Cuaderno de Vida
Gustavo Elizondo Fallas
“Yo tengo el sueño de que un día cada valle será exaltado, cada colina y montaña será bajada, los sitios escarpados serán aplanados y los sitios sinuosos serán enderezados, y que la gloria del Señor será revelada y toda la carne la verá al unísono. Esta es nuestra esperanza.”
Eso lo dijo Martin Luther King en su discurso histórico que pronunció en 1963 en el Monumento a Lincoln, en Washington DC.; en todo el contenido de su discurso en 7 ocasiones afirma que _tengo un sueño_ El 20 de enero de 2009, con la llegada de Barack Obama a la presidencia de EEUU, ese sueño de ese gran luchador contra la discriminación racial empieza a tomar forma y con la esperanza que una posible llegada de Kamala Harris a la Casa Blanca, se termine de consolidar ese sueño y de paso enterrar por siempre a ese nefato personaje que se le enfrenta en este proceso electoral.En los años 40 del siglo pasado un personaje de endeble cuerpo, pero gran corazón, tuvo el sueño de un India libre de la opresión Británica y aunque le truncaron su vida de un disparo traidor, el sueño tomó forma y los ingleses liberaron a la India y Pakistán. En el territorio donde formó su ideal, Sudáfrica, surge un hombre que también soñó desde la prisión donde lo confinaron por más de 40 años, con desterrar el perverso “apartheid” de su tierra y ese sueño se hizo realidad de tal forma que él mismo ocupó la presidencia: Nelson Mandela.
En 1965 en Broadway, un musical que luego se llevaría al cine en 1972, “El hombre de la Mancha” contenía un hermoso tema de fondo, “Un sueño imposible” que dice:
Y yo sé que si logro ser fiel
a mi sueño ideal
estará mi alma en paz al llegar
de mi vida el final
Será este mundo mejor
si hubo quien despreciando el dolor
combatió hasta el último aliento
Con fe lo imposible soñar
y la estrella alcanzar.
Un sueño más cercano, el del atleta limonense Sherman Guity, quien, en una cama de hospital, luego de perder una de sus extremidades en un accidente de tránsito, tuvo un sueño, ser campeón paraolímpico y su sueño se cumplió algunos años después.
En 1972, en medio de la dictadura nefasta de Juan Velazco Alvarado en Perú, que dicho sea de paso en la historia oficial se le idolatraba y hoy día pululan las estatuas y calles con su nombre, uno de sus opositores que se distinguía por su verbo crítico, ante la amenaza a su vida y la de su familia, tuvo un sueño, el sueño de un país democrático, donde sus hijos pudieran estudiar en una universidad pública y ese sueño se le hizo realidad cuando ellos se graduaron en la Universidad de ese país con el que soñaba, la Universidad de Costa Rica.
Por eso hermanos y hermanas limonenses, no dejen que una dirigente política, les quiera arrebatar ese derecho de soñar, no permitan que los dejen sin la opción de las personas in supra mencionadas que en condiciones difíciles supieron mirar el horizonte con esperanza y en lugar de mandarlos simplemente a “dejar de soñar y ponerse a trabajar” les doy el mensaje de que “trabajen por lograr sus sueños”.