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Efrén Arauz C.
Costa Rica está urgida de una reforma fiscal global, justa y progresiva que le permita un desarrollo económico, social y político al país, en esto coincidimos todos.
El problema se postergó por décadas, pero la situación no está para establecer culpables, la clase política actual y la de años anteriores es la responsable de esta debacle tributaria y política que hoy se le acumuló a la presente administración.
Los sindicatos plantearon su oposición al proyecto enviado por el Ejecutivo por considerar que no se debía gravar, entre otras cosas, los alimentos, las medicinas y los insumos agropecuarios. Pero en el fondo había otro interés de gremio: el de sus beneficios y ventajas laborales, pronto la huelga a la que se arribo dejo de ser una huelga del pueblo contra la posición del gobierno y se transformo en una huelga de los trabajadores públicos contra su propio patrono, quedando el pueblo, el trabajador privado, los estudiantes, los usuarios, las amas de casa, los pequeños y medianos empresarios y lo que queda de la clase media, entre estos dos actores, que lejos de ceder a sus intereses cada día se distancian mas las posiciones, orientadas por el ego y la soberbia, el gran perdedor somos todos, usted y yo, el pueblo en su conjunto.
La situación de huelga indefinida, con bloqueos de carreteras, suspensión de servicios básicos en forma parcial, y amagos de violencia e irrespeto a la ley se transformo en caos, en paralización del país, en crisis total, hechos que no son parte de una huelga.
La declaratoria de legalidad o ilegalidad de la huelga no resuelve nada, además, va para largo, el proyecto prácticamente está suspendido por las casi cuatrocientas mociones de reiteración que hay más recursos planteados ante la Sala Constitucional, dicho proyecto de reforma fiscal tiene poco futuro, ¿entonces para qué retirarlo si prácticamente está suspendido? Si la exigencia es que se suspende la huelga si se retira el proyecto de la corriente legislativa, la condición exigida está prácticamente dada, el país necesita continuar, trabajar, seguir adelante o nos hundimos todos…. incluso, sigan solo con las marchas, pero suspendan el resto de actos ilegales.
La Conferencia Episcopal debe centrarse en un resumen de diez o quince puntos, del proyecto enunciado o parte de una nueva base, para que en cuestión de días se llegue a un acuerdo nacional y a empezar de nuevo, todo es fácil en la vida si se quiere y se hace. Quizás no sea lo mejor, pero es la única opción práctica que queda, adelante Costa Rica.
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Cargando...– Ex consultor Int. Unesco.
