Socialdemócratas y líderes pro-democracia en la mira
A pesar de las manifestaciones sin precedentes llevadas a cabo durante casi un año en pro de la democracia en Belarús, la situación en el país sigue empeorando y requiere de una urgente atención por parte de la comunidad internacional. El régimen dictatorial continúa su violenta persecución de manifestantes y miembros de la oposición en sus masivas protestas contra la victoria fraudulenta que se adjudicara Alexander Lukashenko luego de la elección presidencial en agosto 2020. Los belarusos son el blanco de ataques debido a sus manifestaciones y a sus comunicaciones en redes sociales, como también por acciones tan inocentes como desplegar o simplemente usar los colores asociados con los movimientos de protesta. Simultáneamente, aquéllos responsables de la violencia y brutalidad pueden escapar de la justicia, policías que han asesinado a manifestantes no han enfrentado ninguna repercusión o amonestación por sus actos, lo que demuestra hasta qué punto se ha socavado gravemente el Estado de derecho en Belarús.
La Internacional Socialista se encuentra especialmente preocupada por la situación que enfrentan los miembros de la Dirección de su partido miembro en Belarús, Narodnaya Hramada. Estos incluyen a Mikalai Statkevich, presidente del partido, y Syarhei Sparysh, secretario general. Además, las tres cuartas partes del presidium del partido han sido forzados al exilio como resultado de la persecución por el régimen. Miembros de Narodnaya Hramada y otros políticos de oposición han sido detenidos y encarcelados por sus creencias y convicciones políticas, enfrentando acusaciones falsas bajo condiciones inhumanas y sufriendo diariamente violaciones a sus derechos humanos.
Mikalai Statkevich ha sido perseguido durante muchos años como resultado de su oposición al régimen de Lukashenko. Como candidato presidencial en 2010, fue arrestado y encarcelado por cinco años, y en mayo de 2020, previo a las últimas elecciones presidenciales, fue nuevamente arrestado y encarcelado en duras condiciones, donde permanece hasta el día de hoy. Se le acusa falsamente de organizar desórdenes masivos, detener las actividades de la comisión electoral e incitar al odio, con ausencia total de toda presunción de inocencia. Se le ha negado el contacto con su familia durante este último periodo en prisión, causando un mayor dolor y sufrimiento, y es posible que cuando sea llevado a juicio el proceso será ocultado por las autoridades y tendrá lugar en una corte cerrada. El 6 de mayo 2021, Syarhei Sparysh fue condenado a seis años en una colonia penal por cargos relacionados con el uso de Telegram como canal de mensajería, con el que no tuvo nada que ver. También se le ha acusado falsamente de organizar disturbios y obstaculizar el trabajo de la comisión electoral.
La Internacional Socialista reitera su llamamiento a la inmediata liberación de Mikalai Statkevich, Syarhei Sparysh y todos los demás prisioneros políticos y prisioneros de conciencia en Belarús y urge a la comunidad internacional y a sus partidos miembros a aumentar su presión sobre las autoridades de Belarús. La única solución aceptable en Belarús será que se escuche la voz del pueblo y se lleven a cabo elecciones libres, con observadores independientes de la votación. Los responsables de la violencia patrocinada por el estado y de las violaciones a los derechos humanos deben comparecer ante la justicia. Expresamos nuestra permanente solidaridad con Narodnaya Hramada, sus miembros, la oposición de Belarús y todos aquéllos ciudadanos de Belarús que continúan manifestándose valientemente contra el régimen dictatorial y autoritario.
INTERNACIONAL SOCIALISTA
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