Parque de San Francisco

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Carlos Revilla Maroto

Carlos Revilla

Uno de los parques llamativos del cantón central de San José, es el de San Francisco de Dos Ríos, también llamado parque República Dominicana, al estar contiguo a la escuela del mismo nombre, que sirve de explanada para la iglesia católica del distrito, y que a la vez es área de esparcimiento para el centro de estudios, fundado en 1936.

Lo del nombre del parque no deja de ser interesante, por decir lo menos. Hay una gran placa de 1997 —bastante dañada por cierto— año en que se realizó la última remodelación, que dice textualmente “Parque de San Francisco”, y sin embargo, también hay un rótulo grande que dice “Parque República Dominicana Municipalidad de San José”, que parece es más reciente. Me inclino por este último nombre, aunque la gente lo sigue llamando el “Parque de San Francisco”.

 
Por muchísimos años el lugar fue la plaza de deportes de San Francisco, especialmente dedicada a la práctica del fútbol. Era también el lugar donde se celebraban las fiestas del distrito, a inicios del mes de octubre, que es el onomástico del santo patrono, que es San Francisco de Asís, nombre que es el oficial de la iglesia católica del lugar. Es el típico parque de pueblo, con iglesia, escuela y cantina, que tuvo por muchos años en el costado sur. Claro, ahora ha cambiado mucho, pues San Francisco es una gran urbe, parte la ciudad capital.

En el parque hay un busto en honor al patricio dominicano Juan Pablo Duarte, que fue donado por los funcionarios de la misión diplomática dominicana a la municipalidad de San José, y que se develó el 27 de febrero de 1985, siendo el embajador el Lic. José Marcos Iglesias.

Para conocer quien fue este señor Duarte, transcribo una pequeña reseña de su vida, basada en información de la Wikipedia:

Juan Pablo Duarte y Díez nació el 26 de enero de 1813 en Ciudad Coloquial, Santo Domingo en la España Colonial.

Fue un político y activista liberal dominicano. Es, junto a Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella, uno de los Padres de la Patria y fundadores de la República Dominicana. Ideó y presidió la lucha de organización político-militar clandestina La Trinitaria, creada para luchar contra la invasión haitiana y por la independencia.

Duarte supervisó y financió en gran medida la guerra de independencia llevada a cabo por sus compañeros de lucha, lo que derivó en su ruina económica y la de su familia, poseedora de amplias riquezas provenientes de los negocios de comercio marítimo que realizaba el padre de Duarte. Su liderazgo lo convirtió en objeto de acusaciones que lo llevaron a ser expulsado de la recién creada nación en varias ocasiones. Su visión liberal se vio socavada por las élites conservadoras, que pretendían someter el país a las potencias coloniales y volver al regionalismo tradicional. Sin embargo, sus ideales democráticos han servido como principios rectores para la mayoría de los gobiernos dominicanos. Su iniciativa lo convirtió en un mártir político a los ojos de las generaciones posteriores.

En 1842, Duarte se convirtió en oficial de la Guardia Nacional, dirigida en aquel tiempo por el gobierno haitiano. En 1843 participó en la «Revolución Reformista» contra la dictadura de Jean Pierre Boyer, quien amenazaba con invadir la parte occidental de la isla con intención de unificarla. Tras la derrota del presidente haitiano Charles Herard y la proclamación de la independencia dominicana en 1844, la Junta formada para designar al primer gobernante de la nación eligió por mayoría a Duarte para presidirla pero él declinó la propuesta, tomando el cargo en su lugar Tomás Bobadilla.

Duarte sostuvo fuertes desacuerdos con sectores conservadores, en especial con el terrateniente Pedro Santana, quien consideraba inviables las ideas independentistas de Duarte. De estas pugnas, Santana salió fortalecido mientras que Duarte sufrió varios destierros, finalmente vivió en Venezuela donde fue recibido y acogido, quedándose a vivir en este país para finalmente morir exiliado en Venezuela en 1873.

Murió el 15 de julio de 1876 en Caracas, Venezuela.

El parque después de su última remodelación de 1997, quedó muy bonito y se ve actual. No tiene poyos al estilo tradicional, más bien lugares para sentarse ubicados en los pretiles que rodean las áreas verdes y en unos círculos que se forman al rodear algunos árboles de gran tamaño. Tiene un área de juegos o “play” como se decía antes, en el costado norte que da a la escuela. La explanada de la iglesia se integra perfectamente al parque y tiene una calle de acceso paralela, con entrada por la calle principal, y que por medio de lo que parecen pequeños postes de concreto, se impide el acceso vehicular a la explanada.

El entorno incluye a la escuela y un camposanto privado (que antes era una casa) en el costado norte; en el este la iglesia; en el sur la calle principal de San Francisco, en el oeste las famosas “islas” que se forman al ser un punto de conexión vial de varias rutas importantes, como la de Zapote y Desamparados.

El parque está muy arborizado, y gracias al proyecto de rotulación botánica del cantón central de San José se puede saber el nombre de algunos de los árboles, desgraciadamente no todos, porque las pequeñas placas de madera están muy deterioradas, lo que impide leer muchas de estas. De lo que pude observar datos, hay Ixora (ixora sp), que es una planta perteneciente a la familia de las Rubiáceas que florece todo el año, que también se conoce como Cruz de Malta. Hay varios Robles de sabana (Tabebuia rosea) y Eucaliptos (Eucalyptus p.). En la esquina sureste del parque destaca un frondoso y exuberante árbol de Guanacaste (enterolobium cyclocarpum).

Tengo que mencionar que la iglesia tiene en su jardín, que da al parque, una preciosa imagen (estatua) de la Virgen María, de la que no pude obtener información sobre el escultor.

Como de costumbre preparé una galería de imágenes, que se puede también ver en un álbum de Facebook.

 
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