Luis Manuel Espinoza Rojas
Esto, lamentablemente, no es un meme ni un chiste. Está circulando un video en Facebook donde aparece la esposa de Fabricio Alvarado, junto con otra pastora evangélica, orando, «hablando en lenguas», sanando enfermos vía internet, y profetizando que «2018 será el año en que Costa Rica será conocida por sus milagros».
Sé que hay personas que, aturdidos por el fallo de la CIDH, han decidido apoyar a Fabricio Alvarado pensando que es un político buena gente, dispuesto a defender lo que él llama valores, y que parecen coincidir con las creencias cristianas de gran parte de los costarricenses. Además, han creído en sus argumentos de que lo que está haciendo es defender la Constitución de intromisiones externas.
Quien piensa esto, no conoce realmente el movimiento religioso dentro del que se encuentra Fabricio. (Yo tampoco lo conocía hasta que ví ese video y las personas mencionadas ahí, y empecé a informarme al respecto). Como cualquiera de ustedes puede comprobar, ese movimiento, llamado el NAR (Nueva Reforma Apostólica), cree que las estructuras civiles existentes se encuentran dominadas por una jerarquía de demonios, y están dedicados a la «guerra espiritual estratégica» para vencer esos demonios de manera que puedan «instaurar el reino de Dios en la tierra», o sea, literalmente una TEOCRACIA, en preparación para el «fin de los tiempos.» Esta teocracia se consolida insertando a su gente en 7 áreas (lo que ellos llaman, Las 7 Montañas): las artes, los negocios, la familia, el gobierno, los medios, la religión y la educación. En otras palabras, no están preocupados por hacer respetar nuestra soberanía, nuestra estructuras democráticas, y el derecho de cada quién a sus creencias, sino en ir ganando terreno para imponernos, en todos los campos de la vida, su interpretación de la ley según el Antiguo Testamento. Hoy día, alegan la democracia y la libertad de expresión y culto para poder hacer política, pero según han reportado algunos medios como Aljazeera, en su propia doctrina son extremistas y buscan restringir a los que consideran herejes. Por ejemplo, su «guerra espiritual», incluye destruir artefactos de otras religiones (por ejemplo, de pueblos indígenas) para «vencer el poder de esos demonios».
Lamentablemente, son la vertiente cristiana de más rápido crecimiento en el mundo, y en América Latina. Y sin embargo, parece que se nos han escabullido por debajo del radar, a tal grado que hoy son vistos por mucha gente como defensores de los valores cristianos.
Aunque suavizan su discurso hacia el público en general, sus manifestaciones extremas están disponibles en sus propias publicaciones y dentro de sus prácticas.
Hay grandes tensiones en este momento, entre las visiones progresista y conservadora de lo que queremos como sociedad. Muchos vivimos en una burbuja rodeados de personas que piensan cómo nosotros, y no hemos hecho lo suficiente para buscar dialogar con quienes difieren de nosotros, como nación que somos.
Pero el auge de un grupo extremista no va a tender el puente ni estimular el diálogo urgente; tampoco va a atender las necesidades de la mayoría en ninguno de estos dos lados del debate. Solamente lograría concentrar poder en un grupo autoritario que explota el miedo y la vulnerabilidad de la gente.
Por favor, lean y entérense. Acá les dejo algunos vínculos.
http://www.rightwingwatch.org/topics/new-apostolic-reformation/
http://www.aljazeera.com/indepth/opinion/2011/07/20117259426336524.html
https://www.npr.org/2011/08/24/139781021/the-evangelicals-engaged-in-spiritual-warfare
http://www.apologeticsindex.org/2977-new-apostolic-reformation-overview
https://rationalwiki.org/wiki/New_Apostolic_Reformation