Otra vez, don Pepe se adelantó

Circunloquio

Yayo Vicente

Yayo Vicente

Homo políticus

Un amigo, de esos que emiten opinión como si fuera una sentencia definitiva, me dijo: “parece que no entendés, querido amigo y compañero, SE ACABÓ EL ESTADO DE BIENESTAR”. El grito no le aporta más argumentos a su clara opinión, pero él quería que yo escuchara, me ubicara en la realidad y partiera desde ese mundo suyo, al que todavía le falta ser justo.

Tal vez pertenezco al grupo de personas que solo entiende lo que quiere entender. No sé… creo que no me aplica. Algunos quieren dar por cierto lo que imaginan, los que le dan vida a la “Carreta Sin Bueyes”, “la Llorona”, “la Segua” y modernamente al “Chupacabras”. Suelo inclinarme por las pruebas duras, las investigaciones que pueden ser repetidas por otros, con iguales resultados, por eso no creo en cuentos, mitos o los geniales engaños que los magos le hacen a nuestros cerebros.

Como en Costa Rica persisten las razones que dieron origen al “Estado de Bienestar” y hasta se han agravado, me rehúso a pensar que se acabó. No puede acabarse un sistema que protege a personas vulnerables, sin sustituirlo por otro que cumpla igual cometido. Excepto, claro está, que abandonemos todo sentido de solidaridad y nos hagamos indiferentes a la tragedia de personas que nos acompañan en esta existencia.

Los diez mandamientos

Si tuviera que resumir los 10 mandamientos, que son principios éticos y religiosos (del judaísmo y el cristianismo), quitaría las instrucciones de adoración (eso me queda fácil, pues no soy religioso) y dejaría únicamente: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:36-40), pues nadie que ame al otro, lo asesina, le roba o se mete con su pareja.

Encuentro relación entre amar al Otro y el “Estado de Bienestar”. No ser indiferente con el Otro es una virtud. Preocuparnos si se acuesta con hambre y sin saber si comerá al día siguiente. Es que, ¡no se vale!, que una madre deba parir en condiciones inaceptables y no con las garantías médicas que hemos desarrollado. Es condenable ver para otro lado, cuando una familia cría a un hijo con parálisis cerebral infantil o con un síndrome down. “Niños especiales”, seres humanos, personas igual que todos, pero necesitados de más afecto, más cuidados y alguna que otra ayuda material para hacer más llevadera su minusvalía. ¿Podemos como sociedad ser tan egoístas?

¿Votamos para nosotros o los otros?

Existen personas que votan guiadas por el deseo de beneficiarse a sí mismas o beneficiar los bienes públicos que valora. Otras son más altruistas y votan pensando en el resultado que beneficie al bien común o a la mayoría de las personas. Seremos mejores seres humanos, si el segundo grupo es mayoritario, pero ambos votos son instrumentales, pues tratan de mejorar la probabilidad de un resultado específico.

“Estado del Bienestar” y sus sinónimos, es un concepto político y económico, donde el Estado provee servicios a la totalidad de los habitantes, para cumplir con los derechos sociales. Dando por sentado nuestro buen sistema electoral, la democracia costarricense se caracteriza por combinar el bienestar social con la economía mixta. Es decir, los actores económicos del sector privado coexisten con el estado que financia a las instituciones para el cuidado de la salud, el ambiente, la seguridad y la educación y otros beneficios directos otorgados a ciudadanos individuales, como las pensiones públicas y el cumplimiento de la normativa laboral.

En política no hay vacíos

El Estado de Bienestar es una de las tres respuestas para atender el rezago social. Las otras dos son las instituciones privadas y filantrópicas (ONG e iglesias) que es fuerte y frecuente en EE. UU. y la tercera es la familia ampliada, como sucede en muchos países asiáticos. El Estado de Bienestar es un concepto mejor planteado y menos sujeto al azar o suerte del individuo. Aunque más aceptable, para generalizar el bienestar (satisfacer los derechos sociales), no es gratis y entre más eficaz, más caro.

Cada día con más frecuencia, al mejor estilo de la lora del anuncio de Casa Blanca, nos dicen: “NO HAY PLATA”.

Se tiene la osadía de decirnos que el Estado ya no puede asegurar los costos de estas medidas sociales. Pero, ¿cómo puede faltar hoy dinero para mantener y prolongar estas conquistas, cuando la producción de la riqueza ha aumentado considerablemente?”. Stéphane Hessel

Los problemas en colectivos vulnerables no han disminuido y en algunos casos, el desempleo los ha agudizado. La educación está dejando de ser el gran “ascensor” social, hoy tenemos gente con atestados universitarios, sin trabajo.

Podemos entender, pero no aceptar, que el sector privado, con una visión cortoplacista o por ser extranjero, no quiera contribuir con sus ganancias y lo hacen evitando controles contra la evasión, la elusión y el contrabando. “Panamá Papers” nos dejó entrever los portillos, a pesar de lo cual no se legisló para disminuir la elusión.

Si no entendemos la injusticia en el plano económico, en un plazo mayor, la olla de presión social explotará y el entorno para la inversión y la producción será hostil. El mejor seguro es un clima de paz social, pero no cae del cielo.

Cambiando de paradigma

La economía de consumo, requiere compradores y el desempleo no es compatible con ella y estamos a las puertas de un nuevo orden social y económico. El modelo está llegando al final, por dos motivos fundamentales: 1) EL AMBIENTAL, si el ritmo de consumo de EE.UU. se universalizara, necesitamos dos o tres planetas, y 2) LA DESIGUALDAD que genera y que concentra en poca gente, la riqueza del mundo.

Al mismo tiempo, la Cuarta Revolución Industrial, mezclará nuevas técnicas de producción con sistemas de inteligencia artificial, que se integran con las organizaciones y las personas. Veremos por primera vez desempleos en el campo cognitivo: medicina, arte, derecho, enseñanza…

Nos ha tocado vivir grandes cambios sociales, tal vez presenciemos este último.

Don Pepe

«No hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo», nos dijo el dramaturgo francés Víctor Hugo. En noviembre de 1973, la Imprenta Nacional publicó «La Asignación Familiar que se Propone en Costa Rica», un folleto de 32 páginas, escrito por José Figueres Ferrer.

Explica don Pepe:

En realidad nos beneficiamos y lo pagamos todos.

Llamo la atención una vez más hacia tres mejoras no directamente económicas que encierra este programa:

a) MEJOR NUTRICIÓN INFANTIL. al destinar los aumentos de ingresos directamente al bienestar de la familia.
b) MAYOR ASISTENCIA ESCOLAR, al exigir el certificado de que los hijos van a la escuela.
c) MAYOR INGERENCIA DE LA MUJER, en el manejo de la economía hogareña, al recibir ella el giro de la Asignación Familiar.

El proyecto de ley fue publicado en el Alcance N° 44 a La Gaceta N° 70 del miércoles 11 de abril de 1973, firmado por el presidente José Figueres y su ministro de Trabajo, Danilo Jiménez Veiga.

Don Pepe nos explicó que, si bien el “salario mínimo” es una gran conquista social, el mismo no contempla la obligación por hijos. La asignación familiar, que él propone es un complemento que considera a los hijos de una manera decreciente, para no promover a las familias numerosas.

Con las facilidades de la actualidad, hasta se puede indicar en las tarjetas de débito, la compra de productos costarricenses al precio que los estudios indiquen prudentes. Las reglas de comercio internacional (OMC) condenan el “dumping”, pero no las ayudas sociales. Un sistema como el propuesto, sacará al productor de un mercado imperfecto, donde obtiene precios por debajo de su producción (riesgo, mejora y ganancia) y permite una ayuda directa al colectivo más vulnerable de la sociedad. ¡Sembraríamos dos árboles con la misma pala!

En la actualidad muchos países ya tienen el “Salario Mínimo Vital” y en Costa Rica, con la bancarización existente y la identificación de las personas en condiciones de vulnerabilidad (Sistema de Información de Población Objetivo -SIPO- y la Ficha de Información Social -FIS-), es posible, sin funcionarios adicionales complementar nuestro “Estado de Bienestar” con esta idea a la que le ha llegado el tiempo.

La Segunda Proclama de Santa María de Dota, del 1º de abril de 1948, se dio el primer mensaje Social Demócrata, cuando nos dice: “El día en que terminemos la guerra contra la mala fe, iniciaremos una nueva guerra: la guerra contra la pobreza.” ¡Qué mejor batalla contra la pobreza, que la propuesta de don Pepe!

CIRCUNLOQUIO. Viene del latín circumloquium. El Diccionario de Real Academia Española lo define como: “Rodeo de palabras para dar a entender algo que hubiera podido expresarse más brevemente”.

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