¿Otra pandemia? es posible y cada vez más probable

Pandemia

Yayo Vicente

No existe ni debería existir línea divisoria entre la medicina humana y la animal El objeto es diferente pero la experiencia obtenida constituye la base de toda la medicina”. Rudolph Virchow, médico y patólogo alemánsiglo XIX

Los problemas actuales: sobrepoblación humana, calentamiento global, destrucción de ecosistemas terrestres y marinos, ampliación de las fronteras humanas, pérdida de conectividad de ecosistemas y otros; todo genera posibilidades de una enfermedad “X”. Por eso renace el concepto “Una Sola Salud”, en el que todo está relacionado (humanos + otros animales + ambiente) y la necesidad de mantener el equilibrio.

Hasta ahora, las probabilidades han sido bajas, pues para la mayoría de los gérmenes, deben confluir una serie de factores para brincarse la barrera de especie. Como pegar la lotería tres domingos seguidos, pero como veremos, estamos comprando cada vez más y más lotería, lo que hace que lo posible se haga probable.

Sobrepoblación humana

La sobrepoblación es cuando se excede la capacidad de carga del ecosistema y puede suceder por: aumento de nacimientos, disminución de mortalidad o agotamiento de los recursos. En el caso humano, ocurre ya en determinados lugares y amenaza con suceder a nivel planetario.

En 1950, se estimaba que la población mundial era de 2.600 millones de personas. Se alcanzaron los 5.000 millones en 1987, en 1999, los 6.000 millones. En octubre de 2011, se estimaba que la población mundial era de 7.000 millones de personas.

Podemos apretujarnos para que todos y los que están por venir, quepamos. Pero no es un problema de espacio, nos enfrentamos a la escasez de recursos naturales, todos finitos.

El 1 de agosto del 2018, la humanidad ya consumió los recursos naturales que tenía disponibles para ese año. Los cinco meses restantes del 2018, los vivimos de fiado, con el Planeta. El sobregiro se calcula a partir de la huella ecológica: la suma de todas las demandas por áreas productivas (alimentos, maderas, fibras, captura de carbono e infraestructura), a las que se les resta los recursos naturales disponibles y la capacidad de respuesta que tienen los ecosistemas para reponer esos recursos y manejar los residuos, es decir, la biocapacidad.

Si toda la humanidad viviera con un comportamiento de consumo similar al de los costarricenses, el sobregiro habría comenzado el 2 de setiembre.

Para dar a basto con el actual ritmo de consumo, la humanidad requiere 1,7 planetas similares a la Tierra, si toda la humanidad viviera como lo hacen los estadounidenses, se necesitarían cinco planetas.

Calentamiento global

El calentamiento global, es más que cambio climático y desastres para la agricultura y otras tareas humanas de gran relevancia. Recordemos algunas amenazas del importante micromundo, invisible e inadvertido para casi todos.

El 5 de diciembre del 2020, un equipo de científicos japoneses se trasladó al desierto australiano para recolectar material precioso del espacio exterior. La cápsula del tamaño de una caja de zapatos, la traía la nave espacial robótica Hayabusa II, contenía rocas y polvo de Ryugu, un asteroide rico en carbono que probablemente alberga los componentes básicos de la vida. Para que las muestras no se contaminaran, la cápsula se llevó al “Centro de Curación de Muestras Extraterrestres” de la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA), un laboratorio diseñado para que el material cósmico no se contamine con organismos terrestres.

Durante años, las preocupaciones se han centrado en evitar que la Tierra ensucie al sistema solar, esterilizando las naves espaciales y manteniendo a los astronautas bajo estrictos protocolos de cuarentena. Pero los científicos comienzan a considerar más la perspectiva opuesta: ¿Qué pasa si traemos gérmenes extraterrestres a la Tierra? Las agencias espaciales de todo el mundo planean para los próximos años, traer muestras de asteroides, la Luna y Marte.

El impacto en salud humana es lo que más claramente delimita la visión del mundo de la medicina veterinaria y mejor define su importancia como profesión”. Calvin Schwabe, médico veterinario y epidemiólogo

Los “nuevos” gérmenes con capacidad de enfermarnos, podrían estar más cerca de lo que imaginamos, ya veremos.

Las tundras congeladas (permafrost) son un almacén de virus y bacterias. El sistema inmunológico (igual que el cerebro), aprende. Pero, ningún animal, humano o no, ha sido expuesto a los microbios del permafrost que se está descongelando.

A mediados de agosto pasado fue descubierto el cuerpo congelado de un rinoceronte lanudo que vivió entre 20.000 a 50.000 años atrás, con su última comida aún intacta, en el permafrost junto al río Tirekhtyakh de Yakutia, al este de Siberia. Cerca del lugar, en 2014, se había desenterrado una cachorra de rinoceronte lanudo, llamada Sasha. La edad de Sasha se estimó en 34.000 años.

El año pasado también se encontraron en buenas condiciones, dos cachorros del extinto león de las cavernas, llamados Boris y Sparta en el distrito de Abyisky de Yakutia.

Tenemos entre nada y poca información y experiencia con ese mundo microscópico que se está deshielando luego de miles de años. No sabemos qué, cómo, cuánto. Desconocemos su potencial zoonótico (las zoonosis son enfermedades que se transmiten de forma natural de otros animales vertebrados a las personas). Tenemos al frente varias aventuras sanitarias.

Destrucción de ecosistemas terrestres y marinos

La microflora y microfauna de los animales silvestres, es otro mundo desconocido, al que nos estamos acercando. La cantera de “nuevos” bichos infectivos es enorme.

Los patógenos zoonóticos pueden propagarse a los humanos a través de cualquier punto de contacto con animales silvestres. La “carne de monte” o de caza es particularmente peligrosa debido al gran número de patógenos nuevos o no documentados que se sabe que existen en algunas poblaciones de animales silvestres.

La urbanización y la destrucción de los hábitats naturales aumenta el riesgo de enfermedades zoonóticas al incrementar el contacto entre las personas y los animales silvestres. El 60% de los patógenos humanos son de origen zoonótico y el 75% de las enfermedades infecciosas humanas son zoonosis.

En los animales silvestres circulan muchos virus que se han adaptado y evolucionado para coexistir. El SARS-CoV-2 nos ha tenido ocupados, pero hay otros virus que podrían ser muchísimo más agresivos y capaces de producir brotes epidémicos y pandémicos, que no mostrarían tasas de morbilidad y de letalidad tan bajas como las que presenta la enfermedad COVID-19.

Las zoonosis virales que han tenido efecto pandémico o potencialmente pandémico entre 1983 a 2019 son por lo menos 12: Virus de la Inmunodeficiencia Humana, Influenza A, Filovirus, Nipah, Oeste del Nilo, SARS-CoV-1, Influenza H1N1, MERS-CoV, Ébola, Zika, SARS-CoV-2 y otro virus sin nombre causante de un síndrome pulmonar por hantavirus. Algunos investigadores calculan que al menos tres mil virus de los animales silvestres, tienen potencial zoonótico.

Pérdida de conectividad de ecosistemas

Los ecosistemas sin intervenir, tienen un delicado equilibrio. En las zonas tropicales la biodiversidad es muy grande, aunque la cantidad de individuos por especie no lo es tanto, se cambia la una por la otra. Cuando los ecosistemas pierden conectividad, por la red vial, ciudades y otros elementos construidos por el Homo sapiens, se crean áreas aisladas y las poblaciones de animales silvestres pierden riqueza genética y microbiológica.

La falta de exposición a determinados patógenos, evita que los sistemas inmunológicos aprendan. Si entra a una población aislada un germen desconocido, causa un gran estrago, con alta mortalidad y algunas especies entrarían en riesgo de no poder recuperar su población.

Una Sola Salud (One Health)

“Una Sola Salud” es un término que describe la colaboración de varias disciplinas científicas en busca de una mejor salud para todos: personas, animales no humanos y ecosistemas, presupone que las personas no viven aisladas, sino que son parte de una ecosistema mayor y que las actividades y condiciones de cada miembro afecta a los otros.

“Una Sola Salud” es una oportunidad para proteger la salud pública con políticas de prevención y control de patógenos en la interfaz entre las personas, los demás animales y el ambiente. Combatir los agentes zoonóticos, controlándolos en la fuente, es la solución más eficaz y más económica para proteger la salud pública.

Un abordaje holístico, permite sinergias y mayores y más potentes impactos. La próxima pandemia viene de camino, sólo no sabemos cuándo, pero sabemos que nos debe agarrar con nuestro sistema sanitario fortalecido y apuntalado con Ambiente (MINAE) y Salud Animal (SENASA).

PANDEMIA. El fenómeno salud-enfermedad, es complejo y cuando se escala a una población, se le suman infinidad de nuevas variables, haciéndose todavía más intricado. Poner en palabras simples lo que todavía no termino de comprender, ha sido mi reto durante la pandemia por COVID-19.

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