Sobre el estado del sector financiero

Carlos Manuel Echeverría Esquivel

Carlos Manuel Echeverría

Descarrilamiento. Cada día me convenzo más de que el aparato estatal costarricense y la educación superior están pasando por un mal momento. Pareciera que donde hay plata, hay trúhanes dispuestos a llevársela. Los valores y la moral de antaño, de un Jorge Manuel Dengo por ejemplo, un señor que vivía frugalmente como se estilaba en esos tiempos, ya hoy son cosa escasa. O un don Demetrio Tinoco (Mechito) que cuando estaba en el gobierno usaba dos plumas, una del GOCR para firmar lo del gobierno y otro de él para firma lo personal. Además, era gente bien formada técnicamente, sabía su materia y se manejaba bien gerencialmente, aunque ciertamente, “antes” todo era más sencillo y más lento, sin la tecnología de hoy en día, que todo lo acelera pero también crea más presión.

Recurso humano actual. El recurso humano que tenemos hoy dirigiendo al sector público, incluido el sector financiero, es producto de nuestro pésimo sistema formativo, desde la base ya lo sabemos, pero para el caso, de nuestras entidades formativas de la educación superior. Hay excepciones por supuesto, pero la experiencia está demostrando que se está generando una nueva clase social burocrática, con sueldos que llegan a los 30 mil dólares mensuales y que no se justifican. Primero, porque si les toca vigilar, se les pasa un elefante enfrente y no la ven o en otros caso se “untan” y (las personas) se hacen “las rusas”. Técnicamente, veo pocos con esos sueldazos con base técnica financiera suficiente para merecerlos, que no se mantienen al día y a los que no se les ha inculcado los valores éticos y morales requeridos para desempeñar sus funciones con la pulcritud necesaria.

Afán pecuniario. Todo esto es producto también, de un deseo del costarricense especialmente medio, que no desaprovecha la oportunidad de satisfacer esa necesidad irracional de la presente época de “hacer plata” a como de lugar. Estamos horrorizados de lo que estamos viendo en el sector financiero público o cooperativista de este país. Especulo amigo lector, que los sueldazos desproporcionados que se pagaban en Coopeservidores R.L. , son comunes en el área finnanciera del cooperativismo. Se dan porque vieron como en los bancos públicos se pagaban esos sueldazos injustificadamente y entonces se sintieron con derecho. Espero ser desmentido documentadamente.

El municipio. Igual pasa en el sector municipal donde se inventaron una fórmula que hace posible que una gran parte de los alcaldes, gane más en términos reales que el alcalde de Nueva York. Hay una propuesta en el Congreso para limitar estos exorbitantes salarios que son los ciudadanos los que terminan pagando y perdiendo la obra que se podría hacer con esas platas. No he vuelto a oír de ella. Seguramente los que “tiraron líneas” le “jalaron el aire” a quienes promovían esa idea fatal para los amigos de las “puertas giratorias” empleadoras en la política. Así seguramente es el desastre en donde haya plata disponible, en muchos casos promovido por elementos polutos del sector privado.

Costa Rica es caro. Por todas estas razones, así como la forma en que se han financiado los déficits fiscales, hoy más controlados por la llamada “regla fiscal”, que por intereses específicos se la han querido “apear” o al menos debilitar, así como tortas multimillonarios en US$ como las del ICE, es que Costa Rica es un país caro. El mismo sector privado, monopólico o al menos oligopólico como es, tira los precios “pa’rriba”. Una cosa es que tengamos el salario mínimo más salto de América Latina, US$ 677.40, seguidos por el de Uruguay (US$ 556) y el de Chile, lo cual es bueno para ayudar a los menos favorecidos a por lo menos sobrevivir en el caro país y otra es la carura por tanto desmán.

La justicia. El tema está muy ligado a lo impronta e incumplida que es en general la justicia en Costa Rica, una deficiencia que urge resolver lo antes posible. Roban, como nos robaron a un grupo grande de pequeños y medianos inversionistas en el conglomerado BCR, mediante una subsidiaria, BCR SAFI, que nos dio confianza con el sello BCR, hoy manchado por supuesto, por una seguidilla de actos improcedentes todavía no penados. En gran parte roban porque saben que “nunca”, en términos prácticos, serán juzgados. Por ejemplo, el caso del cementazo allí está y nada pasa; nadie se atreve a entrarle en forma, “con todo”. El del Banco Anglo fue un milagro, que llevó a varios a la cárcel por años, pero ya se olvidó. Métanse unos cuantos funcionarios a la cárcel por mal proceder abusando de recursos que maneja o por negligencia, como pudiera ser el caso de directores de BCR SAFI, casi todos directores a su vez del BCR y hoy al menos una de ellos, disfrutando de un puestazo en otro banco. Allí es cuando gente mal pensada le asegura a uno que es que hay una red de cuido funcionando y que incluye todo el sistema financiero.

Acciones inmediatas. Requerimos: justicia pronta y cumplida; Poder Judicial: “pilas” por favor y honestidad inmaculada y verán cómo se acaba la sinvergüenzada; desmantelamiento y revisión de remuneraciones excesivas “en todo lado”. Siento que la llamada “ley de empleo público”, “está en el aire”. Ojalá alguien “me tape la boca” al respecto; “overhaul” del pensum formativo en economía y finanzas de las universidades públicas y privadas de Costa Rica, incluyendo temas de ética y moral…formación, formación, formación; limpieza en el sector financiero y una mejoría notable (upgrade) del CONASSIF y subsidiarias. Si la hay, destruir la red de cuido.

Por cierto, don Tomás Soley a mi juicio ha traído una notable mejoría a la SUGEVAL. Fui parte de los cuatro que denunciamos formalmente en setiembre del 2022, antes de que él llegara y lo he podido constatar. Lo considero una persona seria, que quiere hacer un buen trabajo. Ojalá el personal lo siga y que no estén pensando en jugar a la segura, léase, hacer “pocas olas”, para mantener cada uno el cargo. Eso se debe acabar en Costa Rica.

Ex viceministro de planificación y ex profesor de Ciencias Políticas-UCR.

Revise también

William Méndez

La verdad incómoda

William Méndez Garita Pretendo llamar a la reflexión en estas cortas líneas sobre el uso …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *