revilla M.
crevilla@expreso.co.cr
Hace algunos días estuve en un almuerzo donde podíamos estar quizás unas 30 personas. Una particularidad muy especial de esta reunión es que prácticamente todas y todos los presentes (había mucha representación femenina por eso hago la separación, que normalmente no hago) éramos liberacioninistas.
La reunión fue en una casa con dos salones contiguos muy amplios, en uno estaban los jóvenes y algunos ya mayores y en el otro solo gente mayor (arriba de 60 años).
Estábamos representados tres generaciones de liberacionistas (desde los veinte, hasta los 90 y pico de años), es más, creo que no había nadie de otro partido. Entre los asistentes, algunos que en su momento fueron dirigentes y que participaron en algún gobierno del PLN como presidentes ejecutivos o viceministros. Incluso la reunión se llevó a cabo en la casa de quien fuera uno de esos que antes llamábamos “Guayacán” liberacionista, y digo antes, porque lastimosamente ya no existen personajes de esa estirpe.
En algún momento después del almuerzo la conversación derivó, como tenía que ser dada la conformación del grupo, hacia el tema inevitable: la política. Hablamos en general del país y en particular, muy en particular del PLN.
Por eso quiero aprovechar y comentarles algunos aspectos de la discusión que se armó. Todos y todas —y me consta— como ya dije liberacionistas y no solo eso, con un gran amor hacia el partido.
La conversación pronto pasó a ser más bien una discusión amistosa que entro en calor. Tan caliente estaba, que hasta había que pedir la palabra o como hicieron algunos tomarla un poco al estilo “quien tiene mas galillo”, nada del otro mundo, pero si un poco caótica.
Candidatos van, partidos vienen y en un momento dado a alguien se le ocurrió hacer una encuesta informal entre los presentes sobre por quien votarían, algo que un tiempo atrás hubiera sido algo impensable de hacer, pues se asumía que todos votarían verde y blanco en las tres papeletas.
El resultado de la “encuesta” (en realidad sondeo) fue sorpresivo para mi, ya que más del 50% de los presentes externaron su resolución de votar en las próximas elecciones de febrero del 2014 por Luis Guillermo Solís candidato del PAC.
De la discusión saqué dos conclusiones:
1. Los asistentes en su mayoría no estaban en contra de Johnny Araya el candidato del PLN, más bien se hablaron cosas buenas de él (unas pocas cosas malas, esto es normal, pero nada preocupante o descalificador).
2. El problema no es el candidato, es el partido. Hay una enorme desilusión especialmente en el aspecto ético e ideológico.
Se le cobra al partido específicamente el abandono de la socialdemocracia. Precisamente la discusión empezó con el tema del Consejo Nacional de la Producción (CNP ) y la actual política agraria (¿existe?). Se recordó el gobierno de Daniel Oduber cuando él y su ministro de agricultura recorrían el país repartiendo semillas para sembrar. Sobre el tema ético ya he escrito mucho y no quiero ser reiterativo para no cansar.
Entrada la tarde empezó a caer un diluvio de esos tremendos, en un momento dado en que la discusión estaba en su punto más alto, cayó un rayo muy cerca y el ruido del trueno sonó tan fuerte que nos asustó a todos e hizo que se parará la discusión. Y entonces alguien dijo “es don Pepe que nos está enviando una advertencia…”. De ahí en adelante la gente se empezó a despedir y al poco rato ya no quedaba casi nadie.
No se si esta desazón con el PLN refleja de alguna manera lo que está sucediendo a nivel nacional. En mi caso personal, les puedo decir que si, estoy muy desilusionado de mi partido, que siento que ya no lo es, y que solo sirve para ganar elecciones, que espero ganemos, pero ya no me hago ilusiones con respecto a la ética y la socialdemocracia. Esto a pesar del discurso actual, que creo que es solo eso, un discurso.
Tiré la toalla, ya tengo muy claro y estoy convencido que no hay voluntad en la autoridades de sacar adelante un partido ideológico y permanente. Permanente tal vez si, pero solo como trampolín y para ganar las elecciones.
Para finalizar, se preguntarán ¿cómo voté en el sondeo?
Con esto les contesto: puedo decir que cuando Luis Guillermo Solís ganó la convención del PAC y pasó a ser candidato presidencial, me alegré mucho por mi gran amigo, pero a pesar de esa alegría, no le deseo éxito para las próximas elecciones.
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El PLN, sigue siendo una maquinaria electoral, un cascarón vacío de pensamiento y estudio. No les importa la estructura partidaria, ni tan siquiera respetan a quienes ganan con su esfuerzo unas asambleas distritales. Más bien deberían eliminarse éstas, para que los dirigentes y militantes de los cantones no malgasten sus propios recursos económicos. Al final esto se convierte en una burla y el candidato (a) de turno impone lo que desea, dicen quienes son su candidatos a diputados, se irrespeta los Estatutos y ordenamiento jurídico electoral, etc. Falta una comisión política, falta un Código de Ética y disciplina, falta lineamientos claros que deben respetar quienes van a gobierno. Una vez en el poder hacen los que les da la gana, no respetan principios liberacionistas, ni mucho menos los socialdemócratas y los referentes de la Carta Fundamental del Partido. Carlos, el PLN sigue secuestrado por grupos que solamente se aprovechan del buen nombre del partido, su historia, su huella y legado al país. Así siguen engañando a la gente en todos los cantones, domesticados, incautos e ingenuos «tontos útiles» al servicio de unas camarillas que los utilizan. Comparto con lo expresado en su artículo, no se que va a pasar con el futuro del PLN.
Yo fui un militante, del pln, principalmente porque me inspiraba el pensamiento social-demócrata que dio origen a ese partido. Los ideales del Centro de Estudio de los Problemas Nacionales, las ideas promulgadas por Roberto Brenes M, Rodrigo Facio, José Figueres y muchos otros, que contribuyeron a la creación del Estado Social de Derecho, a la lucha contra la pobreza, contra la corrupción, Banca de Desarrollo y fortalecimiento del sector productivo nacional. entre otras. Aproximadamente desde hace unas tres décadas, este partido se ha ido encaminando no solo ha ser una maquinaria político-electoral, sino el instrumento que han tomado los grupos de políticos empresarios, para hacer sus grandes negocios, y generar una riqueza descomunal en pocas manos. En este ultimo gobierno se ha venido a culminar con los niveles más detestables de corrupción, enriquecimiento ilícito, tráfico de influencias, abuso de poder, irrespeto a la Constitución política, así como la amenaza a derechos fundamentales como la libertad de pensamiento (ley mordaza) y el respeto a nuestra Democracia. Ante este clase de partido político, no le queda a las personas críticas, honestas y patrióticas, que salir huyendo de este cascaron político que se llamó Partido Liberación Nacional.
El señor Solis del PAC es una buena opción, y no está tan lejos de Liberación porque el PAC salió principalmente de allí; según yo entiendo para rectificarlo. Y aunque se condujo mal, sin suficiente ánimo reformador, y con mucho ánimo excluidor, tal vez la social democracia vuelva a tomar fuerza con el PAC; ahora que tanto se necesita.
» … En mi caso personal, les puedo decir que si, estoy muy desilusionado de mi partido, que siento que ya no lo es, y que solo sirve para ganar elecciones, que espero ganemos, pero ya no me hago ilusiones con respecto a la ética y la socialdemocracia. Esto a pesar del discurso actual, que creo que es solo eso, un discurso…»
Grave situación.
Espera que ganen, aún reconociendo que son «un discurso».
Jajajaja Don Carlos Revilla es la actitud PLN en todo su esplendor… «Espero que ganemos» pero ya nos somos socialdemócratas (aún recuerdo nuestras discuciones y como defendía fieramente la SD del PLN)y tenemos problemas éticos… Que tuanis!!!
La explicación es muy sencilla: no hay adonde persinarse o dicho de otra forma «mas vale malo conocido, que bueno por conocer».