¿Y usted qué opina?
Fernando Berrocal
Lo que no entienden los economista neo liberales del gobierno PAC-PUSC y sus aliados en el PLN-neoliberal, es que jurídicamente una cosa son los excedentes de las cooperativas y otra las ganancias de una empresa privada.
Tampoco entienden que el cooperativismo es un modelo ideológico y funcional diferente, fundamentado en principios y valores asociativos distintos al de las empresas privadas. Son realidades jurídicas y fiscales distintas.
Ese es el punto de fondo. En un caso estamos hablando de trabajadores asociados para ahorrar y “facilitar mejores condiciones de vida”, como dice nuestra Constitución Política en el artículo 64. En el otro estamos hablando de empresas privadas, cuyo legítimo objetivo son las ganancias y las utilidades.
En un caso es ahorro y en el otro son ganancias. Ese es el punto de fondo.
A estos economistas neoliberales hay que decirle que hay vida, organización social, progreso y desarrollo fuera de las simples y frías leyes del mercado y la competencia del sistema capitalista. También hay modelos intermedios y el cooperativismo es uno de ellos y es el más exitoso. En nuestro país e igualmente en los países del norte de Europa que son los más desarrollados económicamente y los que tienen el más alto índice de justicia social en el mundo. Ese equilibrio entre lo económico y lo social lo da el cooperativismo.
El país debe sentirse orgulloso de su modelo de desarrollo y de que algunas cooperativas hayan tenido gran éxito económico y tengan muchos asociados.
Asimismo, al presidente Miguel Ángel Rodríguez (PUSC), hay que reconocerle la Ley de Protección al Trabajador y también hay que recordar que en la Asamblea Legislativa está presentado y sin votar, un excelente proyecto de Ley Marco de Economía Laboral y Social de la ex Diputada Martha Arauz Mora y del Ex Ministro de Trabajo Francisco Morales Hernández, ambos del PLN-social democrático.
Con ambos instrumentos y dentro de ese marco legal, con los controles correctos y pertinentes, podrían crearse nuevas empresas y utilizarse los cerca de $15.000 millones de ahorro de los trabajadores, administrados por cuatro Fondos de Pensiones, e invertir recursos en obras indispensables para el país en infraestructura, aeropuertos, puertos, vivienda social y otros desarrollos, en lugar de mantener estáticos esos fondos invertidos en bonos públicos.
Claro…ideas como estas funcionarían si la política económica del país fuera de pensamiento keynesiano y desarrollista y no el de la Escuela de Chicago y si nuestras autoridades económicas y hacendarias actuales entendieran que sin reactivación y desarrollo económico no vamos a poder salir adelante como país, ni resolver los problemas del desempleo y la pobreza en Costa Rica.
Lo que están confrontados son dos modelos de desarrollo económico y social.
En absoluto esto quiere decir que no se debe resolver el déficit fiscal, pero no por la vía de establecer impuestos a las cooperativas. Bastante mal estuvo el 1% a la canasta básica y los impuestos a los insumos de producción agrícola.
El país ahora sabe bien que la razón real del déficit fiscal está en otras partes.
Gracias don Fernando, por entender la posición de las cooperativas agroindustriales y el sector cooperativo en general, de la inconveniencia de este impuesto. Esa diferencia que usted expone entre utilidad de la empresa mercantil y el excedente es clave para entender en que estamos.