Rodrigo Rivera Fournier
En un documento de cincuenta y tres páginas el nuevo jerarca del Ministerio de Obras Públicas y Transportes presentó al Congreso un proyecto de ley, de reingeniería absoluta según sus propias palabras, titulado Fortalecimiento de Competencias y rendición de cuentas del MOPT.Con dicho proyecto se pretende reconcentrar cuatro de los seis órganos desconcentrados de este Ministerio. Someterlos a la línea jerárquica, integrándolos de nuevo a la organización interna del MOPT para que el ministro «recupere sus capacidades de dirección y de rendición de cuentas». Así se trae al seno del MOPT, el Consejo Nacional de Concesiones, el Consejo de Transporte Público, el CONAVI y el COSEVI que en general se convertirán en direcciones a cargo de un jefe o director eliminando las actuales juntas directivas cambiándolas por consejos consultivos de expertos de la sociedad civil integrados a criterio del ministro. Se deja libre de momento al CETAC en la idea de que se requiere una nueva ley integral de aviación civil, que se tramitará en un proyecto aparte.
No se toca el Tribunal de Transporte Público que es una experiencia que debe ser evaluada con cuidado, entre otros criterios por su costo en relación con el número de casos conocidos y resueltos anualmente respecto de su presupuesto, las escalas salariales, el número de funcionarios y la prevalencia de sus resoluciones frente a las acciones de impugnación en la vía contenciosos administrativa. Será importante tener en cuenta que actualmente la protección del ciudadano debido a la ampliación de la posibilidad de recurrir a esta vía judicial, la legitimidad y agilidad de sus sentencias fue mejorada sustancialmente mediante la reciente reforma procesal. Si lo que se quiere es volver a centralizar y simplificar la estructura reduciendo sus costos, puede recordarse que antes de su fundación y obtención progresiva de creciente autonomía, las facultades de resolver reclamos y apelaciones en materia de transporte público las ejercía el ministro con una asesoría jurídica simple.
El proyecto incorpora una multiplicidad de reformas a normas legales de detalle sobre el tema de las concesiones de obra pública y transporte público que habrá que valorar en detalle. De importancia es dejar las concesiones de obra con mecanismos de manejo financieros ágiles y que proyecten confianza sobre acreedores e inversionistas. Hay letra menuda en la distribución de funciones hoy del COSEVI y CONAVI en la Dirección de Ingeniería de Tránsito que también deben ser analizadas con cuidado. Se plantea una norma que hace incurrir al funcionario que no denuncia penalmente alguna irregularidad en el delito del incumplimiento de deberes, y se castiga al funcionario cuyo nombramiento incumpla con algún requisito con la inhabilitación y obligación de devolver los salarios percibidos, lo que contradice lo dispuesto en la Ley de Administración Pública sobre el funcionario de hecho. Para simplificar la organización y ahorrar por duplicidades, se autoriza legalmente a distribuir funcionarios hacia otras instituciones.
La reforma, si bien propone un cambio importante, no es la solución a los problemas del MOPT que mucho más que los referidos a la estructura orgánica son de calidad de la gestión y su proyección a los ciudadanos. Problemas como el que representa la obtención de la licencia de conducir, tarea que debe ser delegada a un esquema de gestión tercerizada más integral y eficiente que el tramite actual con el BCR; o la ejecución de las expropiaciones de los terrenos necesarios para los proyectos de infraestructura, o el sistema de revisión de los vehículos usados como requisito para autorizar su importación al país o el sistema de transporte público tienen una naturaleza diferente y más compleja que la reforma en trámite.
– Ex Viceministro de Transporte Terrestre y Seguridad Vial