Territorios indígenas: legalidad e indefensión

Ágora*

Guido Mora
guidomoracr@gmail.com

Desde hace unos meses, se está presentando un problema agrario, social y económico en la Zona Sur de Costa Rica, concretamente en el Cantón de Buenos Aires.

La lucha que se libra en Salitre y Cabagra, por la apropiación indebida de los territorios indígenas, en la que participan diversos grupos ubicados en la zona de conflicto, amenaza con salirse de las manos de las autoridades nacionales.

De nada ha valido la presencia de la Vice Ministra de la Presidencia Ana Gabriel, de la Defensora de los Habitantes Monserrat Solano o la participación de otras autoridades del Juzgado Agrario y el Poder Judicial.

El día de ayer, 19 de octubre, lamentablemente, se presentaron las primeras escenas de violencia en Brazo de Oro de Cabagra, donde resultaron heridos dos integrantes de grupos indígenas, quienes recibieron disparos en su cuerpo. Estas son las primeras manifestaciones en las que se recurre vías de hecho, para zanjar las diferencias que se presentan entre quienes pugnan por la propiedad de esos territorios.

La indolencia y la falta de interés, la indecisión y la falta de voluntad para resolver este problema, no es sino el reflejo de la posición en que esta sociedad ha puesto a los habitantes originarios de nuestro país.

Y es que la disputa entre los grupos de indígenas “recuperadores” y los propietarios “legales” de esos territorios se ha complicado, entre otras, por dos razones: 1- la presencia de sujetos ajenos a la situación, que han llegado a incitar y promover las invasiones y; 2- la ausencia de una resolución definitiva que vuelva a llevar la situación, al marco legal que debe regir nuestro país.

No se trata de favorecer a un grupo u otro. Se trata de que prive la legalidad y que se ejecuten los procesos adecuados y pertinentes. Que el que prevalezca y triunfe sea el Estado de Derecho.

Lamentablemente, en la situación actual priva la indefinición y la anarquía. No es posible que prevalezca el irrespeto a las medidas cautelares y la Fiscalía esté ausente en la atención del conflicto.

Debe exigirse una acción más agresiva por parte de las autoridades nacionales; es imprescindible que actúen con mayor celeridad y firmeza con el fin de que se eviten más manifestaciones de violencia y un mayor derramamiento de sangre, situación que está a la vuelta de la esquina.

El conflicto agrario prevaleciente en Buenos Aires, debe resolverse lo antes posible, en el marco de la legalidad que prevalece en Costa Rica, el marco legal que debe ser el mismo para los sikuas (blancos), que para los indígenas.

Si efectivamente como se indica, el 15% del territorio indígena está en manos de los sikuas, el Estado debe de ejecutar las acciones necesarias para devolverlas por la vía legal, indemnizando a sus propietarios, si han adquirido legalmente esos territorios.

No se debe ni puede permitir la invasión de tierras, el sacrificio de animales o la destrucción de la propiedad privada en manos de quienes utilizan la violencia o las amenazas, como mecanismo de recuperación de tierras. El Gobierno debe detener estas acciones y encarrilar el proceso, por los canales legales que corresponden.

Esa es la mejor manera de rendir tributo a los indígenas que siguen viviendo en los territorios que fueron originalmente de su propiedad.

* El Ágora era el centro de la actividad política, administrativa, comercial y social de la antigua Atenas.