No piense que asesinar a 1.200 inocentes es un crimen y sus responsables han de pagar por ello, pero que hacer pagar por ello a un pueblo entero es de ser un criminal
Ama Iris Simón
Durante los primeros 100 días de guerra, más de 10.000 niños fueron asesinados en Gaza, según el Ministerio de Salud de la Franja. Pero no diga que es un crimen inadmisible, no sea usted antisemita. No se lleve las manos a la cabeza porque Netanyahu declare non grata a la ONU desde la presidencia del único Estado cuya creación se basa en una resolución de la ONU, no sea usted antisemita. No compare sus chifladuras con las de Trump, Putin o Bolsonaro. No diga que es amigo de todos ellos, no deje caer que es peor que ellos, aunque los pasquines anglos no le hagan portadas satíricas. ¿Acaso es usted antisemita?Antisemita quien repase la historia de Israel: antes del 7 de octubre de 2023 no ocurrió nada. Antisemita quien se pregunte por qué, según Save The Children, 44 menores palestinos habían sido asesinados por el ejército israelí ese mismo año antes del terrible atentado de Hamás. Antisemita quien se atreva a cuestionar por qué los israelíes en particular y Occidente en general llaman a sus ataques legítima defensa y terrorismo a los de los palestinos. Antisemita quien mente la Nakba o el bloqueo de 2007. Antisemita quien empatice aunque sea un poco con un pueblo que ha sufrido que le arrebaten sus tierras, sus casas y a sus hijos.
¿Que le huele a cuerno quemado que Israel acuse a la UNRWA de terrorista sin pruebas? Antisemita. ¿Que se le revuelven las tripas con los colonos, esos gentiles jovencitos que expulsan a familias de sus casas movidos por la idea de ser los elegidos de Dios? Antisemita. ¿Que los israelíes que intentan impedir el paso de ayuda humanitaria a Gaza a grito de “al enemigo no se le alimenta, se le mata” se le antojan bestias con forma humana? Antisemita.
No diga, no piense que asesinar a 1.200 inocentes es un crimen y sus responsables han de pagar por ello, pero que hacer pagar por ello a un pueblo entero es de ser un criminal. No abogue porque los rehenes que aún tiene Hamás sean liberados, pero también porque Israel sea juzgado por matar un niño cada 15 minutos. No juzgue a los 12 ministros del Gobierno israelí que participaron hace unas semanas en la conferencia ¡Conquistar y colonizar la franja de Gaza!, donde firmaron una petición por “la victoria y la renovación de las colonias”. No los malinterprete, no asuma que quieren hacer una limpieza étnica. ¿No ve que lo contrario es antisemitismo?
Si en algún sitio lee que Israel no ha permitido la entrada de prensa internacional a la zona de conflicto, no piense que es para que nadie cuente las atrocidades que están cometiendo. Si le informan de que su ejército ha matado a 77 periodistas palestinos y tomado como rehenes a otros 31, pase la página muy rápido si es en prensa, tápese los oídos si es en radio. No se exponga a propaganda antisemita.
No cuestione la participación de Israel en Eurovisión. No se indigne porque desde 2022 se excluyera a Rusia del festival, pero este vayamos a tener una representante cantarina de un país que, según la ONU, podría estar cometiendo un genocidio. ¿No ve que su exclusión sería antisemita?
También sería antisemita criticar las artimañas de quienes buscan que confundamos sionismo con judaísmo, de quienes instrumentalizan una causa tan justa y noble como la lucha contra el antisemitismo para que nadie señale sus crímenes. Así que si critica el genocidio del pueblo palestino y le llaman antisemita, no señale ni la falacia ni lo terrible que es echar mano de ella. ¡Eso sería el colmo del antisemitismo!
El País