Monólogos con Pelé *
Lina Barrantes Castegnaro
La discusión, llena de imprecisiones, sobre si los salarios de los funcionarios públicos son altos o altísimos (nadie se plantea que en la función pública hay muchas categorías) ha dejado de lado temas tan fundamentales como la calidad del servicio.
Qué si el percentil aplicado a los profesionales en la Administración Arias subió sus salarios mucho. Yo me pregunto: ¿Quién determina cuanto es mucho? La respuesta sin duda es el mercado. ¿Quién dice que un funcionario público tiene que ganar una miseria? ¿Por qué la escogencia de trabajar para el Estado tiene que ir acompañada de un voto de miseria?
Pero el tema del mercado como fiel de la balanza en la fijación de salarios, no se aplica en determinadas instituciones y categorías: por ejemplo, la prensa y el PAC han protagonizado escándalos por el salario del Presidente del Banco Nacional (bueno el PAC lo hizo mientras el Presidente no fue de su partido) y sobre el del Instituto Nacional de Seguros. Ahí no queremos comparar con el salario del Presidente de un banco privado con los mismos atestados, o con el de una compañía de seguros. Ahí tendría que ganar menos. Aunque nuestros bancos estatales, son bancos comerciales propiedad del Estado y para algunas cosas tengan que competir con los privados, a veces queremos que los salarios de sus jerarcas no compitan. Lo mismo con los seguros.
Con la enseñanza: el motor de movilidad social es la educación, sin embargo queremos que los salarios de los que nos educan sean entre malos y pésimos. Sabemos que en general, un estudiante graduado de la Universidad de Costa Rica, está mucho mejor formado que uno graduado de una universidad privada por la que además se paga muchísimo dinero (la privada), pero al mismo tiempo, queremos que eso suceda por arte de magia por que queremos condenar a los profesionales que deciden dedicarse a la academia a ganar mal y a educarse poco.
Cierto que existen desproporciones. Cierto que existen abusos. Pero a la hora de analizarlos, en mi opinión tenemos que tomar en cuenta el factor calidad. Mi problema con el internet del ICE no es que la SUTEL los obligue a cobrar lo mismo que los servicios privados, mi problema con el internet del ICE es que se me caiga. Mi problema con el INS no sería que su Presidente Ejecutivo gane mucho, sería recibir un mal servicio (que no es mi caso). Mi problema con la UCR no es que los profesores ganen bien, es que haya una cantidad enorme de administrativos, que siempre he creído innecesarios, y que ganan muy muy bien, y que por eso se destine menos dinero a la investigación, a nutrir las bibliotecas y a un crecimiento en el número de estudiantes. Quiero más profesores bien pagados, pero más estudiantes en las aulas, más centros regionales, más becas justamente asignadas.
No debemos confundirnos, lo que necesitamos no es condenar al Estado a tener los funcionarios menos preparados, los menos formados, los menos estudiosos. Lo que necesitamos es tener los mejores trabajando para el Estado y tener un estado en todos los ámbitos, más eficiente, brindando mejores servicios y con funcionarios a los que se les reconozca económicamente su esfuerzo por darnos eso. ¡Aunque puedan hasta ganar decentemente!
* Pele fue mi perro, un beagle. Durante 10 años, escuchó pacientemente las reflexiones que de vez en cuando decidí poner en blanco y negro. Por su complicidad, decidí poner este nombre a la columna.