Bazar digital
Carlos Revilla M.
Dentro de lo que son las plazas y parques, hay categorías que importantes: los tradicionales, es decir los que nos vienen del siglo XIX y principios del XX e incluso antes, y los contemporáneos, que no necesariamente nuevos, pero si espacios públicos construidos después de los años 50s del siglo pasado. Un ejemplo es la Plaza de la Justicia, ubicada en el I Circuito Judicial de San José, en Avenida 6, Calles 17 y 19.Antes de hablar de la plaza, vale la pena conocer un poco sobre el entorno, que es muy importante y valioso desde el punto de vista arquitectónico e histórico, al encontrarse en un sector de la ciudad conocido como Barrio González Lahmann, en su momento uno de los barrios de mayor concentración de la clase alta.
El barrio, localizado al Este de la Iglesia de la Soledad, surgió, a mediados de la década de 1920, cuando Alberto González Soto y su esposa Amalia Lahmann Carazo, decidieron lotificar sus propiedades en el entonces denominado Potrero de los Gallegos (sus antiguos dueños fueron la familia Gallegos Iglesias). La arquitectura de la mayoría de las viviendas es de estilo neoclásico y neocolonial, con amplias áreas verdes y todos los servicios básicos.
Parte del Potrero de los Gallegos lo ocupó la Universidad de Costa Rica (UCR), que al pasarse a San Pedro de Montes de Oca, los terrenos y edificios se traspasaron al Poder Judicial, y ahí se construyó lo que se conoce como I Circuito Judicial de San José, que consta de tres edificios.
Al respecto veamos lo que nos dice Carlos Ml. Zamora Hernández, del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural Ministerio de Cultura y Juventud:
“Son tres edificaciones levantadas bajo la corriente del modernismo y ocupan igual número de cuadras: la Corte Suprema de Justicia, el Organismo de Investigación Judicial y los Juzgados Centrales. El diseño del proyecto de la Corte correspondió a los arquitectos Eugenio Gordienko Orlich y Hernán Arguedas Salas. Los inmuebles presentan gran simplicidad en la volumetría, con acabados de enchape de mármol, procedente de canteras de Turrialba, Navarro de Cartago, de Nicoya y Santa Rosa de Guanacaste. El edificio principal es el de la Corte y su construcción fue adjudicada a la Compañía Constructora Goicoechea y Trejos Ltda. Cuenta con un área de 16.281 m2 y nueve pisos. Fue inaugurado el 29 de Abril de 1966. Los otros dos inmuebles se construyeron en los siguientes doce años y constan de seis pisos cada uno. Sobresale en la fachada del edificio de la Corte un relieve escultórico en donde una mujer de pie, que simboliza la Justicia, extiende su brazo a un hombre tendido que clama por su ayuda y representa al pueblo. La obra fue realizada en láminas de bronce martillado por el artista Juan Portuguez Fucigna y mide unos 8 metros de alto”.
La construcción del Circuito Judicial, determinó el cambio paulatino del sector. De este modo, un porcentaje muy significativo del área residencial empezó a transformarse en oficinas, bufetes de abogados, restaurantes y muchas viviendas fueron demolidas para dar lugar a parqueos.
Ya para 1980 se había consolidado el espacio del circuito, con el objetivo de ofrecer una perspectiva visual de los tres inmuebles, a saber: la Corte Suprema de Justicia, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) —donde está la plaza— y los juzgados.
La Plaza es muy interesante, si no me equivoco, es quizás la única en San José, que está sobre el nivel del suelo. Esto se nota especialmente en su costado oeste, el que da al paseo peatonal, donde el desnivel es de varios metros, por lo que hay unas amplias escaleras y rampas para acceder a la explanada. En el costado norte hay otras escaleras, y el costado este, está a nivel de la acera, por lo que me da la impresión que el desnivel no es natural, y fue hecho de esa forma para hacer el sótano debajo de la plaza, en donde se ubican parqueos, comedor (soda), oficinas, bodegas y un auditorio.
En el 2006 se implementó un nuevo proyecto de remodelación de la plaza y se aprovechó para subsanar problemas existentes a nivel de filtraciones pluviales al sótano, así como para interconectar las tres edificaciones a nivel de la plaza. El proyecto estuvo a cargo de los arquitectos Ibo Bonilla Oconitrillo y Hernán Hernández, de la empresa Heriel S. A.
La superficie es de 5.800 metros cuadrados (casi media cuadra) y en ella se instalaron: una pirámide, que sobresale 24 metros sobre el nivel de la plaza, funciona como lucernario (tragaluz) natural y brinda el acceso al vestíbulo del auditorio; dos reproducciones de esferas precolombinas de 3,20 metros de diámetro, ubicadas a cada lado de la pirámide; una bandera de Costa Rica cuya asta mide 18 metros de altura y un paso cubierto que une los tres inmuebles. Las obras fueron inauguradas en Noviembre del 2007.
La plaza prácticamente no tiene vegetación, salvo algunas pocas macetas, eso si, integradas al entorno. Con contarles que está peor que la Plaza de la Democracia y la Abolición del Ejército, lo cual es mucho decir.
A pesar de ser un espacio público, normalmente luce casi sin peatones o gente, incluso podría decirse que desolada o “sin vida”. Dada su ubicación, esto es algo curioso, pues cuenta con un paseo peatonal en el costado oeste, siempre lleno de gente y muy bullicioso.
Un detalle bonito, es que hicieron dentro de la plaza un parqueo para bicicletas, al estilo de las grandes urbes del mundo, y que con la ciclovía que pasa por el costado norte, hace que sea atractivo el viaje en “cleta” a la corte, especialmente para sus empleados.
Dentro de la plaza, hay dos monumentos. Uno en honor a los agentes caídos en el cumplimiento del deber, cuyo significado de los elementos es el siguiente: La figura metálica es la diosa de la justicia mostrando su dolor por la caída de los servidores (as) judiciales; el pebetero una flama ardiente, símbolo de la vida eterna; Las placas son los servidores (as) que han caído en el cumplimiento de su labor. El diseño fue del Arq. Luis Fernando Umaña Ugalde y la construcción estuvo a cargo de la sección de mantenimiento y construcción, departamento de servicios generales del Poder Judicial. El otro es del exmagistrado de la sala de casación Lic. Evelio Ramírez Chaverri, por sus grandes aportes al Poder Judicial, uno de ellos, precisamente la idea de crear el Circuito Judicial.
Mención aparte merece el edificio de la antigua Escuela de Derecho, del cual se conserva solo una pequeña fracción hacia la esquina noreste de la plaza, la cual fue declarada patrimonio histórico arquitectónico el 22 de Noviembre de 1979, y que al día de hoy alberga la oficina de información de la corte. Aunque no lo es, estaba en una de las cuadras contiguas, a este edificio se le conoce como el Paraninfo, y así es como se consigna en muchos textos, incluidos de la propia corte. Hace algún tiempo escribí una columna completa sobre este inmueble, la cual pueden consultar aquí.
El paseo peatonal que les mencioné anteriormente, lleva el nombre del expresidente de la República y de la Corte Suprema de Justicia Ricardo Jiménez Oreamuno. Se extiende por la calle 15, desde la avenida 8, hasta la avenida 1.
Como es costumbre preparé una extensa galería de la plaza, y por si acaso no pueden visualizarla también un álbum de Facebook.