Santuario de la Virgen de Guadalupe

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Carlos Revilla Maroto

Carlos Revilla

En mi reciente viaje a Ciudad de México, visitamos el famoso Santuario de la Virgen de Guadalupe, un lugar que no podía faltar en nuestro itinerario, y que sin importar las creencias hay que conocer . El lugar no solo es el centro de devoción mariana más importante de América Latina, sino también uno de los sitios más fascinantes para conocer la historia, la cultura popular y la identidad profunda del pueblo mexicano.

Pero, ¿qué lo hace tan especial?

Ubicado al norte de la ciudad, en la zona de La Villa, al pie del cerro del Tepeyac, este santuario recibe millones de visitantes cada año. De hecho, es uno de los lugares religiosos más visitados del mundo, solo superado por el Vaticano.

La mayoría viene a ver la imagen original de la Virgen de Guadalupe, que, según la tradición, se apareció en 1531 al indígena Juan Diego, hoy san Juan Diego. Su imagen quedó impresa en su manto (o tilma), y hoy se conserva como una reliquia en el altar de la nueva basílica, un moderno templo circular inaugurado en 1976.

El diseño de esta basílica permite que todos los visitantes puedan ver la imagen desde cualquier punto. Un detalle muy interesante: para evitar aglomeraciones frente al altar, instalaron una banda transportadora que permite observar la imagen sin detenerse, mientras uno se desliza en silencio por debajo del altar . Es una experiencia sencilla, pero poderosa.

El complejo guadalupano no se limita a un solo edificio. Otros lugares imperdibles dentro del santuario son: La Basílica Antigua, de estilo barroco, construida en el siglo XVIII y que aún conserva mucho de su encanto colonial. La Capilla del Cerrito, ubicada en lo alto del Tepeyac, donde se dice que ocurrieron las apariciones. La vista desde ahí vale la subida. La Capilla del Pocito, una pequeña joya arquitectónica, construida sobre un manantial considerado milagroso. El Museo de la Basílica, ideal para ver el arte sacro o profundizar en la historia de la devoción guadalupana. Los jardines y esculturas, donde hay zonas verdes muy agradables para descansar, tomar fotos o simplemente observar el ir y venir de los peregrinos.

Hay que llegar temprano, sobre todo si la visita al santuario es en el fin de semana o cerca del 12 de diciembre (día de la Virgen), cuando la afluencia puede ser enorme. Nosotros fuimos entre semana y aún así había mucha gente. La entrada es gratuita, tanto al santuario como a sus capillas y museos (aunque algunos espacios piden un donativo voluntario).

La mejor forma de ir es contratando un tour, como hicimos nosotros, que como parte del paquete a Teotihuacan, de vuelta lo llevan a uno al santuario, donde tiene uno alrededor de una hora; tiempo suficiente para ver los sitios principales. En el lugar y cercanías hay baños, zonas para comer, tiendas de recuerdos, espacios para sentarse y personal dispuesto a orientar a los visitantes. Para llegar se puede tomar la línea 6 del Metrobús o la línea 7 del Metro y bajarse en la estación “La Villa-Basílica”. Desde ahí es una caminata corta y muy bien señalizada.

¿Vale la pena ir? Totalmente. Más allá de la fe, el Santuario de Guadalupe es una experiencia cultural única. Es un sitio donde se entrelazan historia, espiritualidad, arte, tradición y vida cotidiana. Incluso si no eres religioso, te conmoverá ver la devoción de la gente, escuchar las plegarias en voz baja o simplemente contemplar la arquitectura y la energía del lugar.

Es uno de esos lugares donde México se muestra auténtico, profundo y humano.

Uno de las cosas que más llaman la atención y que llenan de fervor, es la historia del indio Juan Diego y la Virgen de Guadalupe, que paso a resumir a continuación:

En diciembre de 1531, un indígena chichimeca recientemente convertido al cristianismo llamado Juan Diego Cuauhtlatoatzin caminaba por el cerro del Tepeyac, cerca de la actual Ciudad de México, para asistir a misa. El 9 de diciembre, en medio de la neblina, escuchó una música celestial y vio una figura resplandeciente, una mujer de piel morena, vestida con un manto azul lleno de estrellas. Se presentó como la Virgen María, madre de Dios, y le pidió que fuera al obispo de México, Fray Juan de Zumárraga, para pedirle que construyera un templo en ese lugar.

Juan Diego obedeció, pero el obispo no le creyó. La Virgen se le apareció de nuevo y le insistió que volviera a intentarlo. Al día siguiente, Juan Diego regresó al obispo, pero este le pidió una señal milagrosa para creer.

El 12 de diciembre, la Virgen le pidió a Juan Diego que subiera al cerro. A pesar de ser invierno y un lugar árido, encontró rosas de Castilla, que no crecían allí normalmente. Las recogió en su tilma (una especie de capa indígena) y fue al obispo. Cuando desplegó su manto frente a él, las flores cayeron al suelo y en el tejido apareció la imagen de la Virgen de Guadalupe grabada milagrosamente.

El obispo, convencido, ordenó construir el santuario. La tilma con la imagen se conserva hasta hoy en la Basílica de Guadalupe, uno de los lugares de peregrinación más visitados del mundo.

Sobre esto, en la basílica nueva, se pueden en sendas placas con algunas partes del dialogo de Juan Diego con la Virgen, algo lindísimo, que reproduzco a continuación (hay tres dentro de la basílica, y una a la entrada por la parte de afuera):

– FUI A CUMPLIR TU MANDADO …
PERO NO LO TUVO POR CIERTO …
* HIJO MÍO EL MÁS PEQUEÑO.. ES
DE TODO PUNTO PRECISO QUE TU MISMO SOLICITES Y AYUDES
Y CON TU MEDICIÓN SE CUMPLA MI VOLUNTAD
– SEÑORA Y NIÑA MÍA …
DE MUY BUENA GANA IRÉ A CUMPLIR TU MANDADO

Virgen de Guadalupe

* NO TE AFLIJA
LA ENFERMEDAD
DE TU TÍO …
\ .. YA SANÓ … /

Virgen de Guadalupe

* HIJO MÍO EL MÁS PEQUEÑO …
ES NADA LO QUE TE ASUSTA Y AFLIGE, NO SE TURBE TU CORAZÓN
¿ NO ESTÁS BAJO MI SOMBRA..?
– SUBE… A LA CUMBRE DEL CERILLO, HALLARÁS DIFERENTES FLORES
– ESTA DIVERSIDAD DE ROSAS ES LA PRUEBA Y SEÑAL
QUE LLEVARÁS
– TU ERES MI EMBAJADOR, MUY DIGNO DE CONFIANZA

Virgen de Guadalupe

¿ NO ESTOY
YO AQUÍ
QUE SOY
TU MADRE ..?

Virgen de Guadalupe

Ahora, algunas reflexiones el objeto más preciado en la basílica, que es la tilma de la Virgen de Guadalupe, considerado un símbolo para todos los católicos, y que tiene algunos aspectos que son considerados milagrosos.

Empiezo diciendo que la tilma es una prenda tradicional indígena hecha con fibras de maguey (ayate), común entre los pueblos nahuas del siglo XVI. Se usaba como capa y como herramienta para cargar objetos. La tilma de Juan Diego mide aproximadamente 1,70 metros de largo por 1,05 de ancho, y es de una tela rústica hecha con hebras de maguey, con una duración promedio de apenas 20 a 30 años, debido a la fragilidad del material. Sin embargo, la imagen no muestra signos de deterioro después de casi 500 años, y la tilma, donde está impresa la imagen de Nuestra Señora, ha permanecido intacta por casi 500 años, desafiando las leyes naturales de la conservación textil.

La imagen de la Virgen María que apareció sobre la tilma representa a una mujer mestiza, de rostro sereno, manos en oración, con una túnica rosada cubierta de estrellas, sobre un fondo de rayos dorados. Su iconografía mezcla símbolos cristianos e indígenas, la luna bajo sus pies alude a Tonantzin, diosa náhuatl; el ángel que la sostiene sugiere nobleza celestial. Para la tradición católica, la imagen no fue pintada por mano humana. No se han encontrado trazos de pincel, preparación de lienzo, ni pigmentos convencionales, lo que ha llevado a considerar su creación como milagrosa.

A lo largo de los siglos, la tilma ha sido examinada por expertos de distintas disciplinas. En 1936 el químico Richard Kuhn, premio Nobel, analizó fibras y concluyó que los pigmentos no eran de origen vegetal, animal ni mineral conocido. En 1950s y 1990s oftalmólogos y científicos aseguraron encontrar reflejos humanos en los ojos de la Virgen, específicamente figuras diminutas como si fueran el reflejo de la escena de Juan Diego abriendo la tilma ante el obispo.

No obstante, muchos de estos estudios son disputados por la ciencia oficial, que los considera poco concluyentes o faltos de rigor metodológico. Algunos especialistas señalan que ciertos retoques fueron añadidos con el tiempo.

Increíblemente la tilma también ha resistido una explosión (1921), condiciones de humedad y contaminación, sin daño visible.

La tilma no solo es un objeto devocional. Es un símbolo fundacional para México y América Latina. En ella confluyen la evangelización de los pueblos originarios tras la Conquista, la creación de una identidad mestiza, que no era ni completamente europea ni indígena, y la devoción mariana como forma de resistencia espiritual y esperanza popular.

Su imagen ha acompañado luchas sociales, desde la independencia de México hasta movimientos campesinos y populares. Ha sido adoptada tanto por la Iglesia católica como por creyentes laicos y hasta sectores no cristianos, por su valor simbólico.

Es así como la tilma de la Virgen de Guadalupe sigue siendo un enigma científico, un símbolo espiritual profundo y un ícono cultural inquebrantable. Más allá de las pruebas empíricas, su impacto emocional, político y religioso en millones de personas a lo largo de los siglos la convierte en uno de los objetos más significativos del continente americano.

¿Milagroso? juzguen ustedes. Yo creo que si.

Algunos otros datos más en detalle sobre la tilma: La imagen en ella, hasta el momento, no puede ser explicada por la ciencia. No hay boceto inferior, ni tamaño, ni barniz protector sobre la imagen. El examen microscópico reveló que no había pinceladas. La imagen parece aumentar de tamaño y cambiar de color debido a una propiedad desconocida de la superficie y la sustancia de la que está hecha. Según Kodak de México, la imagen es nítida y se siente como una fotografía moderna (producida 300 años antes de la invención de la fotografía). La imagen ha desafiado constantemente la reproducción exacta, ya sea con pincel o con cámara. Las estrellas en el manto de Nuestra Señora coinciden con la constelación en el cielo el 12 de diciembre de 1531.

Todos los que han examinado científicamente la imagen de Nuestra Señora a lo largo de los siglos confiesan que sus propiedades son absolutamente únicas y tan inexplicables en términos humanos que la imagen sólo puede ser sobrenatural.

Si quieren detallar más, pueden ver el Pdf “Los secretos de su imagen”.

La imagen de Nuestra Señora contiene una pictografía completa. La escritura ideográfica consiste en dibujar los objetos que han de explicarse con palabras, que es el caso de la imagen. Para explicar esto, me encontré el siguiente vídeo en Youtube:

Es de las cosas más fascinante de la imagen de la Virgen en la tilma son sus ojos, donde se pueden ver varias imágenes reflejadas en los ojos. Se cree que son las imágenes de Juan Diego, el obispo Juan de Zumárraga, Juan González, el intérprete, y otros. La distorsión y la ubicación de las imágenes son idénticas a las que se producen en el ojo normal, lo cual es imposible de obtener en una superficie plana. En el anexo detallo más sobre esto de las ojos que es algo realmente sorprendente. El texto lo tomé de una lámina informativa, que estaba en una de las tiendas de recuerdos cerca del santuario.

En los alrededores del santuario hay muchas tiendas de recuerdos interesantes (pueden ver algunas imágenes en la galería). Ingresamos también a la vieja basílica, que es muy bonita. La visita al santuario me llegó bastante, para mi fue una gran experiencia que reforzó fe en la Virgen.

Ya para finalizar, este otro vídeo del History Channel que me gustó mucho. En YouTube hay muchos otros vídeos sobre el manto muy interesante, por si quieren conocer más sobre el tema.

Les dejo la galería con una muestra de lo que creo son las mejores imágenes que tomé en el santuario.

 

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Algunas partes de este texto contaron con la asistencia de IA, y las revisé para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.

Anexo

El secreto de su ojos

Virgen de Guadalupe

Los encantadores ojos de la Virgen aparecen misericordiosos y compasivos, pero hacen más que retratar emociones humanas. Investigadores científicos han probado que cada uno de sus ojos refleja varias siluetas. Los reflejos aparecen tal y como aparecerían en una persona viva, con cada córnea reflejando una imagen idéntica a la de la otra. Estas imágenes revelan a las personas que fueron testigos de la primera develación de la tilma.

Alfonso Marcué, fotógrafo oficial de la antigua Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México, descubrió en 1929 lo que parecía la imagen de un hombre barbado reflejada en el ojo derecho de la Virgen.

En 1951, José Carlos Salinas Chávez, dibujante, descubrió la misma imagen mientras observaba con una lupa una fotografía de la Virgen de Guadalupe. La vio reflejada también en el ojo izquierdo, en la misma ubicación en donde se proyectaría en un ojo vivo.

En 1956 el doctor mexicano Javier Torroella Bueno hizo el primer reporte médico de los ojos de la Virgen Morena, el resultado: se cumplían, como en cualquier ojo vivo, las leyes Purkinje —Sanson; es decir, hay un triple reflejo de los objetos localizados en frente de los ojos de la Virgen y las imágenes se distorsionan por la forma curva de sus córneas.

A partir de 1979, el doctor en sistemas computacionales y licenciado en ingeniería civil José Aste Tönsmann, fue descubriendo el misterio que encierran los ojos de la Guadalupana. Mediante el proceso de digitalización de imágenes por computadora descubrió el reflejo de 13 personas en los ojos de la Virgen de acuerdo a las leyes de Purkinje-Sanson.

1. un hombre indígena observa con atención

2. El anciano, posiblemente sea Fray Juan Zumárraga

3. El hombre joven, Juan González, diácono de Zumárraga

4. San Juan Diego

5. Mujer de etnia africana

6. Este hombre maduro solo está presente en el ojo derecho.

En el centro de ambos ojos aparece lo que se ha denominado “grupo familiar Indígena”. Las imágenes son de diferente tamaño a las demás, sin embargo estas personas guardan entre sí un mismo tamaño y componen una escena diferente.

1 y 2.- Hombre y Mujer maduros

3.- Mujer joven de rasgos muy finos cargando a un bebé en su espalda

4, 5 y 6.- Hombre con sombrero (5) con un niño (4) y una niña (6) que junto con la mujer con un bebé en la espalda conforman una familia; y en esa familia está centrada la mirada de la Virgen de Guadalupe

La presencia del grupo familiar en ambos ojos de la Virgen de Guadalupe, en opinión del Doctor Aste, son las figuras más importantes de las que se encuentran reflejadas en sus córneas pues están ubicadas en sus pupilas, lo que quiere decir que María de Guadalupe tiene a la familia en el centro de su mirada compasiva

Pudiera ser una invitación a buscar la unidad familiar, a acercarse a Dios en familia, especialmente ahora que la sociedad moderna ha devaluado tanto a la familia.

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