Desde mi perspectiva
José Francisco Bolaños Arquín
El pasado 16 de setiembre, entró en operación el Proyecto Hidroeléctrico Reventazón, la más grande construida en el país y de Centro América. Se encuentra ubicada en Siquirres -Limón, con capacidad para generar 305,5 MW, lo que le permite abastecer más de 500.000 familias, un 30% de los hogares costarricenses.Durante seis años el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), construyó esta gran obra, donde la altura de la represa es de 130 metros y una longitud de 540 metros, formando una laguna de 7 kilómetros cuadrados y donde intervinieron alrededor de 4.500 trabajadores.
El ICE, institución emblemática que a través de su historia ha sido vital en el desarrollo económico, político y social de nuestro país, al construir las plantas hidroeléctricas: La Garita, Cachí, Río Macho, Arenal, Sandillal, Toro 1, Toro 2, Angostura y la más reciente Reventazón, para nombrar algunos de sus grandes logros y ha hecho que Costa Rica pueda generar electricidad en un 100% a través de fuentes renovables por lo que ha obtenido un reconocimiento a nivel mundial.
El camino no fue nada sencillo, en 1928 la compañía transnacional Electric Bond and Share se habían adueñado de las tres empresas existentes en esa época y que daban el servicio de venta de electricidad en el valle central. Por veinte años, está empresa optó por no realizar nuevas inversiones en infraestructura hidroeléctrica, con una demanda creciente, provocando en el país una crisis energética y un futuro poco prometedor. Ante esta situación, se estaba generando un creciente descontento popular y un estancamiento del desarrollo económico, producto de un pésimo servicio.
Esto motivó a la comunidad herediana a construir la planta Carrillos de Poás para resolver esta problemática, obra que estuvo a cargo del Ing. Jorge Manuel Dengo Obregón. Ante el éxito logrado y su gran visión, el Ing. Dengo junto con un grupo de profesionales, le proponen a la Junta Fundadora de la Segunda República y a su presidente don José Figueres Ferrer la creación de una institución que fuera capaz de resolver el problema de generación eléctrica en todo el país y así se creó el Instituto Costarricense de Electricidad el 8 de abril de 1949.
Cuatro años después de la creación del Instituto, durante la administración de don José Figueres Ferrer se construye la primera planta hidroeléctrica La Garita entre los años 1953–1958 y unos pocos años después durante el Gobierno de don Francisco José Orlich Bolmarcich en su período presidencial, 1962–1966 se inicia la construcción de las plantas hidroeléctricas de Río Macho y Cachí, proyectos financiados con préstamos otorgados por el Banco Interamericano de Desarrollo.
La primera Planta Hidroeléctrica La Garita construida por el ICE, ubicada en Turrúcares-Alajuela con una capacidad inicial de 30.000 KW, con 2 unidades de 15 MW cada una; duplicando la generación eléctrica que tenía el país en esa época. La primera de ellas entró en operación el 28 de abril y la segunda el 22 de setiembre de 1958. El embalse, formado fue de 7,6 hectáreas con una capacidad de 722.167 metros cúbicos.
La Planta Hidroeléctrica de Río Macho, situada en el Valle de Orosi-Cartago, se construyó entre 1959 y 1963 con capacidad inicial de 30.000 MW, con dos unidades de 15 MW cada una. La primera de ellas entró en operación el 1° de junio y la segunda el 1° de agosto de 1963. Las aguas utilizadas son del río Macho, el río Blanco y el río Pejivalle, formando un embalse de 400.000 metros cúbicos en el Llano.
La Planta Hidroeléctrica de Cachí-Cartago, con una capacidad de 100.800 KW inició operaciones el 7 de mayo de 1966 su primera unidad y la segunda el 12 de marzo de 1967. La casa de máquinas ubicada a 4 kilómetros al sur de Juan Viñas y su embalse y represa en el distrito Cachí.
Mi padre, Francisco Bolaños Varela fue parte de la construcción y de su historia como ingeniero Civil, tanto en la Planta Hidroeléctrica La Garita como en la Planta Hidroeléctrica de Cachí. En esta última siendo muy niño, tuve la oportunidad de visitarla cuando se encontraba en desarrollo las obras y entre los pocos recuerdos que tengo es el haberme adentrado unos cuantos metros en uno de los túneles.
Escribiendo este artículo, me he preguntado: ¿Qué sería de Costa Rica si no existiera el Instituto Costarricense de Electricidad?
Considero que esta Institución ha sido vital en el desarrollo de nuestro país. Sin embargo, en la actualidad se requiere de una restructuración y modernización del Estado Costarricense y posiblemente el ICE no es la excepción, para que a través de ella continúe sirviendo a Costa Rica por otros 68 años.
En estas fotografías se encuentra mi padre en la oficina instalada en La Garita y en Cachí junto con sus compañeros de trabajo.
– Administrador de Negocios
Impresionante la visión del Ing. Dengo y de las personas que como él se gozan en el bienestar del país. Muchas gracias por la historia, es admirable el trabajo que hicieron.
Felicitaciones a ambos!!!! ¡Qué gran orgullo ser parte de esa gran historia del ICE y CR!!!
De adolescente, organizaba paseos de la juventud judía costarricense y varios de ellos fueron a Río Macho y La Garita. También en otra actividad juvenil centroamericana, en Panamá, me encontré con trabajadores costarricenses que asesoraban el PH «La Yeguada» en el área de Chitré.
SWW