Paco Stanley: 25 años de su asesinato (IV y final)

La crónica, la duda y una reflexión de fondo

Ocean Castillo Loría

Paco Stanley

V

Ahora bien, hemos dicho que: a 25 años de su asesinato, han surgido dos producciones televisivas, un documental y una mini serie de ficción, en ambos productos, queda claro que el “Caso Stanley”, está hundido en despropósitos y errores: 25 años después, los actores jurídico – políticos, lograron su propósito: ocultar la verdad.

Para principios de junio del año pasado, ya se hablaba de “El Show: Crónica de un asesinato”, que es un documental, pero que, en términos de mercadeo, se vende como una serie: este producto audiovisual, es dirigido por el periodista, productor y escritor: Diego Enrique Osorno: escuchando análisis y comentarios para la elaboración de este trabajo, este autor es excelente, en la producción de documentales.

Por ello esta docu – serie, está basada en una rigurosa investigación periodística, pero, además, es un sólido testimonial sobre los hechos. Con esta base, se retoman las líneas políticas, sociales y los temas propios del narcotráfico.

Además, los eventos se abordan, partiendo de que el asesinato de Paco Stanley, “es el primer crimen mediático en México”. De nuevo: esta producción, tiene una sólida base testimonial: se escuchan unas 40 exposiciones, a lo largo de 5 capítulos: entre los que explican, están:

  • Mario Bezares.
  • Su esposa Brenda.
  • Paola Durante (Mario la convenció para que diera su testimonio)
  • Erasmo Pérez Garnica, “El Cholo”.
  • Cuauhtémoc Cárdenas.
  • Emilio Azcárraga (hijo de Azcárraga Milmo)
  • Ricardo Salinas Pliego.

Otro de los entrevistados, fue el actor Alfredo Adame, él dijo que: cuando Paco estaba drogado, hacía cosas arriesgadas y perdía el control, además de acosar a las mujeres que trabajaban para él en su programa (Esta denuncia de acoso, ya la habían hecho en el pasado, modelos que trabajaban para el locutor)

De igual manera, una vez más, fue entrevistado Benito Castro, quien dijo que en los interrogatorios que se le hicieron, se insinuaba que le vendía drogas a Stanley, cuando en realidad, se las daban mutuamente. Estas declaraciones, hicieron que, comediantes como Luis de Alba, criticaran a Benito, por revelar estos eventos, que se daban en el marco de la amistad entre Castro y Paco.

Benito, luego tuvo que aclarar que, él no vendía drogas y Paco tampoco.

El audiovisual, repasa el proceso judicial y la cobertura televisiva del caso…

Véase que, el género de esta producción, es en lo sustantivo documental (Periodismo narrativo), pese a ello, la reacción del hijo de Paco, Paul, fue que se seguía explotando el morbo, en vez de hacerle un homenaje a su padre (Lo que nos hace regresar a la dualidad o el doblez entre las personas y sus roles sociales, de lo que ya hemos hablado)

En términos de ritmo, el documental es muy efectivo, varía entre la vertiginosidad y la lentitud; se refleja el absurdo usado por la televisión: humillaciones al aire, bailes ridículos; la caída de una presunta bolsita de cocaína frente a las cámaras; un público entregado a la risa. Pero también, se ve la realidad de: líos de faldas, probables infidelidades, diversos involucrados en un crimen.

De igual manera, “El Show…”, inserta imágenes de los archivos de las televisoras sobre los eventos acaecidos, con lo que se logra un ejercicio “de la memoria”, para la generación que vivió los hechos narrados.

El objetivo del documental, es “desmitificar el caso Stanley” … para ello tienen una gran ventaja: entre sus testimonios, están todas (O casi todas), las voces involucradas…

Finalmente, el pasado 17 de junio se informaba que, el hijo menor de Paco, Paul Stanley, estaría tomando acciones legales contra “VIX”, canal que ofrece el documental, por la trasmisión de esa creación.

La otra producción sobre el asesinato de Stanley, apareció este año: “¿Quién lo mató?”, ella es un producto de ficción, que se dice, está basada en expedientes de la DEA, y de lo que fue, la Procuraduría de Justicia, del entonces Distrito Federal.

Supuestamente la idea de la serie, es enfocarse en el mal funcionamiento del sistema de justicia. Según los productores, el resultado es una serie: “bien documentada y hecha con respeto”. En oposición a este dicho, Mario y Brenda Bezares, así como Paola Durante, han expresado que demandarán a la producción: “pues lo que están propagando son mentiras”. El ya citado Paul Stanley, dijo que la valoraba como: “muy amarillista”, pero que la familia, no pensaba demandar.

Por su parte, el director, Humberto Hinojosa, dijo que, el título, fue fruto de una presunta: “gran reflexión”: siempre ha estado en la mesa, la pregunta de: ¿Quién mató a Paco Stanley?; según Hinojosa, esto “refleja el ADN de la serie”.
Para Humberto: el asesinato de Paco, fue una división en cuanto al cambio de la violencia en el país (Pero ya hemos visto los homicidios de Posadas Ocampo y Luis Donaldo Colosio); dice Hinojosa que, a partir del homicidio de Stanley, se normalizó la violencia en México. Hoy la violencia es peor; y ya no incomoda.

De igual manera, refuerza el tema de la sociedad del espectáculo: “…desapareció un tipo de televisión y un tipo de comedia, que hoy es impensable”. Es decir, según el director de la mini – serie, hoy no es posible un humor:

  • De acoso (Como evidencia, está la presentación de una artista de 19 años, que en aquel momento estaba iniciando: la colombiana, Shakira, que, al decirle su edad, Paco responde, refiriendo al cuerpo de la cantante: “Si hay y bien”; esta era una de las frases famosas del conductor)
  • Opresor.
  • Defensor del patriarcado (Inclusive con exposición de niños)
  • Clasista.

Pero ya hemos dicho que Mario Bezares, buscaba ser su heredero, también hemos citado a la “Cotorrisa”; otros comentaristas hablan de comediantes como: “el payaso Chuponcito”, Facundo u Omar Chaparro.

La serie se desarrolla como un drama o una tragedia (Diego Boneta, quien encarna a Jorge Gil, dice que es: “…una comedia negra”), basada en hechos reales, pero desde la dirección, ya con líneas, de encuadre y construcción de tensión, con sustento de ficción. Así, para el director de: “¿Quién lo mató” ?: la idea, no es trasmitir un mensaje social, es, “hacer una remembranza del pasado”; dejando claro, lo “surrealista” del caso.

Cuando se le pregunta sobre las posibles demandas, dice que, ellos son empleados, que lo que buscan es seguir las directrices, de quienes les contratan, y que el público se entretenga…

Roberto Duarte, es el actor que interpreta a Paco Stanley en la serie, según dijo: él espera que el público comience a cambiar su forma de pensar sobre el panorama de México. Expresaba su preocupación por las reacciones en redes sociales. Duarte dijo observar criterios superficiales (Por ejemplo, si una peluca, era adecuada para una actriz, o no); cuando la serie habla del Poder Judicial.

Duarte insiste en que, en México, se ha normalizado el crimen y la impunidad. No se pueden olvidar, por ejemplo, los “43 de Ayotzinapa” (La desaparición de ese número de estudiantes), las mujeres desaparecidas; en suma, se están normalizando las injusticias. Para Duarte, esto es atroz y no se debería de silenciar.

Para el protagonista, la serie es tratada con gran profesionalismo (Contrario, lógicamente, a lo que dicen sus detractores); Roberto, dice que hay una investigación, de gran cantidad de documentos, por lo que se plantean puntos de vista de distintos participantes: a la pregunta: ¿Quién lo mató?; los espectadores deben sacar su conclusión.

Ahora bien, en esta serie, insistimos, hay una mezcla de realidad y ficción. Serían parte de la segunda:

  • El supuesto romance entre Paola Durante y Mario Bezares.
  • La pelea de Benito Castro y Paco Stanley: la separación de ambos, en realidad, se dio, por la imprudencia del primero, en revelar cambios en las producciones de TELEVISA, que favorecerían la conducción de Stanley (Esto dicho en entrevistas hechas a Castro)

Lo que sí es cierto es:

  • El baile del “pericazo”: en la serie se le cambia el nombre al baile, pero hace referencia al ya descrito, “Gallinazo”.
  • La irreverencia del presentador.

Por otro lado, es interesante que Paola Durante, dijo que, junto a Mario Bezares, buscó dónde hacer su propia serie; y plataformas, como la que hoy trasmite: “¿Quién lo mató?”, les negaron la oportunidad, pero ahora (dice Durante): “se prestan para trasmitir mentiras”.

En un momento determinado, Durante se retiró a Puerto Vallarta donde vive; y se dedica a la pintura. Ella, dijo que, había tenido que someterse a terapia, e inclusive, había tenido que esforzarse por reconstruir la relación con su hija, quien le había acusado de abandono, esto, no solo por el tiempo en prisión, sino también, por el cuido de Silvia Ochoa, enferma de cáncer.

Con motivo de la serie: “¿Quién lo mató” ?: Paola, ha iniciado su canal de YouTube, para decir su verdad…

VI

Conclusiones

  • Se ha confundido lo popular, como ‘lo nuevo’; cómo lo que alimenta las percepciones de “algunas clases medias” (Las que, por la alienación del capitalismo neoliberal, se creen altas); aquellas que, son otro producto de la sociedad de consumo, cuyo único criterio es el dinero, cuya religión es el “dios” mercado (No podemos olvidar las reflexiones del teólogo de la liberación, Frei Beto) y cuya “cultura”, alimenta por ejemplo, la “telebasura”, que ayuda a la erosión de la democracia (Gustavo Bueno); en el caso mexicano, esa dinámica de cambios, inicia en los 90.
  • Las acciones de Stanley y su equipo, eran parte de la dinámica de evasión, que se lograba por medio de sus programas televisivos; más que, promover una superación personal, trataban de mantener a sus televidentes en un nivel promedio, que, de un modo u otro, favoreciese al régimen del PRI (Partido de Stanley).
  • En el desarrollo de este trabajo, es claro que: mucho de lo que hoy vivimos en la sociedad, es fruto del “Homo Videns” (Giovanni Sartori)
  • Hoy, observando criterios: si bien mucha gente, sigue apoyando la acidez de Stanley, otros dicen que: “estaban amarrados a la oferta televisiva del momento”, ya que, casi “no había televisión por cable y mucho menos, plataformas”. Hoy, debe reconocerse, que “la televisión, en sí misma, ha perdido poder”.
  • Lo otro destacable, es la dualidad o el doblez entre las personas y sus roles sociales: una cosa es la imagen y otra, las personas en sí mismas, lo que se observa en plataformas, televisión, Internet; no siempre corresponde con la catadura moral de quienes aparecen en los medios de comunicación colectiva. Una cosa era el personaje Paco Stanley, que aparecía ante las cámaras y otra; Francisco Stanley Albaitero, la persona, con sus luces y oscuridades.
  • Conste que, esa dualidad, también se da entre los consumidores de los medios: “el humor de Stanley es hoy censurable, pero si se vuelve a ver, muchos se vuelven a reír”. No en balde, hay todavía humoristas, que luchan por ser sus herederos.
  • Desde la reunión – articulación de los hechos, se observa la manipulación, fruto de intereses, mediáticos, del narcotráfico y políticos. Por ejemplo: la Procuraduría, atacando a la Comisión de Derechos Humanos: se hacía así, manifiesta la subordinación corrupta de las instituciones jurídico – políticas, a intereses particulares. Así, los miembros de la Comisión, comenzaron a sufrir acoso judicial y policial.
  • El “Caso Stanley”, es el primero en el que se ven involucrados distintos actores de influencia o poder en México: la política, los políticos, los medios de comunicación, la policía, el crimen organizado (Es evidente, que el “modus operandi” del homicidio, fue el propio del narcotráfico)
  • El sistema social mexicano, vivía una serie de cambios que generaban tensiones, cuyas explosiones, se vieron en el inicio, desarrollo y conclusión del caso Stanley:
    1. La tensión del gobierno Federal (PRI) y el gobierno del Distrito Federal (PRD)
    2. La tensión de la competencia en el mercado televisivo: TELEVISA y TV AZTECA.
    3. La competencia en carteles del narcotráfico por territorios.
  • Con este telón de fondo, se alimenta la urgencia de la Procuraduría por resolver el caso (Hay presión de los políticos, hay presión de las televisoras); es aquí, donde aparece: “el testigo de la corona”: Luis Gabriel Valencia.
  • De ahí que, este caso marcase a la sociedad, a la política. Por estos eventos se comenzó a alimentar la tesis: “de que la seguridad ciudadana, se había ido de las manos en el país azteca”.
  • Stanley sería la primera víctima afamada (Solo como ejemplo, no se puede olvidar lo sucedido a la actriz, Mariana Levy), de un largo periodo de violencia en el país que no termina.
  • Antes de morir: en la vida del comunicador Paco Stanley: lo que “valía es lo púbico”; pero al ser asesinado: su vida privada, fue haciéndose cada vez más pública: ya lo dice el gran teórico Jurgen Habermas, en su libro: “Historia y crítica de la opinión pública”: “La esfera íntima, otrora el centro de la esfera privada, retrocede por así decirlo, a su periferia en la medida en que comienza a desprivatizarse”.
  • La corrupción dentro del sistema político, implica al poder judicial: ¿Al final?: ¿Quién responde por sus funciones ante los ciudadanos?
  • En el destape de esa corrupción, fueron claves las organizaciones de defensa de los derechos humanos. Esto demuestra que, las corrientes idealistas, tienen un peso, frente a la maldad inherente al ser humano, defendida por las corrientes del realismo político.
  • Se ha analizado profusamente, la estrategia político – mediática, tanto de TV AZTECA, como de TELEVISA, en el que hay mezclados: amarillismo, periodismo de denuncia y líneas editoriales conservadoras. Los sectores poderosos, reforzaron ataques y críticas al gobierno de izquierdas en el Distrito Federal… en el caso de TELEVISA, siempre fue evidente su apoyo al Partido Revolucionario Institucional (PRI).
  • De igual manera, los ataques de esta televisora, eran más moderados que TV AZTECA, que, de toda suerte, desde su nacimiento, tenía un estilo más agresivo. Años después, el dueño de esta televisora, ha dicho que repetiría su estrategia, pues, a partir de ese momento, le gana a TELEVISA, en atención de su mercado de competencia. En suma, uno de los grandes capitalizadores de la muerte de Stanley, fue TV AZTECA.
  • Pese a estas líneas editoriales, algunos comentaristas dicen que, ambas cadenas televisivas, no tuvieron estrategia informativa. Hoy, podemos decir que, hay estrategias políticas e informativas, que: “alimentan asonadas e incitaciones a la rebelión” (Regresando a nuestro país, el colmo es, que esas estrategias, vienen de los mismos gobernantes del Ejecutivo, que han llegado a calificar a Costa Rica de: “dictadura perfecta”)
  • De igual manera, hemos dicho que: ante el asesinato, la persona y el personaje, ya fusionados, permiten también, la fusión noticiosa: el asesinado interseca: farándula, política y narcotráfico: las dos primeras, eran evidentes como ya lo hemos visto. Pero la tercera (El Narcotráfico), se irá abriendo paso, en la televisión abierta mexicana.
  • En el caso de Paco Stanley, los medios quisieron envestirlo de “santidad” y “luz”, esto, volviendo a presentar “al declamador”: se repetía su voz, expresando pensamientos de bondad y poesías.
  • La imagen construida de Paco Stanley, por las televisoras en las que trabajó, comienza a ser socavada y hasta destruida, por el testimonio realista y veraz, de Benito Castro.
  • La televisión juega con el absurdo, eso era lo propio de los programas de Paco Stanley, pero ese absurdo, va trascendiendo hacia la realidad, conforme se van desnudando las investigaciones y las posiciones de los actores primarios y secundarios en el caso.
  • Ya hemos hablado de las corrientes idealistas y su peso en este caso. En lo que refiere al realismo político, el pesimismo es más que evidente: la sombra del narco, opera en la vida nacional mexicana (Lo mismo puede decirse en Costa Rica), el caso Stanley, fue la “primera escena”, de los “ríos de sangre”, que se viven en México.
  • Se ha analizado profusamente, la función alienante de los medios: la televisión, la radio, las plataformas, son en esa función: “un espacio de seguridad versus lo ‘externo amenazante’”: “el mundo puede caerse a pedazos, pero el show debe continuar”.
  • Con la muerte de Paco, se acabaron negocios; se acabaron carreras (Paola Durante); destruyó familias y vidas: en un programa reciente, precisamente, Paola decía que: Paul Stanley y ella, tenían en común la muerte de sus padres: el del primero, por asesinato, la madre de la segunda, por enfermedad (Su cáncer se agravó por los hechos acaecidos, lo que la llevó a la muerte)
  • El tema del narcotráfico, sería parte de las producciones realizadas para la gran audiencia. Aquí, ya no se tomarían en cuenta los nichos de mercado, es una manifestación de la “sociedad del espectáculo”; y opuesto a los criterios clásicos de arte. Esto es claro, con el tópico de las narco – novelas.
  • Frente a ellas, se da una reacción conservadora, ella, habla de la “apología de la violencia” de esas producciones, pero pese a las críticas, el morbo, genera una legitimidad de tipo capitalista: “puede haber cuestionamientos morales (O hasta de moralina), pero: “las narco novelas, generan grandes ganancias”.
  • A 25 años del asesinato del animador, es evidente la “complejización” del ecosistema de los medios, esto a su vez, hace más difícil el uso de criterios, para saber cuáles fuentes dan buena información. Solo como ejemplo, en el marco de esta memoria, se han generado: una serie – documental y una serie, que está más inclinada a la ficción, de cara a hacer uso de una presunta libertad (¿Libertinaje?), para la construcción de la narración de los hechos.
  • En suma: la complejidad del ecosistema de los medios de comunicación, no garantiza la elevación del nivel cultural de sus receptores; y menos, la conservación de las características nacionales. Esto por las peculiaridades propias de la globalización.
  • En resumen: “todo se convierte en un espectáculo”: desde el homicidio de Stanley, hasta la misma búsqueda de justicia. 25 años han pasado, y seguimos “solo viendo una parte de la total realidad”. Esto es tan cierto, que, en investigaciones periodísticas, en documentales y series, la tesis es la misma: “saque el receptor sus propias conclusiones”. El punto es: que como hemos visto, estamos ante una multiplicidad de deslealtades, engaños e intereses, que es difícil de asimilar y discernir.
  • La principal diferencia entre “El Show: crónica de un asesinato” y “¿Quién lo mató?”: es que el primero, es una producción de periodismo narrativo; la segunda, es una serie basada en hechos reales, es decir, con alto contenido de ficción. El primero, busca “desmitificar” el caso Stanley; la segunda, por la ficción, alimenta el mito.
  • Las dos producciones, se preguntan: ¿Qué significa la justicia en un país como México?: al final, por diversos caminos, parece que la respuesta es la misma: “en el caso Stanley, el espectáculo subordinó a la justicia”. Hoy, algunos, desde ese espectáculo, es que siguen litigando.
  • En este trabajo, hemos revisado las diversas versiones del asesinato de Paco Stanley (Tanto en las esferas: jurídicas, mediáticas y políticas); pero en el documental del “Show…”, hay una especie de confirmación de la tesis del periodista Blancornelas (El abogado defensor de Paola Durante, diría que esa versión, es conteste con la prueba sanguínea, realizada al líquido vital, del sicario herido, el día del homicidio): “El motivo: Stanley estaba asociado al cartel de los Carillo Fuentes. Se convirtió en estorbo para los Arellano Félix, quien tenía dominado el territorio del entonces Distrito Federal. Tuvieron el tiempo necesario para seguir a Stanley, conocer la rutina de sus recorridos, escoger el lugar más adecuado ejecutarlo”.
  • En el “caso Stanley”, el humor se convierte en tragedia, ella, está sustentada en la violencia. Este caso fue parte del telón de fondo, por el que para algunos se evolucionó, para otros, más bien se ha retrocedido en México.
  • De la época de Stanley a hoy, el abanico de la entretención se ha ampliado: hay “Youtuber”; hay comediantes tradicionales; los hay en el género de “stand up”; gente que se presenta en redes sociales, como Facebook o Instagram. ¿Sabemos quiénes son?; ¿Nos interesa?; ¿Sirve saber de sus vidas privadas si lo que: “vale es lo púbico” ?; ¿Sirve que la vida privada, sea cada vez más pública?; en el caso de Stanley: ¿Descorazonó a sus seguidores, el ver las producciones realizadas en los últimos tiempos?: así: ¿Qué nos entretiene?; ¿Quiénes nos entretienen?
  • Si la cuestión es entretenerse, la sociedad va “siendo un espectáculo”, “toda la vida (La política, la economía, la cultura); puede ser divertida”: las justas electorales, se sobre simplifican: los candidatos se venden como gaseosas y serias reformas políticas, quedan cobijadas bajo la figura de felinos. La economía, maquillada como “cara de payaso”, hipnotiza hacia el consumismo; una cultura, que oprime, pero que aliena, cuando es necesario escapar de la anarquía política y económica.
  • El asesinato de Paco Stanley, se da, cuando todavía el PRI, tenía casi todo o todo el poder. Lo que el liberal Mario Vargas Llosa, definió como: “dictablanda”. Desde ese momento, en el país azteca, había un anhelo por el autoritarismo. Por eso es hipócrita, que hoy, los medios conservadores, hablen del “autoritarismo de MORENA”.
  • 25 años después del homicidio de Stanley, se sigue anhelando el autoritarismo en algunos sectores de México y Latinoamérica (Costa Rica, no es la excepción), por eso los discursos de los que hemos hablado de TV AZTECA y TELEVISA, no dejan de escucharse: “¿Por qué pagamos impuestos?; ¿Por qué tenemos elecciones?; ¿Para qué tenemos tres poderes?” (Inclusive, en el 2007, el Senado condenó la campaña negativa de TV AZTECA, contra los ingresos de los Senadores).
  • Este año, muchos medios, fueron muy críticos del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la línea editorial, era: “es un peligro continuar con un gobierno izquierdista”. En el tiempo del homicidio de Paco Stanley, esa tesis fue muy intensa.
  • Entre los héroes y heroínas de este caso, debe merecer una mención especial: Silvia Ochoa (RIP); madre de Paola Durante, quien defendió a su hija, pese a sus problemas de salud, usando todo el instrumental que tenía entre sus manos.

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