Suiza No.28
Mauricio Castro Salazar
mauricio.castro.salazar@gmail.com
“Castrosalazar: de verdad que te estás poniendo viejo, supongo que estás hablando de la COVID, y este cuento lo has echado un montón de veces, perdoná que te lo diga, pero sino soy yo quién lo va a hacer”—me dijeron
A nadie le gusta que le hagan interrupciones y menos cuando son sin sentido alguno—le dije con fuerza a mi voz interna.
“Castrosalazar: ¿qué fue aquello? ¿se chivió mae?”—me dijeron en tono de burla.
…decidí no dar bola a las interrupciones.
En marzo del 2020 me fui al Súper y compré tantas cosas que a mediados de agosto de ese mismo año cuando hacíamos maleta para irnos para Costa Rica tuvimos que regalar varias cosas: pasta y salsa de tomate, papel higiénico, atún, cloro, baterías, fósforos…confieso que tontamente me fijé en la lista de emergencias tropicales y me preparé como para un huracán y nada que ver, pero ni cerca. Hasta hice la estupidez de pensar que se iba a ir la luz y el agua…
“Castrosalazar: jajaja que burro: ¡irse la luz y el agua, en Suiza, ve vos!, De las compras…sí, ya recuerdo la cara de la pobre cajera diciéndote que no te preocuparas, que no iba a faltar nada, y de verdad que ni yuca tica faltó. Y recuerdo tu espera en la fila para pagar con el carrito hasta a reventar, como los otros extranjeros y todos los suizos con una canastita”—me dieron burlándose.
No me corté el pelo por casi 8 meses (desde noviembre 2019 hasta julio 2020), parecía “la vieja del monte”. Todas las peluquerías cerradas. Usé máscara hasta dentro de la casa, salí solo en los horarios que recomendaban, guardé la distancia social como indicaron: primero 3 m, luego 2,50…hasta los 1,80 que dejaron al final, no pude salir de Suiza en varios meses, me renovaron la visa dos veces, varias veces al leer los síntomas del “corona” me sentí enfermo con COVID tanto que me tuve que convencer que era mental y ……
“Castrosalazar: pará ya tanto recuerdo y tanta enumeración. ¿Para qué tanto mingueo? —me preguntaron
…sigo sin hacer caso, estando en Costa Rica, cuando decidimos que regresaríamos a Suiza, me vacuné contra la neumonía, contra la influenza, apenas llegué a Lausanne me puse las 3 vacunas, usé la máscara muchas semanas incluso después de que quitaron la obligación…
“Castrosalazar: ¿va a seguirs? Que mae tan cansón”—me dijeron.
Todo esto para contarles que hace unos días me sentía un toque mal, como cuando tuve leptospirosis hace algunos años: dolor de piernas, fiebre y malestar general y yo me dije: “mae es mental, dejate de varas”.
“Castrosalazar: ¿y?¿y?”—me preguntaron con fuerza y dureza.
Y enseñé el resultado de la prueba….
“Castrosalazar: ¡positivo! Diay, ¿para qué cuidarse tanto durante casi 2 años? Hizo los de las vacas mae, ¡qué bárbaro!”—entre regañada y burla sonó.
Diay sí, hice lo de las vacas…me cag… a la salida, aunque según yo me cuidé, pero evidentemente NO.
“Castrosalazar: ¿me cuidé, me cuidé? No jodás, hace semanas que te vengo diciendo que bajaste la guardia, hasta en el tren te montaste sin mascarilla, fuiste a un juego de pólvora con miles de gente el 1 de agosto, Día de la Fiesta Nacional…
¡cuidarse, cuidarse…no me jodás!
Ya me recuperé. Solo quedo con achaques nada más…
“Castrosalazar: sí, pero esos achaques no son por la COVID…jajajaja”—terminaron burlándose.