Parque Italia: una pequeña joya en San José

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Carlos Revilla Maroto

Carlos Revilla

Este parque es de los que tienen varios atractivos que lo hacen muy especial. Normalmente pasa desapercibido, es más, mucha gente no sabe de el, a pesar de estar cerca del centro de la ciudad, y en un vecindario muy conocido y de mucho tránsito vehicular al este de la capital, y a la par de uno de los puntos más reconocidos del sector, como lo es la Casa Italia, y muy cerca de las oficinas centrales del IMAS (casi en frente).

Para ser preciso, el parque queda en calle 29, entre avenida central y ocho, en el barrio que se conoce como Francisco Peralta.

 
Para empezar, es un parque no convencional, con esto me refiero a que está entre edificios, solo tiene el frente este que da a la calle. El resto de sus costados está rodeado de construcciones o para ser más exactos de paredes, que tienen su entrada principal por otro lugar, como por ejemplo la Casa Italia o el Colegio Sagrado Corazón. Además es un parque cerrado, tiene en su único costado que da a la calle, una verja bastante alta, con un portón de entrada que la mayoría del tiempo está cerrado, algo que no debería pasar, por ser un área publica, por lo menos en teoría. Pero como dice el refrán “no hay bien que por mal no venga”, esto ha ayudado mucho a su conservación, porque hay que reconocer que está muy bien cuidado y bonito.

Tal vez por lo anterior, la gente no lo conoce y tampoco lo ubica. Poca gente sabe de su existencia. Incluso, aunque personalmente había pasado muchas veces enfrente, no lo determinaba, por tener la verja y estar cerrado. Lo interesante es que hace unos días tuve que ir a un lugar cercano y estaba abierto, por lo que aproveché para conocerlo y tomar fotos.

Al costado sur limita con la famosa Casa Italia, donde en sus paredes que dan al parque, pintaron un colorido mural con escenas alusivas a Italia.

Al costado oeste limita con las instalaciones del Colegio Sagrado Corazón. Un dato curioso fue que me tocó presenciar como de una puerta, que se puede llamar de servicio, salían alumnos del colegio al parque, para disfrutar lo que parecía ser uno de sus recreos.

Las áreas verdes del parque están muy bien cuidadas y arborizadas, sin que, por ser un espacio pequeño, esto tenga mucho efecto visual, con lo que se logra un buen balance. También cuenta con un área de “play” o como se dice ahora de juegos infantiles. Todos los detalles muy bien hechos, incluso los poyos que hay son estilo viejo o polo como diría yo, pero la verdad no desentonan para nada. De hecho en su único frente a la calle, en la acera (esto fuera de la verja) hay varios de ellos.

En memoria de Cristóbal Colón, se erigió una estatua en mármol blanco, de aproximadamente 1,75 metros de alto, sobre un pedestal del mismo material elaborado por la marmolería de Conrado Willy. Fue un obsequio de la colonia italiana en Costa Rica. La obra artística fue realizada en Italia, por un escultor del que se ignora su nombre, se inauguró el 25 de junio de 1960.

La placa, traducida al español, en el monumento dice:

A Cristóbal Colón

Los italianos en Costa Rica

25 de junio 1960

Homenaje a la ciudad de San José.

Resulta interesante hablar un poco del Gran Almirante Genovés (hacer esto me recordó mucho la escuela):

Cristóbal Colón nació en el año 1451, en Genova, Italia. Muy joven comenzó sus viajes y concibió el proyecto de llegar a Las Indias por el Occidente. Después de varios años de tramites, solicitó por consejo de Fray Juan Pérez, a quien conoció en el Monasterio de La Rábida, la ayuda de los reyes católicos.

En 1492 obtuvo el apoyo de la Reina Isabel La Católica, firmando las Capitulaciones de Santa Fe, donde la Corona Española le reconoció a Colón los títulos de Almirante del Mar Océano, Virrey y Gobernador de las tierras que descubriese. Así, salió del Puerto de Palos el 3 de agosto de 1492. al mando de tres carabelas, «La Niña». «La Pinta» y la «Santa María».

El 12 de octubre de ese mismo ano, uno de los compañeros de expedición, Rodrigo de Triana, divisó la tierra anhelada: era la isla de Guanahaní, una de las Bahamas, a la que Colón dio el nombre de San Salvador.

En marzo de 1493 regresó a España y fue recibido triunfalmente por los reyes católicos. El descubridor realizó tres viajes más: en el segundo (1493) dirigió una gran expedición y reconoció lo que hoy día son las Antillas Menores, Puerto Rico y Jamaica; en el tercer viaje (1498) descubrió la isla Trinidad, la desembocadura del río Orinoco y la punta de Paria en Venezuela.

En 1502 realizó su cuarto y último viaje donde exploró las costas de Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Colón arribó a territorio costarricense el 25 de setiembre de 1502. Sus naves permanecieron ancladas durante diez días en la isla Quiribrí (Uvita), que Colón llamó la Huerta frente al actual Puerto Limón.

Inició el regreso hacia La Española el 1ero de mayo de 1503. Después de innumerables contratiempos, regresó a España en 1504. Fallecida la reina Isabel, su protectora, regresó a Valladolid donde murió poco tiempo después.

En 1990 se develizó en el parque un busto en homenaje del Ing. Gastón Bartorelli, realizado por el escultor Juan Portuguez Fucigna, en bronce de 80 centímetros de alto.

La placa dice:

Costa Rica al

Ing. Gastón Bartorelli F.

Apóstol del trabajo profesional, maestro de juventudes, ejemplo de generosidad, humildad y caballerosidad.

Marino de Italia

Pisa 1902 – San José 1986

También vale la pena conocer un poco sobre la vida de este personaje, para eso les transcribo la reseña escrita por Carmen E. Bartorelli E. de Borge, una de sus hijas:

Gastón Bartorelli nació el 4 de diciembre de 1902 en Pisa, Italia. Sus padres fueron Gabriel Bartorelli Pellegrini y Agnes Falugi Fabrega. Su esposa Carmen Echeverría Morales.

La enseñanza primaria la realizó en Pavia, cerca de Milán. En 1916 se trasladó a Livorno. donde cursó estudios para Capitán de Marina en la Academia Naval. En 1926 se recibió de Doctor en Ingeniería otorgado por la Universidad de Pisa.

El 11 de febrero de 1929 se embarcó hacia América y un mes después, llegó al Puerto de Puntarenas a bordo de la motonave “Fella”. Su venida a Costa Rica se debió al contrato de trabajo firmado por Gastón Bartorelli con la empresa constructora de Adela Gargollo vda. de Jiménez. Desde esa fecha se integró a la sociedad costarricense y se naturalizó el 20 de abril de 1963.

De 1929 a 1962 ejerció su profesión de ingeniero y de 1940 a 1972 se desempeñó además, como profesor en la Facultad de Agronomía.

Fue asesor de importantes proyectos gubernamentales; de 1943 a 1945 en la Junta Nacional de la Habitación y de la Cooperativa de Casas Baratas La Familia; de 1945 a 1954 en el Departamento de la Habitación de la Caja Costarricense del Seguro Social y de 1955 a 1971 en el Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo.

El ingeniero Bartorelli fue presidente de la Casa Italia y de la Sociedad Cultural Dante Alighieri en Costa Rica, de 1933 a 1937. Falleció el 28 de febrero de 1986, en la ciudad de San José.

Como digo en el título, el parque es una pequeña joya, por su tamaño, lo bien cuidado que está, la conformación y los monumentos. Si tienen la oportunidad deberían pasar a visitarlo, vale la pena.

Como de costumbre preparé una galería de fotos y por si acaso un álbum en el servicio Google Photos, donde las podrán ver en alta definición, que también estilizó una de las imágenes, que su IA escoge automáticamente para aplicarle los efectos, que la verdad quedó muy bonita.

 
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Con la ayuda del libro “Monumentos Escultóricos de la ciudad de San José”, del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural.

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