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Carlos Revilla Maroto
Hace algún tiempo escribí acerca de la historia de la Casa Amarilla, que todos sabemos es la sede del ministerio de relaciones exteriores o Cancillería. En esa oportunidad hable brevemente sobre la Plazoleta de la Libertad, y creo justo ahora dedicarle una columna completa. Aunque no es exactamente un espacio público, dado que no se puede normalmente ingresar a ella, a menos que se tenga una autorización; aunque dado que lo único que la rodea son unas rejas, esto permite verla sin problemas desde la calle.Recuerdo muy bien ese sector, pues era mi ruta, de todos los días para ira a la Escuela, que era la Buenaventura Corrales en el famoso Edificio Metálico, muy cerca de ahí. Recuerdo que en el lugar donde está la plazoleta, en la esquina sureste, estuvo una pulpería, que precisamente se llamaba la Casa Amarilla, junto a varias casas de habitación, que conformaban ese sector este, que ahora es la plaza, parte del complejo de la Casa Amarilla.
En mi columna sobre la Casa Amarilla escribí sobre la plazoleta:
“Con la ampliación del ministerio en los años 80s del siglo pasado, se adquirieron el resto de propiedades que estaban en la misma manzana. Todas se demolieron, salvo la que está en el costado noroeste, que era de la familia Lyon, dueños por mucho tiempo del banco del mismo nombre. En esa casa se instalaron el instituto y el museo. En el costado norte el edificio Taiwan, y en el noreste la plazoleta, con un jardín y un parqueo.
Entre las cosas interesantes, en la plazoleta, llamada de La Libertad, dedicada al héroe y libertador Juan Rafael Mora Porras, yace en el olvido un fragmento del muro de Berlín.
La pieza, de tres metros de alto y uno de ancho, está colocada en medio de una fuente vacía, con una placa que para poder leerla, hay que ingresar por la casetilla de los guardas, algo que actualmente es muy difícil de lograr, dado que hay que contar con autorización.
Pese a que encierra una parte de la historia de la humanidad, pocos conocen de su presencia y, por el otro lado, también pocos se han preocupado de que se le dé el valor que merece. Sumado a esto, la verja y los arbustos a su alrededor, hacen muy difícil su visibilidad.
El fragmento del muro fue donado a Costa Rica por Alemania en el año 1994. Lo hizo Dietrich Genscher, ministro de Asuntos Exteriores de ese país; esto a solicitud del canciller costarricense de ese entonces, Bernd Niehaus Quesada.
De esa forma, Costa Rica se convirtió en uno de los tres países de Latinoamérica en albergar un fragmento del muro. Los otros dos son Argentina y México.”
Sobre Juan Rafael Mora, ya había escrito, al reseñar la plazoleta con su nombre, que está frente al edificio del correo en el centro de San José.
El Muro de Berlín, solo lo había mencionado, y como es uno de las hechos más significativos en la historia de la humanidad, que con el paso del tiempo se ha ido olvidando; no está de más hablar un poco sobre su historia y los acontecimientos que condujeron a su creación y caída. Para eso les transcribo un texto que tomé de la Wikipedia:
“El Muro de Berlín (en alemán: Berliner Mauer) fue un muro de seguridad que formó parte de la frontera interalemana desde el 13 de agosto de 1961 hasta el 9 de noviembre de 1989. Separaba la zona de la ciudad berlinesa encuadrada en el espacio económico de la República Federal de Alemania (RFA), Berlín Oeste, de la capital de la RDA entre esos años. Es el símbolo más conocido de la Guerra Fría y de la división de Alemania.? Este muro era denominado en la República Democrática Alemana (RDA) como Muro de Protección Antifascista (Antifaschistischer Schutzwall) y por parte de los medios de comunicación y parte de la opinión pública occidental como “muro de la vergüenza” (Schandmauer).
El Bloque del Este dominado por los soviéticos sostenía que el muro fue levantado para proteger a su población de elementos fascistas que conspiraban para evitar la voluntad popular de construir un Estado socialista en Alemania del Este.
Un muro de 45 kilómetros dividía la ciudad de Berlín en dos, mientras que otros 115 kilómetros rodeaban su parte oeste aislándola de la RDA. Es decir, el Muro constituía la frontera estatal entre la RDA y el enclave de Berlín Oeste. Fue uno de los símbolos más conocidos de la Guerra Fría y de la separación de Alemania.
Se desconoce el número exacto de personas que fallecieron al intentar traspasar la frontera a través del muro. La Fiscalía de Berlín considera que el saldo fue de más de 200 personas, incluyendo 33 que fallecieron como consecuencia de la detonación de minas. Por su parte el Centro de Estudios Históricos de Potsdam estima en 125 la cifra total de muertos en la zona del muro.
Antes de la construcción del Muro en 1961, se estima que 3.5 millones de alemanes orientales huyeron de la RDA hacia la RFA, aproximadamente el 20 % de la población de la RDA.”
El tema siempre me dio curiosidad y me preguntaba ¿cómo es eso del muro de Berlín? Aún recuerdo, como si fuera ayer cuando cayó el muro, y el revuelo mundial que esto causó, junto al temor por la unificación de las dos alemanias, porque el pangermanismo recordaba las atrocidades de la época del nazismo; temor que se ha ido disipando con el tiempo.
El fragmento de muro está en un pedestal, sobre una pequeña pileta con una placa que dice lo siguiente:
“La caída del Muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989,
constituye una aurora de libertad, no solo para los
berlineses, sino también para todos los pueblos de la
tierra.
Este fragmento del muro fue obsequiado a Costa Rica
por el Ministro de Relaciones Exteriores de la
República Federal Alemana, Hans Dietrich Genscher,
a solicitud del Ministro de Relaciones Exteriores y
Culto Bernd Niehaus Quiesada.
Sesquicentenario
Ministerio de Relaciones Exteriores
1844 – 1994”
También está la placa en honor de Juan Rafael Mora Porras cuyo texto dice así:
“PLAZOLETA DE LA LIBERTAD
DEDICADA AL HEROE Y LIBERTADOR
(PROCLAMADO POR LA ASAMBLEA LEGISLATIVA
EL 16 DE SETIEMBRE DE 2010).
JUAN RAFAEL MORA PORRAS
«Somos dignos de nuestros antepasados,
los defensores del orden y la libertad,
preferimos el orden y la libertad a pérfidas
ofertas revolucionarias, la pobreza
al deshonor, la guerra a la ignominia,
la muerte a la esclavitud»
Administración Chinchilla Miranda
Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto
15 DE MAYO DE 2011.”
En la plaza hay algunas pequeñas áreas verdes, e incluso una mesita de concreto, que claramente es nada más de orden decorativo. La arborización es muy escasa, salvo algunas matas y unas palmeras enanas. Por el costado norte, hay un acceso con rampa, debido al desnivel, que parece no utilizarse. El pequeño parqueo es parte integral de la plazoleta, lo que le resta presencia escénica.
Definitivamente la plazoleta es una adición importante. Las edificaciones que había anteriormente, en realidad no aportaban mayor cosa al paisaje urbano circundante, en cambio ahora el sector ha mejorado mucho. En cuanto al entorno, tenemos a la propia Casa Amarilla, y varias casas de Barrio Otoya en las cercanías, que son verdaderas joyas arquitectónicas. Además por supuesto del Parque España y el edificio del CENAC, antigua Fábrica Nacional de Licores.
Como de costumbre les preparé una galería de imágenes sobre el lugar.