Desde mi perspectiva
José Francisco Bolaños Arquín
Suecia, país que ha logrado reciclar el 99% de la basura con una eficiente gestión, en donde una parte de ella es utilizada mediante un sistema de quema para generar energía y transformarla en electricidad que abastece en su totalidad a unos 260.000 hogares y a 950.000 que tienen acceso a la calefacción.
Ante el éxito alcanzado, han optado por importar deshechos por unas 800.000 toneladas de países como: Italia, Reino Unido, Noruega e Irlanda con el propósito de utilizarla como materia para alimentar las plantas de generación eléctrica.
Este logro se debe a una excelente organización del Gobierno, de los industriales y comerciantes que participan activamente y a un pueblo altamente educado, que desde la niñez aprenden la importancia del reciclaje.
Por ley deben existir contenedores para depositar la basura en cada zona residencial, que con horarios establecidos, utilizan carros recolectores que para anunciarse ponen música agradable y no escandalosa.
Este proceso se inicia en cada hogar, donde separan los residuos en bolsas de colores para identificar los diferentes tipos de deshechos que luego depositan en contenedores especiales para: desechos orgánicos, metales, pilas, vidrios de color, vidrios transparentes, plástico duro, plástico blando, cartón, tetra pack, papeles periódicos, refrescos y eléctricos. Los residuos peligrosos como pilas, bombillos, residuos eléctricos y electrónicos no son incinerados y los alimentos se utilizan para obtener fertilizantes.
En Costa Rica el desbordamiento de los ríos y calles inundadas se acentúan en los meses de setiembre, octubre y parte de noviembre; quedando en evidencia la gran cantidad de basura de todo tipo que obstaculiza el libre tránsito del agua.
Nuestro país, genera unas 4.000 toneladas de basura diariamente y solo se recicla 264 toneladas, en el 2017 solo el 6,6% de los residuos diarios; en el 2014 el 1,26%, en un país que genera unas 4.000 toneladas diariamente, una leve mejora pero nos falta mucho camino por recorrer.